“¡Las mujeres no son úteros en piernas! "

Falta de información, negativa a obtener el consentimiento del paciente, gestos no aprobados por la ciencia (incluso peligrosos), infantilización, amenazas, negligencias, incluso insultos. He aquí lo que puede constituir una de las definiciones de “violencia ginecológica y obstétrica”. Un tema tabú, minimizado o ignorado por los médicos y desconocido para el público en general. En una abarrotada sala polivalente del decimotercer distrito de París, este sábado 18 de marzo se celebró un encuentro-debate sobre el tema organizado por la asociación “bien naître au XXIe siècle”. En la sala, Basma Boubakri y Véronica Graham representaron al Colectivo de mujeres víctimas de violencia obstétrica, nacidas de su propia experiencia de parto. También estuvieron presentes Mélanie Déchalotte, periodista y productora para France Culture de varios temas sobre maltrato durante el parto y Martin Winkler, ex médico y escritor. Entre las participantes, Chantal Ducroux-Schouwey, de Ciane (Colectivo interasociativo en torno al nacimiento) denunció el lugar de la mujer en la obstetricia, “reducida a úteros en piernas”. Una joven tomó la palabra para denunciar lo vivido. “Nacemos de todos modos, en posiciones no fisiológicas. Hace un año y medio, como mi bebé no salía (después de solo 20 minutos) y mi epidural no funcionaba, el equipo médico me sostuvo durante la extracción instrumental. Un recuerdo aún traumático para la joven. Una pasante del hospital explicó a la sala que sin duda ella también había estado maltratando a las futuras madres. Los motivos: falta de sueño, estrés, presión de los líderes que los obligan a realizar determinadas acciones aun cuando notan el sufrimiento que esto les provoca. Una comadrona que practica el parto a domicilio también se pronunció para denunciar esta violencia que se produce en un momento en el que la mujer (y su acompañante) se encuentran en una situación muy vulnerable. Basma Boubakri, presidenta del Colectivo, animó a las madres jóvenes a anotar todo lo que recordaran justo después del parto, y luego a presentar una denuncia contra los establecimientos en caso de maltrato.

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