Guía de semillas de chía

Derivada de la planta Salvia Hispanica, una planta con flores de la familia de la menta, las semillas de chía son originarias de América Central y del Sur. Cuenta la leyenda que ya en los siglos XIV y XV, los aztecas y mayas utilizaban la chía como fuente de energía.

El valor nutricional

Estas pequeñas semillas cuentan con impresionantes beneficios nutricionales.

Las semillas tienen un alto contenido de fibra, con 100 g que proporcionan alrededor de 34 g de fibra, por lo que incluso una pequeña porción puede hacer una contribución significativa a su dieta.

100 g de semillas de chía aportan aproximadamente 407 mg de potasio (los plátanos contienen unos 358 mg por cada 100 g). La combinación de grasa, proteína y fibra significa que las semillas se digieren con relativa lentitud, proporcionando una liberación prolongada y lenta de energía para mantener estables los niveles de azúcar en la sangre.

Las semillas de chía también son ricas en grasas omega-3, grasas omega-6 y grasas omega-9 y están llenas de antioxidantes que ayudan a proteger nuestra salud y reducir la inflamación en el cuerpo. Pero la característica más impresionante de las semillas de chía son sus niveles de calcio: 100 g de semillas de chía proporcionan aproximadamente 631 mg, mientras que 100 ml de leche contienen alrededor de 129 mg de calcio.

¿Cómo consumo la chía?

Además de usarse crudas, en ensaladas, desayunos y otros platos, las semillas de chía también se pueden moler en harina o prensar para hacer aceite. En general, las semillas crudas son una gran adición a las barras de cereal, y las semillas molidas se pueden agregar a los batidos o productos horneados para un impulso nutricional rápido y fácil. 

Las semillas de chía pueden absorber de 10 a 12 veces su propio peso en agua. Se pueden remojar no solo en agua, sino también, por ejemplo, en leche de almendras. Después de remojar, las semillas adquieren una consistencia gelatinosa. Se supone que remojar las semillas de chía las hace más fáciles de digerir y, por lo tanto, mejora la disponibilidad de nutrientes. Las semillas remojadas también se pueden usar para hornear en lugar de huevos. 

Recetas para cada ocasión

Pudín de chía. Mezcla frutas de verano como frambuesas o fresas con leche de coco, semillas de chía y una pizca de jarabe de arce o extracto de vainilla al gusto. Luego déjelo en el refrigerador durante la noche y disfrute el budín por la mañana.

Máscara para la cara. Gracias a su tamaño en miniatura, las semillas de chi pueden ser un excelente exfoliante. Muele las semillas de chía (un poco más grandes que para cocinar) y luego agrega agua para obtener una consistencia similar a un gel. Luego agregue los aceites que desee. Algunas personas prefieren agregar aceite de lavanda y aceite de árbol de té.

Precio

Aunque las semillas de chía no son baratas, solo deben usarse en pequeñas cantidades. Entonces, en términos de los beneficios para la salud que obtienes de una pequeña cantidad, las semillas de chía tienen una excelente relación calidad-precio.

Un pequeño inconveniente

Las semillas de chía agregan nutrición a cualquier plato, pero, desafortunadamente, pueden permanecer entre los dientes. Así que usa hilo dental antes de tomarte una selfie con pudín de chía. 

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