Cómo se está desarrollando el veganismo en Nepal

Más de una docena de animales están paralizados de la cintura para abajo, y muchos se están recuperando de horribles heridas (piernas, orejas, ojos y hocicos amputados), pero todos corren, ladran, juegan felices, sabiendo que son amados y seguros.

Nuevo miembro de la familia 

Hace cuatro años, después de mucha persuasión por parte de su esposo, Shrestha finalmente accedió a tener un cachorro. Al final, compraron dos cachorros, pero Shrestha insistió en que se los compraran a un criador: no quería que los perros callejeros vivieran en su casa. 

Uno de los cachorros, un perro llamado Zara, se convirtió rápidamente en el favorito de Shrestha: “Ella era más que un miembro de la familia para mí. Ella era como una niña para mí”. Zara esperaba en la puerta todos los días a que Shrestha y su esposo regresaran del trabajo. Shrestha empezó a levantarse más temprano para pasear a los perros y pasar tiempo con ellos.

Pero un día, al final del día, nadie conoció a Shrestha. Shrestha encontró al perro adentro, vomitando sangre. Fue envenenada por un vecino al que no le gustaba que ladrara. A pesar de los intentos desesperados por salvarla, Zara murió cuatro días después. Shrestha estaba devastada. “En la cultura hindú, cuando muere un miembro de la familia, no comemos nada durante 13 días. Hice esto para mi perro”.

Nueva vida

Después de la historia con Zara, Shrestha comenzó a mirar a los perros callejeros de manera diferente. Ella comenzó a alimentarlos, llevando comida para perros con ella a todas partes. Comenzó a notar cuántos perros se lesionaban y necesitaban atención veterinaria desesperadamente. Shrestha comenzó a pagar por un lugar en una perrera local para darles refugio, cuidado y comidas regulares a los perros. Pero pronto la guardería se desbordó. A Shrestha no le gustó eso. Tampoco le gustaba que ella no fuera la encargada de mantener a los animales en la perrera, por lo que, con el apoyo de su esposo, vendió la casa y abrió un refugio.

lugar para perros

Su refugio cuenta con un equipo de veterinarios y técnicos en animales, además de voluntarios de todo el mundo que vienen a ayudar a los perros a recuperarse y encontrar nuevos hogares (aunque algunos animales viven en el refugio a tiempo completo).

Los perros parcialmente paralizados también viven en el refugio. La gente suele preguntarle a Shrestha por qué no los pone a dormir. “Mi padre estuvo paralítico durante 17 años. Nunca pensamos en la eutanasia. Mi padre podía hablar y explicarme que quería vivir. Quizás estos perros también quieran vivir. No tengo derecho a sacrificarlos”, dice.

Shrestha no puede comprar sillas de ruedas para perros en Nepal, pero las compra en el extranjero: “¡Cuando pongo en sillas de ruedas a perros parcialmente paralizados, corren más rápido que los de cuatro patas!”.

Activista por los derechos de los animales y veganos

Hoy, Shrestha es vegana y una de las activistas por los derechos de los animales más destacadas de Nepal. “Quiero ser una voz para aquellos que no tienen una”, dice ella. Recientemente, Shrestha hizo campaña con éxito para que el gobierno de Nepal aprobara la primera Ley de Bienestar Animal del país, así como nuevos estándares para el uso de búfalos en las duras condiciones de transporte de la India en Nepal.

La activista por los derechos de los animales fue nominada para el título de "Icono juvenil 2018" y entró en el top XNUMX de mujeres más influyentes de Nepal. La mayoría de sus voluntarios y simpatizantes son mujeres. “Las mujeres están llenas de amor. Tienen tanta energía, ayudan a las personas, ayudan a los animales. Las mujeres pueden salvar el mundo”.

Cambiando el mundo

“Nepal está cambiando, la sociedad está cambiando. Nunca me enseñaron a ser amable, pero ahora veo a los niños locales visitando el orfanato y donando su dinero de bolsillo. Lo más importante es tener humanidad. Y no solo las personas pueden enseñarte humanidad. Lo aprendí de los animales”, dice Shrestha. 

El recuerdo de Zara la mantiene motivada: “Zara me inspiró para construir este orfanato. Su foto está al lado de mi cama. La veo todos los días y me anima a ayudar a los animales. Ella es la razón por la que existe este orfanato.

Foto: Jo-Anne McArthur / Nosotros, los animales

Deje un comentario