Asma bronquial. Fuentes naturales de ayuda al organismo

El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias que provoca dificultad para respirar. Si experimenta algún síntoma de asma, debe consultar a un médico, ya que esta no es una enfermedad con la que pueda automedicarse. Sin embargo, además del tratamiento principal, le sugerimos que considere fuentes naturales para aliviar el asma. 1) Ejercicios de respiración Buteyko Este método fue desarrollado por el investigador ruso Konstantin Pavlovich Buteyko. Incluye una serie de ejercicios de respiración y se basa en la idea de que aumentar el nivel de dióxido de carbono en la sangre a través de una respiración superficial (superficial) puede ayudar a las personas con asma. Se cree que el dióxido de carbono (dióxido de carbono) dilata los músculos lisos de las vías respiratorias. En un estudio que involucró a 60 asmáticos, se comparó la efectividad de la gimnasia Buteyko, un dispositivo que simula pranayama (técnicas de respiración de yoga) y un placebo. Los investigadores encontraron que las personas que usaron la técnica de respiración Buteyko redujeron los síntomas del asma. En los grupos de pranayama y placebo, los síntomas permanecieron al mismo nivel. El uso de inhaladores se redujo en el grupo Buteyko 2 veces al día durante 6 meses, mientras que no hubo cambios en los otros dos grupos. 2) Ácidos grasos omega En nuestra dieta, una de las principales grasas que provoca inflamación es el ácido araquidónico. Se encuentra en algunos alimentos como las yemas de huevo, los mariscos y las carnes. Menos consumo de estos alimentos reduce la inflamación y los síntomas del asma. Un estudio alemán analizó datos de 524 niños y encontró que el asma era más común en niños con altos niveles de ácido araquidónico. El ácido araquidónico también se puede formar en nuestro cuerpo. Otra estrategia para reducir los niveles de ácido araquidónico es aumentar la ingesta de grasas saludables como el ácido eicosapentanoico (del aceite de pescado), el ácido gamma-linolénico del aceite de onagra. Para reducir el sabor a pescado después de tomar aceite de pescado, tome las cápsulas solo antes de las comidas. 3) Frutas y verduras Un estudio que analizó los diarios de alimentación de 68535 mujeres encontró que las mujeres que consumían más tomates, zanahorias y verduras de hoja tenían menos síntomas de asma. El consumo frecuente de manzanas también puede proteger contra el asma, y ​​el consumo diario de frutas y verduras durante la infancia reduce el riesgo de desarrollar asma. Científicos de la Universidad de Cambridge afirman que los síntomas de asma en adultos están asociados con una baja ingesta de frutas, vitamina C y manganeso. 4) Ungulados blancos Butterbur es una planta perenne originaria de Europa, Asia y América del Norte. Sus principios activos, petasina e isopetasina, reducen los espasmos musculares, aportando un efecto antiinflamatorio. Según un estudio de 80 asmáticos durante cuatro meses, el número, la duración y la gravedad de los ataques de asma se redujeron después de tomar petasita. Más del 40% de las personas que consumían drogas al inicio del experimento redujeron su consumo al final del estudio. Sin embargo, la petasita tiene una serie de posibles efectos secundarios, como malestar estomacal, dolor de cabeza, fatiga, náuseas, vómitos o estreñimiento. Las mujeres embarazadas y lactantes, los niños y las personas con enfermedades renales y hepáticas no deben tomar petasita. 5) método de biorretroalimentación Este método se recomienda como terapia natural para el tratamiento del asma. 6) Boswellia Se ha demostrado que la hierba Boswellia (árbol de incienso), utilizada en la medicina ayurvédica, inhibe la formación de compuestos llamados leucotrienos, según estudios preliminares. Los leucotrienos en los pulmones causan la constricción de las vías respiratorias.

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