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Enséñame tu dibujo… ¡Te diré quién eres!
Cuando Mathilde diseña su casa de princesa, pone todo su corazón en ella. Sus colores son brillantes y vibrantes, sus formas están llenas de movimiento y sus personajes son muy divertidos. ¡Exactamente como ella! ¡Su papá y yo estamos impresionados por el talento de nuestro artista de 4 años! », Observa con admiración Séverine, su madre. Sí, confirma Patrick Estrade, psicólogo: “ Lo que marca los dibujos de los niños es su creatividad y su maravillosa sencillez. No se preocupan por las ideas acordadas. Mientras les dejamos hacerlo y los tomemos individualmente (para evitar que se influyan entre ellos), dejarán volar su imaginación y su fantasía al capricho de sus dedos. »Lápiz negro, pasteles de colores, rotuladores, rotuladores, pintura, todo es bueno para expresar sus emociones. El hogar es un tema que inspira mucho a los niños pequeños. "Si bien los adultos a menudo somos muy convencionales y estamos atrapados en nuestra narración, niños, muestran atrevimiento a la par que poesía. El adulto dibujará el estereotipo habitual de la casa o pensará en cómo la va a representar. El niño dejará actuar su espontaneidad. A diferencia del adulto, él vive, no se prepara para vivir. El proceso de dibujo es, por tanto, inmediato y gratuito ”, explica la psicóloga.
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A través del dibujo, el niño expresa sus sentimientos sobre la vida.
Por ejemplo, un niño puede dibujar fácilmente dos soles sobre su casa, esto no es un problema para él. El adulto no se atreverá ni pensará en ello. A menudo, hay una serie de elementos invariables en el diseño de los hogares de los niños. Hay un techo triangular, ventanas arriba y no en la planta baja, una puerta a menudo redondeada (que confiere suavidad), equipada con un tirador (por lo tanto, acogedora), una chimenea a la derecha (rara vez a la izquierda) y el humo. yendo hacia la derecha (si hay fuego en la chimenea, significa que la casa está habitada. El humo yendo hacia la derecha es sinónimo de futuro), un -ox en el techo (que puede considerarse un ojo). Si la casa representa al propio niño, también es interesante analizar lo que hay alrededor. Puede haber árboles, animales, personas, un camino que lleva allí, un coche, un estanque, pájaros, un jardín, nubes ... Cualquier cosa es buena para contar una historia tanto por dentro como por fuera. En este sentido, el dibujo de la casa aporta información sobre la relación que el niño tiene con el mundo y con los demás.
Lo que interesa al psicólogo de un dibujo no es su aspecto estético, sino el contenido psicológico, es decir, lo que la casa puede expresar sobre el niño y su vida. No se trata aquí de una interpretación psicoanalítica que pretenda identificar algunas fallas o trastornos psicológicos, sino de una tendencia real.