Por qué los probióticos necesitan prebióticos y nosotros ambos
 

Probablemente hayas escuchado hablar sobre los beneficios de los probióticos para la digestión. El término "probiótico" se introdujo por primera vez en 1965 para describir microorganismos o sustancias que son secretadas por un organismo y estimulan el crecimiento de otro. Esto marcó una nueva era en el estudio del sistema digestivo. Y es por eso.

En nuestro cuerpo hay alrededor de cien billones de células de microorganismos, microbios que forman la microflora. Algunos microbios, los probióticos, son importantes para la función intestinal: ayudan a descomponer los alimentos, protegen contra las bacterias malas e incluso influyen en las tendencias a la obesidad, como escribí recientemente.

No los confunda con los prebióticos: estos son carbohidratos no digeribles que estimulan la actividad de las bacterias en el sistema digestivo. Se encuentran, por ejemplo, en repollo, rábanos, espárragos, cereales integrales, chucrut, sopa de miso. Es decir, los prebióticos sirven como alimento para los probióticos.

En promedio, el tracto digestivo humano contiene alrededor de 400 especies de bacterias probióticas. Matan las bacterias dañinas, ayudan a prevenir infecciones en el tracto gastrointestinal y reducen la inflamación. Lactobacillus acidophilus, que se encuentran en el yogur, constituyen el grupo más grande de probióticos en los intestinos. Aunque la mayoría de los probióticos son bacterias, la levadura conocida como Saccharomyces boulardii (un tipo de levadura de panadería) también puede proporcionar beneficios para la salud cuando se consume viva.

 

Las posibilidades de los probióticos ahora se están estudiando activamente. Por ejemplo, ya se ha descubierto que ayudan a prevenir y tratar enfermedades gastrointestinales. Según la encuesta Cochrane (Revisión Cochrane) En 2010, 63 ensayos de probióticos en los que participaron ocho mil personas con diarrea infecciosa mostraron que entre las personas que tomaban probióticos, la diarrea duró 25 horas menos y el riesgo de diarrea de cuatro días o más se redujo en un 59%. El uso de prebióticos y probióticos en los países en desarrollo, donde la diarrea sigue siendo la principal causa evitable de muerte en niños menores de 5 años, puede ser clave.

Los científicos continúan explorando otros posibles beneficios económicos y para la salud al adaptar los hallazgos de la investigación a alimentos funcionales y medicamentos terapéuticos para una amplia gama de enfermedades, como la obesidad, la diabetes, la enfermedad inflamatoria intestinal y la desnutrición.

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