Propiedades útiles del baño.

La sauna y el baño de vapor se encuentran entre los métodos más antiguos de relajación. Contribuyen a una serie de efectos positivos, como la estimulación de la circulación sanguínea, el aumento de la sudoración y las secreciones mucosas, y un efecto inmunomodulador. Las visitas regulares a la sauna ayudan a equilibrar los componentes físicos y espirituales del cuerpo. Cuando se está en una sauna o baño, la temperatura, la humedad y el tiempo adecuados dependen de la condición de cada persona en particular. Una persona relativamente sana puede permanecer en una sauna seca y caliente (humedad 20-40%, 80-90C) durante unos 17 minutos, mientras que en un hammam húmedo y caliente (humedad 80-100%, 40-50C) durante unos 19 minutos. Después del baño, se recomienda descansar al menos media hora, beber jugo refrescante. La frecuencia de visita a los baños de vapor puede ser una vez por semana. Desde la antigüedad, se han agregado al baño varias hierbas con ciertas propiedades curativas para mejorar la salud. Mientras que en el baño de hierbas, la temperatura corporal se eleva, el sistema inmunológico se estimula, mientras que el crecimiento de bacterias y virus se ralentiza. La producción de glóbulos blancos (los principales agentes del sistema inmunitario) aumenta, al igual que la velocidad de su liberación en el torrente sanguíneo. Estimula la producción de interferón, una proteína antiviral que también tiene poderosas propiedades anticancerígenas.

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