¿Tienes una persona tóxica en tu vida? - Felicidad y salud

Seamos quienes seamos, todos corremos el riesgo de formar una relación llamada tóxica. La Asociación Estadounidense de Psiquiatría estima que la población general podría incluir hasta un 2,5% de personalidades paranoicas.

Solo puedo alentarlo a que se tome esta eventualidad en serio porque la observación de los psiquiatras suele ser sin apelación: la persona de la que puede ser víctima, con raras excepciones, nunca cambiará. Por tanto, es fundamental saber identificar a estas personas perjudiciales para tu bienestar para poder actuar en consecuencia.

Esto es tanto más necesario cuanto que sucede muy a menudo que uno lo padece sin darse cuenta.

Entonces, ¿cómo detecta el comportamiento tóxico? ¿Cuáles son las señales que nunca mienten? A continuación se presentan tres casos distintos de toxicidad, que considero entre los más inquietantes, descritos por los hechos que permiten reconocerlos.

La personalidad paranoica 

Su principal característica es sufrir una desconfianza claramente excesiva. Las personas con este trastorno están constantemente persuadidas de que están siendo perseguidas por enemigos.

Por este motivo, suelen interpretar el comportamiento de los demás como malicioso, a veces incluso cuando reciben cumplidos.

Tan pronto como las personas paranoicas sienten que han sido agraviadas, tienden a guardar rencor durante mucho tiempo. Incluso pueden tomar medidas drásticas para aliviar su resentimiento, como emprender acciones legales.

También se nota que tienen gran dificultad para entregarse por miedo a ser traicionados, porque para ellos nadie es realmente digno de su confianza.

Las consecuencias para ti pueden ser muy embarazosas. Dado que su situación lo hace retraerse en sí mismo, el paranoico espera que usted también lo haga.

Además, encuentran cualquier pretexto para iniciar un conflicto porque son capaces de percibir una conspiración en su contra en todos los ámbitos de la vida. Finalmente, sus celos enfermizos siempre te convertirán en una persona culpable a sus ojos, incluso si pasas la mayor parte del tiempo con ellos.

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El pervertido narcisista 

Según el antropólogo Jean-Edouard Grésy, es la personalidad más devastadora para quienes lo rodean. El origen de su malestar proviene de una muy baja autoestima que solo puede compensar menospreciando a los demás.

Ella siempre parece muy comprensiva a primera vista, ya que irradia una apariencia brillante y carismática gracias a una aguda inteligencia y excelentes habilidades interpersonales.

Uno de los comportamientos reveladores es que pasan su tiempo devaluando a los demás mientras se posicionan como el centro del mundo, más específicamente como una de las pocas personas en la tierra que realmente merece estar cerca.

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Cuidado con los pervertidos narcisistas

Aquellos que se convierten en sus seres queridos a menudo se sienten muy dependientes de ellos, como si estos primeros fueran valiosos sólo por su supuesta beneficencia. De hecho, el pervertido narcisista alterna, tanto en público como en privado, el elogio y el reproche, sintiéndose así su víctima culpable o en deuda con él.

Una de las lamentables consecuencias para las víctimas es que se encuentran aisladas. Finalmente, para satisfacer su ego, el pervertido narcisista instrumentaliza a los demás sin preocuparse por su felicidad.

Como la autoestima y la autopercepción están muy influenciadas por la mirada de los demás, los pervertidos narcisistas son extremadamente peligrosos. Desde este punto de vista, solo puedo recomendar huir de ellos lo antes posible y sin escrúpulos.

El inestable

Se manifiesta a través de una sucesión de estados emocionales positivos y luego negativos. Puede conectar euforia, alegría, júbilo y luego melancolía y tristeza en un período de tiempo muy corto. Uno de los primeros signos reveladores puede ser un problema recurrente para concentrarse, ya que su atención no puede concentrarse en una sola actividad.

A menudo es capaz de desplegar una inmensa energía para varios y variados proyectos, para mostrarte su afecto por ti o por sus pasiones. Notamos en estos momentos una asombrosa capacidad para hablar muy rápido.

Aún en este estado llamado "positivo", logra mostrar una verdadera empatía, pero también hiperactividad e hiperesociabilidad favorecidas por una baja necesidad de sueño. Pero muy rápidamente, este período de gracia puede convertirse en una verdadera pesadilla para la relación.

La personalidad inestable se vuelve irritable, violenta y, a veces, inexplicablemente fría y desagradable contigo. En cuanto a su dinamismo, desaparece en favor de la apatía que lo lleva a la inacción y al sueño por un tiempo muy largo.

Una vez iniciada la fase negativa, pueden producirse comportamientos peligrosos caracterizados por actos y gestos inconscientes (gastar sin tener el dinero necesario, adicciones, no tener en cuenta las consecuencias de los propios actos). Finalmente, notaremos una propensión a tener una sexualidad desbordante, que a menudo conduce a la imposibilidad de ser fiel, y un ego muy fuerte.

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Conclusión: los denominadores comunes de toxicidad 

En última instancia, muchos sufrimientos son comunes a diferentes relaciones con personalidades tóxicas. Primero, es importante notar la importancia del sentimiento físico. Una relación tóxica provoca un verdadero cansancio del cuerpo llegando muchas veces al agotamiento.

Si pierde su vitalidad, su apetito, su entusiasmo por la vida o aumenta su estrés en una relación, debe reconsiderarlo. En segundo lugar, encontrarse emocionalmente aislado es una señal que nunca engaña.

Las personalidades tóxicas nunca dejarán de reclamar o de hacerles sentir que por sí solas merecen tu tiempo y que estás desperdiciando el tuyo en contacto con el resto de tu séquito. Entonces, el sentimiento de culpa siempre aparece en la relación tóxica.

De hecho, siempre te preguntarás cuál será tu culpa, ya sea porque la persona tóxica te culpará para siempre o porque te sentirás responsable de una situación que te haga infeliz. Otro indicador confiable es la observación del control que podemos tener sobre ti.

Una personalidad tóxica a menudo puede desencadenar emociones conflictivas en ti, haciéndote vulnerable, relativamente sumiso a su voluntad. Finalmente, la medida de la estima personal es la prueba más segura.

Lo podemos observar durante una pérdida de confianza en uno mismo explicada por un sentimiento de no ser más libre o de no poder afirmarse en la relación en cuestión.

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