Dieta "milagrosa": el "efecto rebote" no es el peor que causa en su cuerpo

Dieta "milagrosa": el "efecto rebote" no es el peor que causa en su cuerpo

Nutrición

La dietista-nutricionista Ariadna Parés desvela los efectos que tiene sobre el cuerpo, las hormonas y el metabolismo seguir una dieta restrictiva

Dieta "milagrosa": el "efecto rebote" no es el peor que causa en su cuerpo

Promesa pérdida de peso rápida, eliminar un grupo de alimentos (o demonizarlo) o depender de un solo tipo de alimento, incluir testimonios de supuestos seguidores para aumentar su credibilidad o incluso ofrecer Productos alternos o suplementos que se supone que le ayudarán a perder peso o mejorar su salud. Estas son algunas de las características con las que podemos identificar la dietas restrictivas (o “dietas milagrosas”), según Ariadna Parés, dietista-nutricionista y consultora de la aplicación MyRealFood.

Algunos son más populares que otros porque algunos tienen su propio nombre comercial o signo de identidad, como el dieta dukan, que elimina casi por completo los carbohidratos o "Dieta de la alcachofa" o la dieta de la piña, que se eleva a un solo alimento. A otros les gusta Dietas de "desintoxicación" o Dietas "depurativas" se basan en el consumo casi exclusivo de zumos o batidos durante varios días. Y otros incluyen batidos o productos sustitutivos. Pero lo que todos ellos tienen en común, según Parés, es que son muy restrictivos y "Poner en riesgo la salud".

Así destruye el cuerpo

Lo peor de seguir dietas tan restrictivas no es lo conocido "efecto rebote" lo que lleva a recuperar el peso perdido en un tiempo récord o incluso más. Lo peor, según el experto de MyRealFood, es que muchas veces parte del peso que se ha perdido no proviene de la grasa, sino de Masa muscular. Y a partir de eso nos puede costar más recuperarnos porque se necesita una dieta y un plan de ejercicios específicos y adecuados.

Por si esto fuera poco, Parés añade que algunos estudios demuestran que a medio-largo plazo la composición corporal puede empeorar con aumento de la acumulación de grasa y que un ralentización del metabolismo más o menos permanentemente. “Esto es comprensible, ya que el organismo detecta escaseces prolongadas y entra en 'modo de ahorro' tanto reservando (acumulando más grasa) como gastando menos para sobrevivir”, argumenta Parés.

A nivel hormonal también puede haber alteraciones como el aumento de hormonas que hacen que el apetito y la reducción de los que dan sensación de saciedad, con lo que esto puede aumentar la sensación de hambre, según revela el experto. Otra consecuencia de las dietas tan restrictivas en cuanto a calorías y nutrientes son las Trastornos menstruales, ya que la amenorrea (falta de menstruación) puede ocurrir debido a la deficiencia de energía.

Enemigos de los hábitos saludables

Las dietas que buscan resultados rápidos son tan restrictivas que son casi imposibles de mantener a medio o largo plazo, por lo que su adherencia Es escasa o casi inexistente, y no brindan ningún tipo de educación nutricional para mejorar los hábitos alimentarios, según la dietista-nutricionista.

Con respecto a relación con la comida el experto advierte que este tipo de dietas pueden empeorarlo porque su carácter restrictivo y la dificultad de seguirlas al pie de la letra pueden hacer que aparezcan con frecuencia. frustración o sentimientos de culpa si no se logran los resultados esperados. «Esto suele provocar una círculo vicioso de períodos de dieta-sin dieta ya que al recuperar el peso perdido la persona decide volver a caer en ellos, empeorando su estado emocional y su relación con la comida ”, advierte el experto.

De hecho, a nivel psicológico una de las consecuencias más graves que puede tener este tipo de dieta es que contribuye a la aparición de algunos Desorden alimenticio (TCA)

¿Por dónde empiezo si quiero cambiar?

Tanto si queremos mejorar nuestra alimentación porque tenemos una patología como si perseguimos algún objetivo a nivel físico, lo mejor, según aconseja Ariadna Parés, es acudir a un dietista-nutricionista titulado, que es el que tiene los conocimientos y habilidades necesarias para ayudar con eficacia.

Lo que sí deja claro el experto es que “lograr un cambio rápido de cualquier forma” no es la solución y que lo realmente efectivo es perseguir esos objetivos sin poner en riesgo la salud, aprendiendo a mantener buenos hábitos alimentarios a largo plazo.

Por lo tanto, el primer paso debe ser aprender a llevar una dieta saludable basada en comida de verdad y buenos procesados ​​y dejando de lado los productos ultraprocesados. “Una vez que tenemos la base de una alimentación sana y nutritiva, podemos empezar a trabajar en los demás objetivos que tiene la persona”, aclara.

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