Síndrome compartimental

Síndrome compartimental

El síndrome compartimental es causado por un aumento anormal de la presión en los tejidos contenidos dentro de un compartimento muscular llamado compartimento. En su forma crónica, se produce con el esfuerzo y causa dolores musculares y nerviosos de diversa gravedad. El síndrome agudo también puede ocurrir después de un traumatismo, lo que requiere una cirugía de emergencia. La cirugía también es una respuesta cuando no se ha encontrado una solución médica en formas crónicas.

¿Qué es el síndrome compartimental?

Definición

El síndrome compartimental, o síndrome compartimental, es la consecuencia del aumento de la presión intratisular en uno o más compartimentos, es decir en los compartimentos musculares cerrados por una membrana fibrosa inextensible denominada aponeurosis que están presentes en la pierna, antebrazo o mano. . Esta patología dolorosa puede ir acompañada de una disminución de la circulación sanguínea (isquemia) que aumenta el sufrimiento de las fibras musculares y nerviosas.

La severidad es variable dependiendo de la importancia de la sobrepresión.

En un tercio de los casos, hay hernias musculares: en algunos lugares, las masas musculares terminan saliendo de su contenedor a través de la aponeurosis rota.

Causas

El síndrome compartimental es el resultado de un conflicto entre el recipiente (la aponeurosis) y el contenido (tejido muscular, pero también nervios y vasos sanguíneos). El aumento de volumen muscular puede estar relacionado con contracción muscular, edema o formación de hematomas, o incluso anomalías venosas o musculares. También podrían estar implicadas anomalías del contenedor, por ejemplo, una aponeurosis engrosada tras fibrosis o traumatismo.

En el síndrome compartimental crónico, el esfuerzo provoca directamente un aumento excesivo del volumen muscular, reversible en un tiempo variable tras la parada. La cría es la localización más frecuente. Los ataques son bilaterales en el 50 al 80% de los casos.

La forma aguda está relacionada con un aumento repentino de la presión después de un traumatismo y / o demasiada compresión por un vendaje o un yeso, lo que provoca congestión de los músculos. Hablamos del síndrome de Volkmann cuando afecta a un antebrazo escayolado. El elemento de compresión debe retirarse lo antes posible.

Diagnóstico

En el síndrome compartimental crónico, las manifestaciones dolorosas se producen únicamente durante el esfuerzo, con respecto al compartimento en cuestión y siempre de forma idéntica (mismo tipo de esfuerzo, mismo retraso).

El examen físico es normal en reposo, pero los compartimentos están tensos y dolorosos después de una prueba de esfuerzo (por ejemplo, en una cinta) y las hernias musculares se endurecen.

Medida de la presión intramuscular.

La medición de la presión intramuscular mediante un dispositivo que comprende una aguja implantada en el compartimento permite confirmar el diagnóstico. El procedimiento clásico consta de tres medidas: en reposo, 1 minuto después del ejercicio y 5 minutos después del ejercicio. Los valores normales en reposo son del orden de 15 mm Hg. Las presiones por encima de este valor más de 6 minutos después del ejercicio, o valores que superen los 30 o incluso 50 mm de mercurio justo después del ejercicio se consideran patológicos.

Pueden ser necesarias diferentes pruebas para descartar otros diagnósticos:

  • prueba de sangre,
  • resonancia magnética,
  • radiografía,
  • Eco Doppler,
  • gammagrafía
  • electromiograma (EMG) que mide la actividad neuromuscular.

Cuando los signos clínicos son suficientes para diagnosticar el síndrome compartimental agudo, la medición de la presión no es necesaria y no debe retrasar la cirugía.

¿A quién le preocupa?

Nueve de cada diez personas tienen síndrome compartimental crónico. Suele tratarse de un joven deportista de entre 20 y 30 años. La intensificación de la práctica suele ser el origen de su aparición.

Los trabajadores manuales o los músicos pueden sufrir el síndrome compartimental del miembro superior.

Los factores de riesgo

Algunos deportes ejercen una tensión excesiva y repetida sobre los mismos músculos y promueven el desarrollo del síndrome compartimental.

