Aprender a comprar: el primer paso para comer sano

Aprender a comprar: el primer paso para comer sano

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Desde el momento en que hacemos la lista de la compra estamos sembrando las bases de la dieta que seguiremos durante varios días.

Aprender a comprar: el primer paso para comer sano

La alimentación saludable comienza desde el momento en que preparamos nuestro Lista de la compra. Mientras caminamos por los pasillos del supermercado vamos decidiendo cuál será nuestra comida para los próximos días y, por mucho que queramos comer bien, si no compramos productos saludables, se convierte en una tarea imposible.

Uno de los problemas que encontramos son las rutinas que tenemos, que nos llevan a piensa poco en nuestras comidasy opte por alimentos precocinados y altamente procesados. Por tanto, es fácil, al mirar un carrito de la compra, ver más alimentos procesados ​​que frescos, aunque son estos últimos los que realmente conforman una dieta saludable.

La clave para empezar a comer bien es comprar bien, y para ello es muy importante saber 'leer' correctamente las etiquetas de los productos que nos vamos a llevar a casa. “Lo normal es que apenas dedicamos tiempo a mirar lo que realmente estamos comprando”, dice Pilar Puértolas, nutricionista de Virtus Group. Por eso, es importante aprender a reconocer qué quiere decir la información que nos da la etiqueta. los lista de ingredientes es lo primero que hay que mirar. «Estos se colocan en dirección decreciente en función de la cantidad presente en el producto. Por ejemplo, si en el 'polvo con sabor a chocolate' el primer ingrediente que aparece es el azúcar, significa que este producto contiene más azúcar que el cacao ”, dice la experta en nutrición.

Lo que dicen los datos nutricionales

Además, otro elemento muy importante es la tabla de información nutricional ya que nos ofrece información sobre el valor energético de los alimentos y ciertos nutrientes como grasas, carbohidratos, azúcar, proteínas y sal. “Lo que debemos tener en cuenta es que lo que hace que un alimento sea saludable no es un nutriente específico, sino todos ellos. Por ejemplo, aunque el envase diga 'rico en fibra', si el producto tiene un alto contenido en grasas saturadas y sal, no es saludable ”, explica Puértolas.

Más allá de mirar las etiquetas, la clave para comprar bien es optando principalmente por alimentos frescos y también, que sean productos de temporada y de proximidad. “Hay que comprar materia prima, lo que nos permite preparar los platos”, dice la nutricionista. Se refiere a alimentos como verduras, frutas, cebolla, ajo, cereales integrales, legumbres, frutos secos, semillas, huevos, pescado, carne, lácteos o aceite de oliva virgen extra. Asimismo, es importante limitar en lo posible el consumo de alimentos ultraprocesados ​​con harinas refinadas, grasas procesadas industrialmente, con alto contenido de azúcar y sal.

NutriScore, una realidad

Con el fin de facilitar la comprensión de la información de las etiquetas, el sistema se implantará en España durante los primeros cuatro meses de este año. NutriScore. Se trata de un logo que utiliza un algoritmo que evalúa los aportes nutricionales positivos y negativos por cada 100g de alimento y se le asigna un color y una letra en función del resultado. Así, de 'A' a 'E', los alimentos se dividen en grupos de más a menos saludables.

Este algoritmo y su implementación no están exentos de controversia, ya que son muchos los nutricionistas y expertos en alimentación que señalan que presenta varias fallas. «El sistema no tiene en cuenta aditivos, pesticidas ni grado de transformación del alimento.», Explica Pilar Puértolas. Continúa y comenta que incluir aditivos sería un proceso muy complejo debido a la diversidad de estudios existentes con diferentes resultados. También dice que otro problema es que la clasificación no diferencia los alimentos integrales de los refinados. “También se han encontrado algunas inconsistencias en los cereales azucarados para niños, como que obtienen la clasificación C, es decir, ni buenos ni malos, y sin embargo sabemos que no son saludables”, recuerda. Aun así, la nutricionista cree que, si bien es evidente que NutriScore no es perfecto, está sujeto a constantes estudios y se intenta realizar cambios para superar sus limitaciones.

Cómo puede ayudar NutriScore

Una de las formas en que NutriScore puede ser más útil es poder comparar productos de la misma categoría. “Por ejemplo, no tiene sentido usar NutriScore para comparar entre una pizza y un tomate frito, ya que tienen diferentes usos. El 'semáforo' sería útil si comparamos diferentes marcas de tomate frito o diferentes salsas y nos ayuda a elegir la opción con la mejor calidad nutricional ”, dice la nutricionista. Además, habla de su utilidad para comparar alimentos en diferentes categorías pero consumidos en las mismas circunstancias: por ejemplo para elegir un alimento para el desayuno podríamos comparar entre pan de molde, cereales o galletas.

“Gracias a NutriScore será posible que aquellas personas que consumen alimentos procesados ​​mejoren algo la calidad nutricional de su carrito de compras ya que cuando vean el color rojo del semáforo probablemente lo pensarán”, señala Pilar Puértolas. agregando al final que usted es bienvenido, NutriScore sirve si continúa eligiendo galletas en lugar de frutas. “La implementación de este logo debe estar respaldada por otras campañas que dejen en claro que los alimentos naturales y frescos son realmente saludables”, concluye.

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