8 consejos para dormir bien
Un cuerpo sano para un sueño reparador
Esto no es nuevo: el sueño y un estilo de vida saludable van de la mano. El alcohol, las drogas, los cigarrillos, la falta de actividad física o una mala alimentación son factores que contribuyen a la degradación de la calidad del sueño.
Es muy sencillo, para dormir bien hay que vivir sano.
Varios estudios han demostrado que ejercicio físico es eficaz para reducir las alteraciones del sueño y tratar el insomnio crónico. La eficacia es incluso comparable a la de los hipnóticos, ¡sin efectos secundarios! Según un estudio publicado en 2011 y realizado entre 3000 personas de entre 18 y 85 años, hacer 150 minutos de deporte a la semana (nivel de actividad moderada a intensa) aumenta la calidad del sueño en un 65%.
Como era de esperar, los más activos se duermen más rápido y duermen mejor.
Sin embargo, es mejor entrenar por la mañana, ya que la actividad física por la noche puede tener un efecto estimulante en algunas personas. Un deporte suave, como nadar o caminar, también puede reducir los niveles de ansiedad; mientras que un deporte más intenso cansará el cuerpo y liberará endorfinas con un efecto tranquilizante. Si es posible, practica una actividad física al aire libre: estar expuesto a la luz natural ayuda a regular los ritmos circadianos, y especialmente el ritmo día / noche.
Por el lado de la comida, debemos volver a apostar por el equilibrio. No comer demasiado por la noche, ni demasiado dulce, siendo el azúcar un estimulante, y evitar el alcohol, son las medidas básicas.