Los síndromes de box en la pantorrilla afectan principalmente a corredores de larga y media distancia o participantes en deportes de equipo asociados con la carrera como el fútbol. El esquí de fondo, las caminatas rápidas, el patinaje sobre ruedas o la natación con aletas también son deportes de riesgo.

Los síndromes de los compartimentos de los miembros superiores se pueden asociar a la práctica de motocross, windsurf, esquí acuático, escalada…

Síntomas del síndrome compartimental

Síndrome compartimental crónico

El dolor es el síntoma principal. Acompañado de una sensación de tensión, te obliga a detener el esfuerzo. Es de intensidad variable y podría provocar, por ejemplo, una simple cojera o por el contrario ser muy violento.

Pueden asociarse sensaciones anormales de hormigueo, entumecimiento u hormigueo (parestesias), así como parálisis transitoria del compartimento afectado.

El dolor cede más o menos rápidamente en reposo, pero los dolores pueden persistir durante unos días.

Es probable que el síndrome compartimental no tratado empeore lentamente, apareciendo dolor con esfuerzos cada vez menos intensos, y existe el riesgo de desarrollar una forma aguda en la que el dolor persiste después del esfuerzo.

Síndrome compartimental agudo

El dolor muy intenso o incluso insoportable es de tipo calambre o tensión. No se alivia con un cambio de posición y se muestra resistente a los analgésicos. La caja se estira a la palpación.

Rápidamente aparece un déficit de sensibilidad del nervio que inerva el compartimento dañado. La parestesia progresa hasta la pérdida de sensibilidad seguida de anestesia.

Si el tratamiento se retrasa, la falta de irrigación (isquemia) provoca la desaparición de los pulsos periféricos y un déficit motor que da como resultado daños en el músculo y el nervio.

Tratamiento del síndrome compartimental

La adaptación de la práctica deportiva y el tratamiento médico puede superar el síndrome compartimental crónico. El tratamiento quirúrgico puede ser discutido en deportistas que padecen molestias importantes, sabiendo que la interrupción de la práctica deportiva es una alternativa. La cirugía se realiza en caso de fracaso del tratamiento médico después de 2 a 6 meses. Debe practicarse con urgencia ante el síndrome compartimental agudo.

Prevención y rehabilitación deportiva

Implica reducir la intensidad de los esfuerzos o cambiar de actividad, adaptar el tipo de entrenamiento (estiramientos, calentamientos), modificar equipos o gestos, etc.

Tratamiento médico.

A veces se sugiere el uso de medicamentos venotónicos o el uso de calcetines de compresión.

La fisioterapia es eficaz en algunos casos. Se basa principalmente en ejercicios de estiramiento (para el antebrazo) y en diferentes tipos de masajes.

Tratamiento quirúrgico

Tiene como objetivo obtener la descompresión abriendo los compartimentos correspondientes (aponeurotomía). La intervención clásica requiere incisiones cutáneas bastante grandes, siendo la cirugía artroscópica microinvasiva una alternativa.

Las complicaciones (hematomas, daño a los nervios, defectos de curación, infecciones, etc.) son raras. En la gran mayoría de los casos, la cirugía elimina el dolor de forma permanente. Después de la rehabilitación (fisioterapia, caminata, etc.), generalmente es posible reanudar la actividad deportiva después de 2 a 6 meses.

Por otro lado, el retraso en el manejo del síndrome compartimental agudo se acompaña de un mayor riesgo de instalación de lesiones irreversibles (necrosis muscular, fibrosis, daño nervioso, etc.), con consecuencias más o menos graves: retracción muscular, sensorial y trastornos motores ...

Prevenir el síndrome compartimental

Los calentamientos adecuados, los ejercicios de estiramiento y la práctica deportiva adaptada a las capacidades, con un aumento muy gradual de la intensidad y duración de los esfuerzos, pueden ayudar a prevenir el síndrome compartimental.

Cuando un yeso o un vendaje estén demasiado apretados, no dude en comunicárselo al médico.

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