Coach para adolescentes: ¿elegir un educador cuando nada va bien?

Coach para adolescentes: ¿elegir un educador cuando nada va bien?

La adolescencia puede ser un período difícil, durante el cual los padres pueden sentirse muy solos e indefensos ante este joven en crisis de identidad. No comprenden las necesidades, las expectativas, no pueden satisfacerlas. Cuando la crisis está ahí y las relaciones familiares se están deteriorando, acudir a un educador puede ayudar a respirar un poco.

¿Qué es un educador?

Los educadores especializados están hechos para ayudar a los jóvenes en dificultades y a sus familias a superar el complicado curso de la adolescencia.

Para obtener el título de educador, este profesional cuenta con una sólida formación de al menos tres años completos de estudios multidisciplinarios, en particular en psicología infantil y adolescente, en sociología y en métodos y técnicas de educación especializada.

Pertenece al campo de los trabajadores sociales, lo que le permite intervenir como educador de adolescentes en muchas instituciones: internado, hogar educativo o servicio de ambiente abierto.

Puede realizar diferentes funciones:

  • llevar el título de entrenador de padres;
  • tener el rol de asesor educativo;
  • ser un educador especializado en un ambiente abierto o cerrado.

Para los casos relacionados con sanciones legales, también hay educadores de la Protección Judicial de la Juventud adscritos a la Dirección del Ministerio de Justicia.

También hay profesionales independientes, denominados entrenador educativo, mediador o asesor de padres. El vacío legal sobre estos nombres no permite identificar la formación recibida por estos profesionales.

Más que un trabajo, una vocación

Esta profesión no se puede aprender completamente a través de la formación. Algunos educadores son ellos mismos ex adolescentes en crisis. Por lo tanto, conocen bien las palancas del apaciguamiento y dan testimonio, con su calma y su presencia, de la posibilidad de salir de ella. A menudo son los más eficaces en su papel de educadores, porque conocen los peligros y han experimentado por sí mismos los frenos y las palancas para operar.

¿Cómo puede ayudarlo?

La postura del educador es ante todo crear un vínculo de confianza con el adolescente y su familia.

Son necesarias muchas experiencias de campo, pero también práctica y conocimientos. La empatía también es importante, no se trata de entrenar a estos adolescentes inactivos para que se alineen, sino de comprender lo que necesitan para una vida pacífica en la sociedad.

El educador, a menudo llamado por los padres, primero observará y discutirá para averiguar dónde está el (los) problema (s):

  • conflictos familiares, violencia, enojo hacia los padres;
  • dificultad de integración profesional y social;
  • comportamiento antisocial, delincuentes;
  • Adicción a sustancias ;
  • prostitución.

Trabaja en conjunto con el médico tratante, para determinar todas las causas relacionadas con una patología física o psicológica, que podrían explicar este comportamiento.

Una vez descartadas estas causas, podrá estudiar:

  • el entorno del adolescente (lugar de residencia, habitación, escuela);
  • aficiones ;
  • nivel escolar;
  • reglas educativas o la ausencia de límites aplicados por los padres.

Su enfoque es global para apoyar mejor al adolescente y su familia. Una vez que tiene todos estos elementos, puede así establecer algunas metas para el éxito, hablando siempre con el adolescente y su familia, por ejemplo, "reducir la ira, aumentar sus calificaciones en la escuela, etc." “.

Participa

Una vez establecidos los objetivos, ayudará al adolescente y su familia a alcanzarlos formalizando los pasos. Al igual que los corredores de larga distancia, no podrán hacer un maratón en el primer intento. Pero entrenando y corriendo cada vez más, lograrán sus deseos y metas.

Hablar es bueno, hacer es mejor. El educador permitirá concretar la voluntad de cambio. Por ejemplo: ayudará a los padres a determinar la hora de acostarse, las condiciones para hacer los deberes, la frecuencia con la que se usa la computadora portátil, etc.

Gracias a la intervención del educador, el joven y su familia se verán enfrentados a sus actos y sus consecuencias. Es así que hay un espejo firme y benévolo y recordar las reglas fijadas cuando estas no se respetan o se respetan mal.

Aliviar la culpa de los padres

Ciertos hechos traumáticos en la vida de sus hijos y en su propia vida requieren la intervención de un tercero. La muerte de un ser querido, el acoso escolar, la violación… La modestia y la confesión del fracaso pueden impedir que los padres recurran a un profesional. Pero todos los seres humanos necesitan ayuda en algún momento de su vida.

Según los profesionales de Consul'Educ, es útil buscar asesoramiento antes de llegar a la violencia física. Una bofetada no es la solución y cuanto más se demoren los padres en consultar, más se arraigará el problema.

Hervé Kurower, fundador de Consul'Educ, Docente-Educador de Educación Nacional durante muchos años, notó una falta real de ayuda educativa en el hogar durante sus funciones. Recuerda que la palabra "educación" proviene originalmente de "ex ducere" que significa sacar de uno mismo, desarrollarse, florecer.

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