Psicología

Los propios padres a menudo provocan rabietas de los niños con una gran cantidad de prohibiciones.

La pequeña María y su madre llegaron a la orilla del mar.

Mamá, ¿puedo jugar en la arena?

- No cariño. Mancharás tu ropa limpia.

Mamá, ¿puedo correr en el agua?

- No. Te mojarás y te resfriarás.

Mamá, ¿puedo jugar con los otros niños?

- No. Te perderás entre la multitud.

Mamá, cómprame helado.

- No. Te dolerá la garganta.

La pequeña Mary comenzó a llorar. La madre se volvió hacia una mujer que estaba cerca y dijo:

- ¡Ay dios mío! ¿Habías visto alguna vez a un niño tan histérico?

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