Nueces y semillas “vivas”

Balanceo Aunque las nueces son ricas en nutrientes, es difícil para el cuerpo absorberlas en forma seca. Las cáscaras de nueces contienen sustancias que conservan las nueces y las protegen de la germinación, y es debido a estas sustancias que las nueces son difíciles de digerir. Al remojar, la cáscara protectora de las nueces se empapa y aumenta el valor nutricional. En el estado "despierto", las nueces son mucho más sabrosas: la nuez de macadamia sabe a crema, la nuez se vuelve tierna, las avellanas se vuelven jugosas y las almendras se vuelven muy suaves. Puede remojar no solo nueces, sino también semillas. Las semillas de calabaza, las semillas de sésamo, la avena y el arroz salvaje son ideales para remojar.

El proceso de remojo es extremadamente simple: las nueces (o semillas) crudas deben descomponerse en diferentes recipientes, verterse con agua potable y dejarse durante varias horas (o toda la noche). Por la mañana, el agua se drena (el agua absorbe todas las sustancias que son difíciles de digerir para el cuerpo) y las nueces se lavan bien con agua corriente. Luego se pueden almacenar en el refrigerador hasta por tres días.

Germinación 

Germinar granos y legumbres es un proceso más largo, pero vale la pena. Los granos y legumbres germinados que se venden en los supermercados albergan bacterias, por lo que es mejor comprarlos crudos (especialmente si tiene un sistema inmunológico débil) y germinarlos usted mismo. El valor nutricional de las semillas germinadas es mucho mayor: las proteínas contenidas en las semillas se convierten en aminoácidos en los brotes y las grasas se convierten en ácidos grasos esenciales. Los germinados son mucho más ricos que las semillas en cuanto a vitaminas, minerales, clorofila y enzimas. Los brotes en el cuerpo crean un ambiente alcalino. Bueno para germinar: amaranto, trigo sarraceno, todo tipo de frijoles, garbanzos, todo tipo de lentejas, quinoa y pipas de girasol. Los tarros y bandejas para germinar semillas y legumbres se pueden comprar en las tiendas naturistas, pero puedes prescindir de ellos. Para germinar en casa, necesitará: un frasco de vidrio, un trozo de gasa y una banda elástica. Enjuaga bien las semillas (o legumbres) que quieras germinar y colócalas en un frasco de vidrio. Las semillas deben ocupar ¼ del frasco, llenar el resto del espacio con agua y dejar el frasco abierto toda la noche. Por la mañana, vacíe el frasco de agua y enjuague bien las semillas con agua corriente. Luego vuelva a colocarlos en el frasco, cubra con una gasa en la parte superior y presione firmemente con una goma elástica. Voltee el frasco boca abajo para dejar que el agua se drene. Durante las próximas 24 horas, comenzarán a aparecer brotes. Al día siguiente, los brotes deben lavarse nuevamente con agua corriente fría y luego escurrirse. Asegúrese de que el agua no se acumule en el frasco, entonces las semillas no se deteriorarán. El tiempo de germinación depende del tipo de semilla, normalmente el proceso tarda unos dos días. Los brotes germinados se pueden almacenar en el refrigerador hasta por una semana. Germinar semillas y legumbres es un proceso muy emocionante que rápidamente se convierte en parte de la vida.

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