5 consejos nutricionales que no debes escuchar

Algunos de los hábitos alimenticios y culinarios que sabemos que son extremadamente saludables no son realmente saludables. ¿Qué clichés de una nutrición supuestamente correcta es mejor abandonar?

Multivitaminas

La publicidad obsesiva nos dice que nuestra salud no se puede restaurar sin tomar vitaminas sintéticas. Sin embargo, guarda silencio sobre el hecho de que solo una pequeña parte es absorbida por ellos. Las vitaminas de los alimentos se absorben mejor y más rápido, e incluso la papilla más común es rica en nutrientes. Coma más frutas y verduras, beba más agua y no se exceda con los suplementos vitamínicos.

Jugo fresco

Algunos nutricionistas recomiendan comenzar el día con jugo de frutas recién hecho. Por supuesto, sus beneficios en comparación con los industriales empaquetados son bastante grandes. Pero es aún mejor comer verduras y frutas frescas, conservando la fibra dietética y las vitaminas. Además, masticar produce suficiente saliva para mejorar la digestión.

 

Vitamina C

Durante el período de propagación de enfermedades e infecciones virales, muchos de nosotros tomamos cantidades muy grandes de ácido ascórbico, vitamina C. Su exceso en el cuerpo puede provocar mala salud: dolor de cabeza, problemas digestivos. Una alternativa mucho mejor durante estos períodos sería comer verduras y frutas que contengan esta vitamina: naranjas, kiwis, grosellas, fresas, todas las variedades de repollo y pimiento morrón, espinacas y eneldo.

Productos sin grasa

La obsesión por los alimentos bajos en grasas puede jugarle una broma cruel a tu cuerpo. Estos productos supuestamente livianos contienen muchos aditivos que preservan la estructura y el sabor. Son estos suplementos los que pueden causar exceso de peso y mal funcionamiento del sistema digestivo. Además, las grasas necesariamente deben ingresar al cuerpo, sin ellas el trabajo de muchos sistemas y órganos es imposible.

Claras de huevo 

Se cree que el consumo frecuente de yema de huevo aumenta los niveles de colesterol, razón por la cual muchas personas solo comen claras de huevo. Incluso se venden paquetes de proteínas separadas para facilitar su uso. Sin embargo, según la investigación, la yema de huevo no provoca cambios en los niveles de colesterol, mientras que la yema también contiene los nutrientes que nuestro cuerpo necesita.

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