Cáncer de vejiga

Cáncer de vejiga

Los tumores de vejiga pueden ser benigno ou maligno. Por eso a menudo hablamos de pólipos, tumores o cáncer. De hecho, existe una amplia gama de tumores de vejiga que van desde los más benignos hasta los más peligrosos. Por esta razón, es imperativo examinar todos los tumores de vejiga al microscopio para establecer un diagnóstico preciso que determinará el tipo de tratamiento.

En la gran mayoría de los casos, estos tumores se desarrollan a partir de células del revestimiento interno de la vejiga que comienzan a proliferar: se denominan uroteliales.

Con 7 nuevos casos estimados en 100 en Canadá, el cáncer de vejiga representa el 2010e cáncer diagnosticado con mayor frecuencia en este país. En Francia, según datos de 2012, es el quinto cáncer más común y el segundo cáncer del tracto urinario después del cáncer de próstata. Suele ocurrir en personas mayores 60 y más.

La vejiga es un órgano hueco ubicado en el área pélvica. Su función es almacenar la orina producida por los dos riñones cuya función de filtros permite al organismo eliminar determinados desechos en forma de orina. La orina se canaliza a la vejiga a través de 2 tubos: los uréteres. La vejiga se llena gradualmente y, cuando está llena, los músculos de la pared de este órgano con forma de globo se contraen para expulsar orina a través otro tubo: a través de la uretra. Esto se llama el micción.

Como la producción de orina es continua, sin la función de reservorio de la vejiga, tendríamos que eliminarla de forma permanente.

Los diferentes cánceres de vejiga

En la actualidad existen dos tipos principales de tumores de vejiga: los tumores que no infiltran el músculo de la vejiga (TVNIM), antes llamados tumores superficiales, y los que infiltran el músculo hueco de la vejiga (TVIM), antes llamados tumores invasivos. Su abordaje, tratamiento y evolución son diferentes.

Posible evolución

Los tumores que no infiltran el músculo de la vejiga (TVNIM) se caracterizan por una alta tasa de recurrencia (60-70% en el primer año), lo que significa que después del tratamiento, una vez que se destruye el tumor, la persona que está siendo tratada debe ser seguido y realizar pruebas de detección periódicas durante varios años o incluso de por vida. Una fracción bastante pequeña (10 a 20%) también puede progresar a formas invasivas y metástasis.

Cuando el tumor se disemina a músculo de la vejiga (TVIM), existe el riesgo de invadir ciertos órganos cercanos o de diseminarse a otras partes del cuerpo (ganglios linfáticos, huesos, etc.) a través de la sangre, provocando metástasis.

El riesgo de recurrencia y el pronóstico están influenciados por varios factores, incluido el tipo de tumor, su estadio y tamaño, el número de lesiones y la condición y edad de la persona afectada.

Síntomas de la enfermedad

  • En el 80% al 90% de los casos, la aparición de sangre en la orina (hematuria) es la primer signo de cáncer de vejiga. El color observado puede variar de rojo brillante a marrón anaranjado. A veces, la sangre en la orina solo se puede detectar con un microscopio (hematuria microscópica).
  • Más raramente, pueden ser quemaduras urinarias, una necesidad más frecuente o más urgente de orinar.

Estos síntomas no necesariamente indican la presencia de un tumor maligno. Esto se debe a que pueden ser un signo de otros problemas más comunes, como una infección del tracto urinario. Si se presentan tales síntomas, es fundamental consultar a un médico para que ordene pruebas para determinar el origen de los síntomas.


Personas en riesgo

  • Personas que han tenido otros tipos de cáncer del tracto urinario.
  • El  men tienen más riesgo que las mujeres;
  • Personas que tienen una infección permanente de la vejiga con un parásito, Billardziasis.

La opinión de nuestro médico

Como parte de su enfoque de calidad, Passeportsanté.net te invita a conocer la opinión de un profesional de la salud. La Dra. Geneviève Nadeau, médica residente en urología, le da su opinión sobre la cáncer de vejiga :

El pronóstico de los llamados cánceres de vejiga "superficiales" (TVNIM) es generalmente excelente. La tasa de supervivencia a 5 años después del tratamiento es del orden del 80% al 90%. Pero estos tumores tienen una fuerte tendencia a reaparecer, de ahí la importancia de una estrecha vigilancia médica en todas las personas con cáncer de vejiga. Para poner las probabilidades a su favor, este seguimiento periódico debe llevarse a cabo durante el resto de su vida. Se deben realizar varios exámenes médicos (cistoscopias y citología) a intervalos regulares. Estos permiten detectar rápidamente una recurrencia del tumor y tratarlo lo más rápido posible. Esto reduce el riesgo de que el tumor se vuelva “infiltrativo”, en cuyo caso el pronóstico es menos favorable.

Finalmente, la mejor forma de prevenir el cáncer de vejiga es sin duda no empezar a fumar o dejar de fumar.

Dre Geneviève Nadeau, médico residente en urología

Revisión médica (febrero de 2016): Dre Geneviève Nadeau, médico residente en urología, Cátedra de enfoque integrado en prevención, Université Laval

 

 

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