34a semana de embarazo (36 semanas)

34a semana de embarazo (36 semanas)

34 semanas de embarazo: ¿dónde está el bebé?

A las 34 semanas de embarazo, el bebé mide una media de 43 cm. Su peso es de 2,2 kg. Le están creciendo el pelo y las uñas. El fino plumón que cubre su piel comienza a caer. Se sustituye por una capa, la vérnix caseosa, que protege su piel y facilitará su nacimiento. A medida que las capas de grasa se asientan debajo de su piel, la piel se tensa y la figura del bebé se vuelve redondeada. Para cuando nazca, ganará 1 kg de media. 

El bebé alterna fases de actividad y fases de sueño. A lo largo del día, ingiere grandes cantidades de líquido amniótico. Lo trata con los riñones y luego lo rechaza como orina en la bolsa amniótica. El meconio continúa acumulándose en sus intestinos. Si aún no lo ha hecho, el bebé aún puede darse la vuelta para nacer.

En esta etapa del embarazo, todos sus órganos están maduros, a excepción de los pulmones, que aún requieren algunas semanas para ser completamente funcionales. Comienza la llamada etapa alveolar: los alvéolos pulmonares se multiplican, la red capilar se homogeneiza. El surfactante, esa sustancia grasa que recubre cada alvéolo para evitar que se contraiga, continúa secretándose. Es muy importante para la madurez pulmonar del bebé.

Si el parto se produce en el 36 WA, hablamos de prematurez promedio (nacimiento entre el 32 y el 36 WA completado). El bebé necesitaría cuidados y supervisión, pero está en condiciones de vivir fuera del útero de su madre.

¿Dónde está el cuerpo de la madre a las 34 semanas de embarazo?

Con 7 meses de embarazo, la barriga comienza a pesar mucho. Y por una buena razón: el útero, el bebé, el líquido amniótico y la placenta pesan en promedio 5 kg. Los gestos diarios, el caminar, la postura se ven afectados y la fatiga comienza a sentirse por la futura madre. 

Ocasionalmente, puede sentir rigidez o tensión en la parte superior del útero. Estas son las contracciones de Braxton Hicks, que permiten que el útero se entrene para el parto. Estas contracciones fisiológicas son indoloras, irregulares y no tienen ningún efecto sobre el cuello uterino. Si se multiplican y se vuelven dolorosos, se recomienda consultar.

Es común durante el embarazo tener picazón en el estómago. La mayoría de las veces debido a la falta de hidratación y los cambios hormonales durante el embarazo, esta picazón suele ser leve. Sin embargo, si son muy frecuentes, intensos y afectan además a las palmas de las manos y las plantas de los pies o incluso a todo el cuerpo, es importante consultar sin demora. Puede ser un síntoma de colestasis del embarazo, una complicación del embarazo tardío que requiere tratamiento inmediato. 

 

Preparación para el parto

La futura madre se beneficia de 8 sesiones de preparación al parto cubiertas al 100% por el Seguro de Salud. Ya sea un primer bebé, un segundo, un tercero o más, estas sesiones de preparación para el parto son muy recomendables. Se trata de momentos privilegiados de intercambio con profesionales de la maternidad, en un período en el que la soledad a veces puede pesar sobre la futura madre. 

La preparación clásica para el parto generalmente comienza con la salida de la licencia por maternidad. Las sesiones tienen lugar en el lugar del parto o en la oficina de una partera liberal. 

Existen muchos otros tipos de preparación para el parto: haptonomía, terapia de relajación, preparación para la piscina, canto prenatal, yoga prenatal, hipnosis prenatal, etc. Algunas se pueden tomar junto con la preparación clásica.  

El inicio de la baja por maternidad

Para un primer o segundo hijo, la licencia por maternidad comienza 6 semanas antes de la fecha prevista de parto (DPA). Por tanto, para la futura madre ha llegado el momento de descansar y fortalecerse para el parto y después del parto. El certificado de paro laboral debe enviarse al Seguro de Salud lo antes posible. 

Sin embargo, es posible diferir parte de la licencia prenatal (las primeras 3 semanas como máximo) hasta la licencia posnatal, por prescripción médica o partera.

 

Cosas para recordar a las 36: XNUMX PM

Normalmente se llevó a cabo la consulta del octavo mes (sexta consulta prenatal). Si se ha prescrito pelvimetría para comprobar el tamaño de la pelvis para el parto, es recomendable hacerlo lo antes posible.

Otra cita importante al final del embarazo: la consulta con el anestesiólogo. Es muy recomendable, incluso para mujeres embarazadas que deseen dar a luz sin epidural. Se prescribirá un análisis de sangre al final de esta consulta. 

Asimismo, es fundamental realizar la torunda vaginal lo antes posible para el estreptococo B. 

Finalmente, es hora de preparar el kit de maternidad y la bolsa para la sala de partos, si aún no lo ha hecho. Además del negocio para el bebé y su madre, no olvide los diversos papeles: Carte Vitale, certificado de mutuo seguro, resultados de exámenes, etc. Lo mejor es guardarlos todos en un bolsillo.

 

Asesorías

En esta etapa del embarazo, el bebé consume mucho calcio y hierro, y es en las reservas de la madre donde los extraerá. Además, es importante que obtenga suficiente. Los productos lácteos (yogures, requesón, quesos) son buenas fuentes de calcio, pero también se encuentra en las sardinas enlatadas (con espinas), el tofu, las alubias blancas, ciertas aguas minerales (Hépar, Contrex, Courmayer, Quézac). La vitamina D, sintetizada principalmente durante la exposición solar, es fundamental para la correcta absorción y fijación del calcio. Debido a que las carencias son frecuentes, especialmente en invierno o en zonas con poca insolación, generalmente se prescribe la suplementación durante el embarazo, en forma de ampolla única.

En cuanto al hierro, se toma en su forma animal (o hemo, la forma mejor asimilada) de la carne y el pescado, y en forma vegetal (no hemo) de las legumbres (lentejas, garbanzos, frijoles rojos), semillas de calabaza, especialmente tofu. . Si es necesario, se prescribirá un suplemento de hierro.

También es fundamental que la madre esté bien hidratada durante todo el día para facilitar el trabajo de los riñones que, además de sus propios desechos, deben eliminar los del bebé. También es una acción preventiva contra las infecciones del tracto urinario, cuyo riesgo aumenta durante el embarazo. 

Salvo que existan contraindicaciones (contracciones, cérvix modificado, amenaza de parto prematuro), es recomendable continuar una actividad física adaptada al embarazo: caminar, gimnasia suave, yoga prenatal, natación. Esto ayuda a limitar algunos inconvenientes al final del embarazo (trastornos venosos, estreñimiento), a mantenerse en forma para el parto, pero también a aliviar las tensiones y preocupaciones que pueden aumentar a medida que se acerca el día D. 

El perineo es un conjunto de músculos, ligamentos y tejidos que sostienen, como una hamaca, los genitales, la vejiga y el ano. Desempeñará un papel clave durante el parto, especialmente durante el empujón. Para tomar conciencia de esta zona, puede ser interesante realizar algunos ejercicios, entrenando para contraer su esfínter anal, luego su esfínter urinario. Tenga cuidado, sin embargo, de no realizar este ejercicio durante la micción, como se recomendaba anteriormente (solíamos hablar de “dejar de orinar”). 

Embarazo semana a semana: 

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