Carbohidratos “buenos” y “malos”… ¿Cómo elegir?

Las preguntas relacionadas con los carbohidratos son muy controvertidas en estos días. Las recomendaciones de los nutricionistas dicen que aproximadamente la mitad de nuestras calorías provienen de alimentos con carbohidratos. Por otro lado, escuchamos que los carbohidratos causan obesidad y diabetes tipo 2, y que la mayoría de nosotros deberíamos evitarlos. Los argumentos de peso están presentes en ambos lados, lo que sugiere que la necesidad de carbohidratos es individual para todos. En el artículo, nos detendremos en detalle en la clasificación de los carbohidratos, así como también consideraremos su utilidad. Los carbohidratos, o hidratos de carbono, son moléculas formadas por átomos de carbono, hidrógeno y oxígeno. En dietética, los hidratos de carbono forman parte de los macronutrientes, junto con las proteínas y las grasas. Los carbohidratos dietéticos se dividen en tres categorías principales:

  • Azúcar: Carbohidratos dulces de cadena corta. Por ejemplo, glucosa, fructosa, galactosa y sacarosa.
  • Almidón: Carbohidratos de cadena larga que se convierten en glucosa en el sistema digestivo.
  • Fibra: El cuerpo humano no absorbe fibra, pero es esencial para una microflora intestinal “buena”.

La tarea principal de los carbohidratos es proporcionar energía al cuerpo. La mayoría de ellos se convierten en glucosa, que se utiliza como energía. Además, los carbohidratos se pueden convertir en grasa (almacenamiento de energía) para su uso posterior. La fibra es una excepción: no aporta energía directamente, sino que “alimenta” a la microflora intestinal amiga. Usando fibra, estas bacterias producen ácidos grasos.

  • Los polialcoholes también se clasifican como carbohidratos. Tienen un sabor dulce, no contienen muchas calorías.

Los carbohidratos integrales son fibra natural e incluyen vegetales, frutas, legumbres, papas y granos integrales. Los carbohidratos refinados son carbohidratos procesados ​​que carecen de fibra: bebidas azucaradas endulzadas, jugos de frutas, productos horneados, arroz blanco, pan blanco, pasta y más. Como regla general, los alimentos refinados causan picos en los niveles de azúcar en la sangre, lo que hace que se te antojen aún más los alimentos con carbohidratos. Por lo tanto, las fuentes de carbohidratos integrales brindan al cuerpo nutrientes y fibra sin causar picos y caídas en el azúcar en la sangre. Vegetales. Se recomienda usarlos diariamente, en varias variaciones. Fruta. Manzanas, plátanos, bayas y otros. frijoles. Lentejas, frijoles, guisantes y otros. Nueces: Almendra, nuez, macadamia, maní, etc. granos enteros: quinoa, arroz integral, avena. Bebidas dulces: Coca-Cola, Pepsi, etc. Zumos de frutas sellados: Desafortunadamente, contienen una gran cantidad de azúcar refinada, que tiene un efecto similar al de las bebidas azucaradas. pan blanco: contiene muy pocos nutrientes y afecta negativamente los procesos metabólicos. Y también helados, tartas, chocolate, patatas fritas, chips… Es difícil dar un consejo general, una recomendación sobre la cantidad de hidratos de carbono ingeridos. La norma para cada uno depende de muchos factores, como la edad, el género, el estado metabólico, la actividad física, las preferencias personales. Las personas con problemas de sobrepeso, diabetes tipo 2 son sensibles a los hidratos de carbono, y la reducción de su ingesta mostrará beneficios significativos.

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