El niño ha soñado durante mucho tiempo con tener una mascota, pero ¿duda que el niño realmente lo cuide? Le sugerimos que realice una prueba especial, y el secreto se hará evidente de inmediato.

Gime y lloriquea, cuida con tristeza a cada animal peludo con una correa ... Tarde o temprano, cualquier niño está ansioso por tener una mascota. Muy a menudo, es el perro el que se convierte en el objeto de los sueños, que puede convertirse no solo en un compañero de juego, sino también en un verdadero compañero leal. Esa solicitud debe tomarse en serio. Quizás estas no sean palabras vacías, sino una necesidad real detrás de la cual se esconde la soledad, la falta de amor de los padres o el deseo de ser necesitado por alguien. De hecho, incluso en las familias aparentemente más prósperas, un niño puede sentirse solo. Pero, ¿cómo se puede distinguir un capricho de una necesidad real? Natalia Barlozhetskaya, psicóloga infantil independiente y presentadora de televisión, le contó al Día de la Mujer sobre esto.

El capricho habitual desaparece bastante rápido. Es suficiente que los padres enumeren las responsabilidades que deberán asumirse en el cuidado del animal. Caminar, entrenar y alimentar a un perro son tareas agradables, pero no todos los niños están listos para limpiar montones y charcos después de un cachorro, aspirar el sofá y el lugar del perro de la lana, lavar los tazones.

Si el bebé es terco en su deseo y está listo para cualquier sacrificio por el bien del perro, ofrézcale una pequeña prueba.

Existe un cuestionario de este tipo: "Puedo y hago". Primero, explíquele a su hijo que el cuidado de una mascota comienza con hacer las cosas más simples. Por ejemplo, cuídese y cuide a sus seres queridos. E invítelo a responder "sí" o "no" a las preguntas:

1. Puedo lavar los pisos yo mismo.

2. Lavo los pisos o ayudo a mis padres a hacerlo todos los días.

3. Puedo aspirar yo mismo.

4. Saco el polvo o ayudo a mis padres a hacerlo todos los días.

5. Puedo lavar platos.

6. Lavo los platos o ayudo a mis padres a hacerlo todos los días.

7. Me levanto solo todas las mañanas.

8. Me baño solo y realizo todos los procedimientos de higiene necesarios sin recordárselo a mis padres.

9. Camino afuera en cualquier clima.

10. Yo mismo cuido mis zapatos. Lo lavo y lo limpio con un paño seco.

Y ahora evaluamos los resultados.

Responda “Sí” a las 9-10 preguntas: es independiente y sabe cómo cuidar a los demás. Se puede confiar en usted y confiarle una responsabilidad real.

Responda “Sí” a las 7-8 preguntas: usted es bastante independiente, pero preocuparse por los demás aún no es su punto fuerte. Un poco de esfuerzo y tendrás éxito.

Responda “Sí” a 6 preguntas o menos: su nivel de independencia aún es insuficiente. La paciencia y el trabajo te ayudarán a lograr lo que deseas.

Además, para asegurarse de que su hijo esté realmente interesado en tener un perro, invítelo a aprender más sobre lo que significa convertirse en el dueño de un amigo de cuatro patas. Los libros, revistas, artículos en Internet, videos de entrenamiento y la comunicación con otros criadores de perros serán de gran ayuda. Incluso hay un proyecto educativo diseñado específicamente para niños - “1ª” “clase” Af. Se trata de un curso online en el que se les dice a los niños de dónde proceden los perros, se les presentan diferentes razas, se les habla sobre la salud de las mascotas, nutrición, mantenimiento, disciplina y adiestramiento.

Y la teoría debe complementarse con la práctica. Después de todo, es posible que un niño no comprenda completamente lo importante y responsable que es ser dueño de un perro. Es importante darle una oportunidad al niño en la práctica. Lavar los pisos, los tazones y las patas, pasar la aspiradora, levantarse temprano por la mañana, salir a caminar en cualquier clima es un verdadero desafío para un niño. Si lo hace o está dispuesto a hacer todo esto, ya no se trata de un capricho, sino de una necesidad real.

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