Nutrición muscular
 

Los músculos son los principales órganos del movimiento humano que obedecen al cerebro y controlan el sistema esquelético. Consisten en tejido muscular firme y elástico que puede contraerse bajo la influencia de los impulsos nerviosos. Participan en todos los procesos motores, desde sonreír hasta cargar pesos pesados.

Hay 640 músculos en el cuerpo humano. Los más pequeños de ellos son los responsables de la actuación del “martillo” ubicado en la oreja. Los más grandes (músculos de los glúteos) son los responsables del movimiento de las piernas. Y los músculos masticadores y de las pantorrillas son los más fuertes del cuerpo.

Datos interesantes:

  • La cantidad de músculo disponible en un recién nacido y un culturista es la misma. El tamaño depende solo de la sección transversal de la fibra muscular.
  • Los músculos constituyen aproximadamente el 40% del peso corporal total.
  • Los músculos más rápidos son los responsables de parpadear.

Alimentos saludables para los músculos

Para poder realizar determinados movimientos es necesario que los músculos responsables de estos cuenten con una cantidad suficiente de nutrientes. Gracias a una buena nutrición, los músculos no solo pueden funcionar, sino también crecer.

Como principales productos necesarios para la actividad muscular normal, se pueden distinguir los siguientes:

 
  • Carne de res. Campeón en el contenido de aminoácidos esenciales. Contiene creatina, una proteína que aumenta la masa muscular al reducir la grasa.
  • Huevos. Gracias a la lecitina que contienen, intervienen en asegurar el trabajo coordinado (sincrónico) de los músculos y el sistema nervioso. Además, además de proteínas, contienen mucha vitamina D, que es necesaria para la salud de los tendones musculares.
  • Pollo. Al igual que la carne de res, participa en la formación de fibras musculares.
  • Productos lácteos. Son una fuente insustituible de calcio orgánico, responsable de la conducción normal de los impulsos nerviosos. Además, son un excelente remedio para el dolor muscular.
  • Los vegetales verdes (brócoli, espárragos, judías verdes y lechuga) son fuentes de magnesio, que es responsable de reducir la congestión relacionada con el trabajo.
  • Caballa. Es rico en grasas saludables, que son especialmente necesarias en el proceso de trabajo muscular para aportarles energía. En ausencia de estas grasas, el cuerpo comienza a procesarse a sí mismo. Si está presente, este proceso se ralentiza significativamente, por lo que una persona tendrá tiempo suficiente para llegar al lugar de comer sin convertirse en un esqueleto cubierto de piel.
  • Una piña. Gracias a la enzima bromelina contenida en la piña, el proceso de transformación de las proteínas ingeridas en masa muscular llevará mucho menos tiempo que sin su presencia. Además, protege los músculos de la sobrecarga.
  • Té verde. Aumenta la resistencia de los músculos al estrés. Elimina el ácido láctico, reduciendo el dolor muscular.
  • Cúrcuma. Responsable de la regeneración. Es necesario para los músculos que, como resultado del trabajo, pueden sufrir microtraumatismos.
  • Alforfón. Gracias a los aminoácidos esenciales que contiene, el trigo sarraceno ocupa un lugar privilegiado entre los productos responsables de la regeneración muscular.
  • Almendra. Contiene la forma de vitamina E que se absorbe más fácilmente. Gracias a ella, las almendras ayudan a que los músculos se recuperen más rápido de las lesiones musculares.
  • Pimiento (rojo). En términos de contenido de vitamina C, no tiene igual. Fácilmente puede darle probabilidades al limón y la grosella negra. Y dado que esta vitamina es el componente más importante del colágeno, la inclusión de esta verdura en la dieta es una acción sumamente necesaria.

Recomendaciones generales

Para garantizar una vida productiva, es aconsejable comer de forma fraccionada 5-6 veces al día. Además, el 70% de la comida debe consumirse en la primera mitad del día. Solo en este caso, los músculos realizarán la función que está destinada a ellos.

Con un trabajo prolongado, el ácido láctico se acumula en los músculos. Para eliminarlo, necesita un buen descanso, té verde, ejercicio en una bicicleta estática y suficiente agua.

Remedios populares para normalizar el trabajo y limpiar el sistema muscular.

Para que el sistema muscular esté siempre en orden, es necesario cuidar no solo el suministro de nutrientes, sino también la eliminación de los nocivos.

Los siguientes métodos se utilizan para limpiar el sistema muscular:

  • Dieta limpiadora. El agua derretida se consume todo el día. Por la noche, debe beber un vaso de suero. No hay nada que comer en todo el día.
  • Jugo de arándano. Triturar los arándanos y verter agua hirviendo. (Es mejor seleccionar la concentración de bayas en la bebida de frutas individualmente). Agrega un poco de miel o azúcar. (Se agregan edulcorantes para neutralizar el exceso de ácido en la baya. La bebida debe ser ligeramente dulce o de sabor neutro) Beber varias veces durante el día. La limpieza se lleva a cabo en tres semanas.
  • Bayas. Las bayas como el agracejo, la grosella roja, el cornejo, las uvas y el chokeberry son útiles para limpiar los músculos.
  • Diente de león. La infusión de raíz de diente de león tiene un excelente efecto limpiador. Su sabor amargo tonifica el hígado, que comienza a lidiar mejor con la limpieza de todos los sistemas del cuerpo, incluido el músculo. ¡No en vano los franceses cultivan esta planta como planta cultural! Después de remojar en agua salada, las hojas de diente de león se utilizan para ensaladas.

Un baño ayudará a eliminar el ácido láctico de los músculos cansados. Durante los procedimientos de baño, mejora la circulación sanguínea en los músculos. El nivel de oxígeno aumenta. Se forman nuevos vasos. Los músculos reciben nuevas porciones de nutrientes.

Alimentos nocivos para los músculos

  • Azúcar, mermelada, torá y otros productos horneados.… Cuando se consume, se acumula grasa, no masa muscular.
  • Grasas… Cantidades excesivas de alimentos grasos causan bloqueo de calcio.
  • Comida frita… Las sustancias en los alimentos fritos irritan las fibras nerviosas y, como resultado, reducen el rendimiento muscular.
  • Alcohol… Provoca bloqueo de calcio. Además, bajo la influencia del alcohol, se producen cambios degenerativos en el tejido muscular.
  • Conservantes… Forman compuestos difíciles de digerir, lo que los hace prácticamente inútiles para los músculos.

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