Fotos de nacimiento: ¿cómo te va?

¿Cómo va una sesión?

Para guardar un recuerdo de los primeros días de tu bebé, puedes decidir que lo fotografíe un profesional. Estas emotivas fotos destacan a los recién nacidos en diferentes posturas y atmósferas, a veces poéticas, a veces cambiadas según los deseos de los padres. Las fotos de nacimiento son una tendencia real como lo demuestran las imágenes que se publican diariamente en la página de Facebook de Parents, las cuales son cada día un poco más “compartidas” y “amadas” por los internautas. Sin embargo, las líneas generales de esta profesión son todavía bastante vagas y los padres tentados por la experiencia no siempre saben cómo aferrarse a ella.

Nace la primera asociación que reúne a fotógrafos de nacimiento

Ulrike Fournet creó recientemente con otros 15 fotógrafos la primera asociación francesa que reúne a especialistas en fotografía de recién nacidos. Esta asociación tiene como objetivo informar tanto a los padres como a otros fotógrafos profesionales. “Es un trabajo maravilloso, donde lamentablemente todavía existía un vacío informativo en cuanto a las normas de seguridad, higiene y respeto al niño”, dice el fundador. Hemos creado una Carta de Fotógrafo Respetuoso de Recién Nacidos. “En última instancia, la asociación desea integrar a otros fotógrafos que se adhieran a la carta para orientar mejor a los padres y ofrecer contenido informativo a los profesionales.

Cómo se desarrolla una sesión en la práctica

Las fotografías de nacimiento tratan de resaltar al recién nacido. De antemano, los padres se encuentran con el fotógrafo y deciden con él el desarrollo del proyecto que se basa sobre todo en la confianza mutua. La discusión con el profesional permite intercambiar ideas para definir las líneas principales de las escenas y las poses deseadas. La fotografía de nacimiento es un ejercicio delicado porque en general los bebés fotografiados no tienen más de 10 días. Este es el período ideal para tomar el tiro, porque a esta edad los más pequeños duermen mucho y duermen profundamente. La sesión se desarrolla en casa del fotógrafo o de los padres, preferentemente por la mañana, y tiene una duración media de dos horas. En ambos casos, la habitación donde se realiza el rodaje se calienta a 25 grados para que el bebé, que a menudo está desnudo, esté cómodo. Evidentemente, no se trata de dejarlo inconsciente con una temperatura abrumadora, sino simplemente de asegurarse de que no se enfríe.

La sesión se organiza de acuerdo con el ritmo y el bienestar del niño.

Si el bebé tiene que succionar, el fotógrafo deja de disparar y se alimenta al bebé. Si el niño no se siente cómodo boca abajo, se lo coloca de lado y viceversa. Todo está hecho para que su postura no se altere. Durante el rodaje, es el fotógrafo quien instala al niño en el escenario con dulzura y concentración, la mayoría de las veces meciéndolo. Lo importante es que el niño se encuentre en un entorno seguro, por eso los contenedores (cestas, conchas) se eligen con cuidado para no poner al niño en peligro. Algunas fotos dan la impresión de que el recién nacido está colgado. Como se puede imaginar, esta puesta en escena está hábilmente orquestada y no se corre ningún riesgo. La magia de la fotografía opera, como para el bebé, no ve más que fuego… El rodaje debe ser siempre un momento de placer y alegría.

Más información: www.photographe-bebe-apsnn.com

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