¿Por qué se le agrega yodo a la sal?

La mayoría de la gente tiene una bolsa de sal yodada en su cocina. Los fabricantes escriben en los paquetes de sal que el producto está enriquecido con yodo. ¿Sabes por qué se añade yodo a la sal? Se cree que las personas carecen de yodo en su dieta diaria, pero

Un poco de historia

El yodo comenzó a agregarse a la sal en 1924 en los Estados Unidos, debido a que los casos de bocio (enfermedad de la tiroides) se hicieron más frecuentes en la región de los Grandes Lagos y el Noroeste del Pacífico. Esto se debió al bajo contenido de yodo en el suelo y su ausencia en los alimentos.

Los estadounidenses adoptaron la práctica suiza de agregar yodo a la sal de mesa para resolver el problema. Pronto, los casos de enfermedad de la tiroides disminuyeron y la práctica se convirtió en el estándar.

La sal se usa como portador de yodo porque es una manera fácil de introducir el micronutriente en su dieta diaria. La sal es consumida por todos y siempre. Incluso los alimentos para mascotas comenzaron a agregar sal yodada.

¿Qué es la sal peligrosa con yodo?

Esto ha cambiado desde los años 20 debido a la producción de productos químicos tóxicos y formas más rentables de recolectar sal. En épocas anteriores, la mayor parte de la sal se extraía del mar o de depósitos naturales. Ahora, la sal yodada no es un compuesto natural, sino cloruro de sodio creado artificialmente con la adición de yoduro.

El yoduro aditivo sintético está presente en casi todos los alimentos procesados: alimentos procesados ​​y alimentos de restaurante. Puede ser fluoruro de sodio, yoduro de potasio, sustancias tóxicas. Teniendo en cuenta que la sal de mesa también se blanquea, no puede considerarse una fuente saludable de yodo.

Sin embargo, el yodo es necesario para que la glándula tiroides produzca tiroxina y triyodotironina, dos hormonas clave para el metabolismo. Cualquier forma de yodo contribuye a la producción de hormonas tiroideas T4 y T3.

Un estudio realizado en la Universidad de Texas en Arlington dice que dicha sal no previene la deficiencia de yodo. Los científicos revisaron más de 80 tipos de sal comercial y encontraron que 47 de ellos (¡más de la mitad!) no cumplían con los estándares estadounidenses para los niveles de yodo. Además, cuando se almacenan en condiciones húmedas, el contenido de yodo en dichos productos disminuye. Conclusión: solo el 20% de la gama de sal yodada puede considerarse realmente una fuente de aporte diario de yodo.

 

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