Combustible del siglo XXI: placas de aluminio

¿Cómo funciona?

Vale la pena aclarar de inmediato que una fuente de corriente portátil de aire-aluminio (llamémosla "fuente de aluminio" para abreviar) no debe confundirse con un banco de energía común: no necesita enchufes, ya que no acumula corriente, sino que la genera. sí mismo.

La fuente de aluminio es muy conveniente si va a realizar una caminata larga. Imagina que llevas contigo un banco de energía cargado y lo usas el segundo día de una caminata de una semana, el resto del tiempo tendrás que llevar un peso inútil contigo. Con una fuente de aluminio, las cosas son diferentes: para que comience a funcionar, se instalan placas de aluminio en una celda especial en el interior, una celda de combustible, y se vierte electrolito, una solución débil de sal común en agua. Esto significa que puede instalar las placas con anticipación y, mientras viaja, simplemente agregue una cucharada de sal de mesa, vierta agua del arroyo o matraz más cercano, y puede cargar su teléfono inteligente, navegador, walkie-talkie y cualquier otro equipo portátil de viaje. .

En las celdas de combustible, se inicia una reacción química entre el aluminio, el agua y el oxígeno proveniente del aire a través de una membrana especial en la pared. El resultado es electricidad y calor. Por ejemplo, solo 25 gramos de aluminio y medio vaso de electrolito pueden producir aproximadamente 50 Wh de electricidad. Esto es suficiente para cargar 4-5 teléfonos inteligentes iPhone 5.

Durante la reacción, se forma arcilla blanca: hidróxido de aluminio. Es una sustancia no tóxica y segura que se encuentra en el suelo y es ampliamente utilizada en una amplia variedad de industrias.

Cuando se acaba el combustible (aluminio o agua), la sustancia resultante simplemente se puede verter, el dispositivo se enjuaga un poco y se recarga con un nuevo suministro de combustible, lo que toma solo un par de minutos. El aluminio se consume más lentamente que el agua, por lo que un juego de platos puede ser suficiente para varios llenados de agua con sal.

Una fuente de corriente de aire-aluminio en funcionamiento no hace ruido y no produce ninguna emisión, incluido el dióxido de carbono. Y a diferencia de otras fuentes de energía respetuosas con el medio ambiente que se utilizan hoy en día, por ejemplo, los paneles solares, no depende del clima, además, el calor que libera ayuda a que funcione incluso a temperaturas del aire muy bajas.

¿Cómo están las cosas?

En 2018, los ingenieros de AL Technologies implementaron un prototipo de una fuente de corriente turística. La primera prueba del bolígrafo se realizó mediante impresión 3D y fue puramente experimental. Se suponía que una fuente de este tipo del tamaño de una taza térmica podría cargar hasta 10 teléfonos inteligentes en un juego de placas que pesan 50 gramos.

El rendimiento no decepcionó, pero es necesario mejorar la ergonomía y la confiabilidad, lo que resultó como resultado de las primeras pruebas de laboratorio. Sin embargo, la idea misma de un dispositivo de este tipo fue bien recibida por los consumidores potenciales en la reciente exposición Startup Bazaar 2019 en Skolkovo, en la que participó AL Technologies, lo que definitivamente da a los desarrolladores un incentivo para no cerrar por completo el proyecto. 

¿Para qué?

Las fuentes de corriente de aire-aluminio son una tecnología versátil que teóricamente se puede adaptar a cualquier potencia hasta la escala de una central eléctrica.

Pero ahora, como primer producto, los ingenieros de AL Technologies están desarrollando una fuente de alimentación del tamaño de una unidad de sistema para baja potencia (hasta 500 W), pero fuente de alimentación a largo plazo (hasta dos semanas) para equipos industriales. Esto es muy importante cuando no es posible “visitar” frecuentemente la fuente de energía para recargarla. Se eligió esta estrategia debido al gran interés en esta fuente en particular. 

Caso de Éxito

La investigación de laboratorio en el campo de las fuentes de corriente aire-aluminio se lleva a cabo desde los años 90 del siglo pasado, pero todavía no existe un producto de consumo en el mercado. Una contribución especial a la investigación pertenece al grupo científico "Fuentes de corriente electroquímica" del Instituto de Aviación de Moscú, que incluye a Konstantin Pushkin, cofundador y director de AL Technologies.

La empresa se fundó en 2017 y pronto se convirtió en residente de Skolkovo. La startup ya ha visto interés en su primer producto y también ha recibido una subvención Skolkovo para su desarrollo. Para 2020, el primer producto debería entrar en producción en masa. Al mismo tiempo, se planea comenzar a mejorar la fuente de corriente turística.

El objetivo global de la empresa es traducir el concepto tecnológico de las fuentes de corriente de aire y aluminio en una gama de productos de diferentes capacidades que puedan aportar beneficios reales a las personas.

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