Nariz de perro: ¿una buena forma de comprobar la salud del perro?

Nariz de perro: ¿una buena forma de comprobar la salud del perro?

"Un perro sano debe tener una nariz fresca y húmeda". Este viejo adagio, cuyo origen no se puede fechar, es de piel dura y todavía hoy se desliza a menudo en las conversaciones entre veterinarios y propietarios.

Pero, ¿qué es realmente? ¿Es la nariz de su perro un indicador de buena salud? ¿Una trufa caliente y seca necesariamente rima con fiebre? ¿Deberían alertarnos las variaciones en el estado de la trufa? Encuentra en este artículo todos nuestros consejos veterinarios.

El estado de la nariz no es suficiente para comprobar la salud del perro.

Para que sea breve y sencillo: no, la temperatura y la humedad de la trufa no son suficientes para indicar el estado de salud de nuestros acompañantes.

De hecho, el estado de la trufa depende de muchos factores. Los parámetros internos del perro pero también los parámetros externos, de su entorno directo, pueden influir en él. Así, el estado de la trufa puede ser muy variable de un día a otro e incluso de una hora a otra. Por ejemplo, un perro que se despierta de una larga siesta en la esquina del radiador puede terminar con la nariz bastante caliente y seca sin anomalías. Por el contrario, después de una breve salida en un clima frío o húmedo, su perro puede regresar con la nariz muy fresca y húmeda, incluso si tiene fiebre u otra enfermedad.

¿Cuáles son los indicadores que se pueden utilizar en casa?

La primera forma de determinar el estado de salud de tu perro y observar su comportamiento, su vitalidad y su apetito.

A continuación, se muestran algunos ejemplos de preguntas que debe hacerse si tiene alguna duda sobre su salud: 

  • ¿Ha estado comiendo y si no por cuánto tiempo?
  • ¿Parece cansado?
  • ¿Duerme y descansa mucho sin razón aparente?
  • ¿Es reacio a moverse o salir?
  • ¿Orina y defeca con la frecuencia habitual?
  • ¿Y sus excrementos parecen normales?

En caso de duda, no dude en ponerse en contacto con un veterinario que le ayudará a tomar una decisión sobre si consultar y con qué rapidez.

Si desea tener información sobre su temperatura corporal, el único indicador confiable es la temperatura rectal y puede medirla en casa. 

Asimismo, tomar la temperatura de un perro puede resultar complicado dependiendo de su temperamento. Si no es posible hacer esto en casa o si tiene dudas después de tomar la temperatura, no dude en llamar también a un veterinario.

Pero ojo, tampoco se debe ignorar el aspecto de la trufa.

La nariz representa la punta de la nariz de los perros. Consiste en una piel muy gruesa y a menudo pigmentada (de color negro o marrón). Su superficie está continuamente humedecida por las secreciones nasales y, en menor medida, por el lamido habitual del perro. Esto explica por qué suele mantenerse fresco y húmedo.

Los perros utilizan en gran medida el olfato para explorar su entorno, lo que convierte a la trufa en un órgano muy importante en su comportamiento y en ocasiones en primera línea ante agresiones externas.

Como todas las partes del cuerpo, la propia nariz puede presentar lesiones que pueden ser solo locales o resultar de una enfermedad generalizada.

Así, no se debe ignorar la aparición de la trufa y un cambio puede ser motivo de consulta. En particular, debe tener cuidado si observa alguna de las siguientes anomalías y comuníquese con su veterinario para una consulta:

  • Despigmentación (pérdida de color);
  • Granos o un crecimiento;
  • Hinchazón, un área de enrojecimiento, sensibilidad o dolor;
  • Una herida ;
  • Costras de oro;
  • Secreción (sangre, moco verdoso, amarillento o de otro tipo, etc.);
  • Grietas o rajaduras.

¿Qué recordar?

En conclusión, la trufa no es un indicador suficiente para determinar el estado de salud de un perro. Una nariz húmeda y fría no necesariamente indica un perro sano y, a la inversa, una nariz seca y caliente puede ser bastante normal dependiendo del entorno directo del perro. Lo mejor es comenzar por evaluar su comportamiento general, apetito y tránsito para tener una idea de su estado de salud.

Sin embargo, la nariz es un órgano que también puede enfermarse y sufrir cambios en su apariencia, forma o sensibilidad. En estos casos, se debe programar una consulta con un veterinario.

En caso de duda no dudes en contactar con tu veterinario que te ayudará a valorar la situación y te aconsejará sobre el procedimiento a seguir.

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