4 tipos de temperamento infantil

Todos los niños son diferentes, y las técnicas de crianza que funcionan para uno pueden no funcionar para otro. Pero aún así, se pueden rastrear ciertos patrones. En el libro “Hijos del Cielo. The Art of Positive Parenting, el psicólogo estadounidense John Gray identifica cuatro tipos de temperamento infantil y, en consecuencia, cuatro enfoques para comunicarse con los niños.

La tarea principal de la metodología John Gray es ayudar a los padres a criar a un miembro de la sociedad libre, feliz e independiente. Y para esto, cree el autor, los padres deben aprender a comunicarse con el niño, teniendo en cuenta las peculiaridades de su temperamento.

Cada niño es único e irrepetible. Todos tenemos características, habilidades, necesidades e intereses. Los padres deben ser conscientes de esto y no caer en la desesperación si su hijo o hija es significativamente diferente de los hijos de sus amigos, hermanos y hermanas mayores. En educación, la comparación es inaceptable.

Además, el autor recomienda utilizar diferentes enfoques para criar hijas e hijos. En resumen, esta idea se puede reducir a la fórmula “cuidar a las niñas, confiar en los niños”. Las niñas realmente necesitan una actitud más reverente y afectuosa. Pero los niños necesitan que se les confíe, proporcionando más independencia.

Al determinar el tipo de temperamento del niño, puede establecer una comunicación más efectiva con él. Pero ten en cuenta que el temperamento no siempre se manifiesta en su forma más pura. A veces es posible una combinación de dos o incluso tres, entonces el niño se comporta de manera completamente diferente incluso en situaciones similares.

1. Sensible

Tipo de personalidad emocionalmente frágil, vulnerable y sensible. Quejarse es parte de la naturaleza de un niño así. Los niños sensibles necesitan simpatía, reconocimiento de sus experiencias y agravios.

Dele a su hijo la oportunidad de compartir sus dificultades e inmediatamente se sentirá mejor. El principal error es tratar de animar a un hijo o hija sensible. Lo más probable es que esto conduzca al resultado opuesto: el niño se concentrará aún más en lo negativo.

Cómo comunicarse. Estos niños reaccionan bruscamente a situaciones relacionadas con sus deseos y necesidades. A menudo responden al rechazo con lágrimas y al mismo tiempo están dispuestos a cooperar cuando pueden ser escuchados y comprendidos. Un niño sensible necesita más atención, los padres deben ayudarlo a hacer amigos entre sus compañeros.

Con el apoyo de los adultos, los niños sensibles se vuelven menos retraídos, más alegres y activos.

2. activo

Estos niños están más interesados ​​en la capacidad de influir en el mundo que les rodea. Se esfuerzan por tomar acción y lograr resultados. Tienen madera de líderes desde que nacen, les encanta estar en el centro de atención.

Sin embargo, para los niños activos, debe establecer límites de inmediato, de lo contrario, rápidamente van más allá de lo permitido y se resisten a las decisiones de los adultos.

Los niños con tal temperamento siempre deben recordar que los padres todavía están a cargo. Pero en ciertas situaciones, debe dejar que el niño activo dirija.

Cómo comunicarse. Estos niños se ven afectados positivamente por los deportes de equipo bajo la supervisión de un entrenador sabio. Es muy importante no olvidar fomentar el deseo del niño de triunfar. Es importante que sepa que creen en él, entonces mostrará sus mejores cualidades. Pero tales niños soportan duramente la inacción. No les gusta esperar ni hacer cola. Por lo tanto, durante una lección aburrida, es mejor inventar inmediatamente un juego u otro entretenimiento.

Los niños activos se ponen en contacto fácilmente cuando se les da un plan de acción: “Primero vamos a la tienda. Tendrás que tener un poco de paciencia. Pero luego iremos al parque y podrás jugar”. Con el tiempo, estos niños se vuelven más complacientes, listos para la cooperación y el compromiso.

3. Reactivo

Tales niños suelen ser más sociables y amigables que sus compañeros. Es importante para ellos interactuar con los demás, siempre estudian la reacción a su comportamiento. Al mismo tiempo, están abiertos a nuevas sensaciones y emociones.

Se esfuerzan por ver, escuchar y experimentar tanto como sea posible y aman el cambio. Debido a esto, a veces es difícil para un niño reactivo concentrarse, poner fin a algunos asuntos. Necesitan estimulación constante y una guía clara de los padres.

Cómo comunicarse. La prioridad es el cambio constante de actividad. Vaya más con un niño así a nuevos parques infantiles, museos y teatros, mire dibujos animados y lea libros. Además: un niño así es más fácil de cambiar y cautivar con algo. Les encanta ayudar a sus padres en nuevas actividades. Un simple “Hagamos algo interesante ahora…” es suficiente, y ahora el niño está ayudando a hornear galletas o pasar la aspiradora.

Es importante recordar que los niños reactivos son muy volubles y se aburren rápidamente. Al mismo tiempo, habiendo encontrado un trabajo de su agrado, a menudo se vuelven más diligentes y disciplinados.

4. Receptivo

Es importante que los niños receptivos entiendan lo que sucederá en el momento siguiente y qué esperar del mañana. La previsibilidad es importante para los niños con este temperamento.

Necesitan tiempo para prepararse y acostumbrarse a una nueva actividad. Por lo tanto, en ningún caso debe apresurarlos o regañarlos por su lentitud. Por ejemplo, en un patio de juegos, un niño receptivo se une al juego solo después de observarlo y comprender sus reglas.

Cómo comunicarse. Un niño así necesita establecer tareas, rituales, rutinas diarias y el apoyo de los padres en un nuevo negocio son importantes para él. Sin ella, el niño no puede adquirir ningún interés en absoluto. Le cuesta salir de su zona de confort. Para animar a su hijo a hacer algo, primero deje que lo observe mientras lo hace. Explique en detalle qué es qué y por qué. A estos niños les encantan las explicaciones detalladas.

No hay necesidad de involucrar a la fuerza a un hijo o hija en una actividad común. Esto provocará una reacción violenta y una resistencia violenta. Aunque en general los niños receptivos son complacientes y fáciles de contactar, son muy amables y atentos. Con el tiempo, pueden volverse más activos.


Sobre el autor: John Gray es psicólogo y especialista en relaciones familiares. Es autor de 17 libros sobre relaciones humanas, incluido el éxito de ventas Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus.

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