Intususcepción intestinal

Intususcepción intestinal

Debido al giro del "dedo de guante" de una parte del intestino, la invaginación intestinal se indica con un dolor abdominal violento. Es una causa de emergencia médica y quirúrgica en los niños pequeños, ya que puede provocar una obstrucción intestinal. En niños mayores y adultos, puede tomar una forma crónica y señalar la presencia de un pólipo o un tumor maligno.

Intususcepción, ¿qué es?

Definición

La invaginación intestinal (o invaginación intestinal) ocurre cuando una porción del intestino gira como un guante y se engancha dentro del segmento intestinal inmediatamente aguas abajo. Después de este "telescópico", las túnicas digestivas que forman la pared del tracto digestivo se entrelazan entre sí, formando un rollo de invaginación que comprende una cabeza y un cuello.

La invaginación intestinal puede afectar a cualquier nivel del tracto intestinal. Sin embargo, nueve de cada diez veces, se encuentra en el cruce del íleon (el último segmento del intestino delgado) y el colon.

La forma más común es la invaginación intestinal aguda del lactante, que puede provocar rápidamente una obstrucción e interrupción del riego sanguíneo (isquemia), con riesgo de necrosis o perforación intestinal.

En niños mayores y adultos, existen formas de invaginación intestinal incompletas, crónicas o progresivas.

Causas

La invaginación intestinal aguda idiopática, sin causa identificada, suele ocurrir en niños pequeños sanos, pero en un contexto de infección viral o otorrinolaringológica con recrudecimiento invernal que ha provocado inflamación de los ganglios linfáticos abdominales.

La invaginación intestinal secundaria está relacionada con la presencia de una lesión en la pared del intestino: un pólipo grande, un tumor maligno, un divertículo de Merckel inflamado, etc. También pueden estar implicadas patologías más generales:

  • púrpura reumatoide,
  • linfoma
  • síndrome urémico hemolítico,
  • fibrosis quística …

La invaginación intestinal posoperatoria es una complicación de determinadas cirugías abdominales.

Diagnóstico

El diagnóstico se basa en imágenes médicas. 

La ecografía abdominal es ahora el examen de elección.

El enema de bario, un examen de rayos X del colon realizado después de una inyección anal de un medio de contraste (bario), fue una vez el estándar de oro. En la actualidad se utilizan enemas hidrostáticos (mediante inyección de solución de bario o suero fisiológico) o neumáticos (mediante insuflación de aire) bajo control radiológico para confirmar el diagnóstico. Estos exámenes tienen la ventaja de permitir al mismo tiempo un tratamiento precoz de la invaginación intestinal al favorecer la sustitución del segmento invaginado bajo la presión del enema.

La gente interesada

La invaginación intestinal aguda afecta principalmente a niños menores de 2 años, con una frecuencia máxima en los lactantes de 4 a 9 meses. Los niños se ven dos veces más afectados que las niñas. 

La invaginación intestinal en niños mayores de 3-4 años y en adultos es mucho más rara.

Los factores de riesgo

Las malformaciones congénitas del tracto gastrointestinal pueden ser una predisposición.

Varios estudios han confirmado un pequeño aumento en el riesgo de invaginación intestinal después de la inyección de una vacuna contra las infecciones por rotavirus (Rotarix). Este riesgo ocurre principalmente dentro de los 7 días posteriores a la recepción de la primera dosis de vacuna.

Los síntomas de la invaginación intestinal

En lactantes, dolor abdominal muy violento, de aparición súbita, que se manifiesta por convulsiones intermitentes que duran algunos minutos. Muy pálido, el niño llora, llora, se agita… Separados al principio por intervalos de 15 a 20 minutos, los ataques son cada vez más frecuentes. En momentos de calma, el niño puede parecer sereno o, por el contrario, postrado y ansioso.

El vómito aparece rápidamente. El bebé se niega a alimentarse y, a veces, se encuentra sangre en las heces, que parece "gelatina de grosella espinosa" (la sangre se mezcla con el revestimiento intestinal). Finalmente, detener el tránsito intestinal provoca una obstrucción intestinal.

En niños mayores y adultos, los síntomas son principalmente los de obstrucción intestinal, con dolor abdominal y cese de deposiciones y gases.

A veces, la patología se vuelve crónica: la invaginación intestinal, incompleta, es probable que retroceda por sí sola y el dolor se manifiesta en episodios.

Tratamientos para la invaginación intestinal

La invaginación intestinal aguda en bebés es una emergencia pediátrica. Grave o incluso fatal si no se trata debido al riesgo de obstrucción intestinal y necrosis, tiene un pronóstico excelente cuando se maneja adecuadamente, con un riesgo muy bajo de recurrencia.

Soporte global

Se deben abordar el dolor infantil y el riesgo de deshidratación.

Enema terapéutico

Nueve de cada diez veces, los enemas neumáticos e hidrostáticos (ver diagnóstico) son suficientes para volver a colocar el segmento invaginado. El regreso a casa y la reanudación de la comida son muy rápidos.

cirugía

En caso de diagnóstico tardío, fallo del enema o contraindicación (signos de irritación del peritoneo, etc.), se hace necesaria la intervención quirúrgica.

A veces es posible la reducción manual de la invaginación intestinal ejerciendo contrapresión sobre el intestino hasta que desaparece la salchicha.

La resección quirúrgica de la parte invaginada se puede realizar por laparotomía (operación clásica de estómago abierto) o por laparoscopia (cirugía mínimamente invasiva guiada por endoscopia).

En caso de invaginación intestinal secundaria a un tumor, este también debe eliminarse. Sin embargo, no siempre se trata de una emergencia.

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