Sauna facial japonesa: ¿cuáles son sus beneficios?

Sauna facial japonesa: ¿cuáles son sus beneficios?

Diariamente, nuestra piel se enfrenta constantemente a numerosas agresiones: contaminación, rayos UV, estrés, tabaco… Todos estos son elementos susceptibles de alterar su correcto funcionamiento y por tanto su estado general. Para que la piel recupere su luminosidad, nada mejor que una limpieza profunda para empezar con buen pie.

Lamentablemente, nuestra clásica rutina de belleza, por muy bien pensada que esté, no siempre consigue eliminar todas las impurezas y otros residuos que se pueden acumular en la zona facial (especialmente expuesta). Para limpiar la piel en profundidad, la sauna facial japonesa puede ser una muy buena opción. Descifrado.

¿Qué es la sauna facial japonesa?

Esta técnica, que viene directamente de Japón, un país donde limpiar la piel es casi como una verdadera religión, implica el uso de vapor de agua para embellecer su apariencia. Proyectado directamente sobre el rostro, este último se encarga de dilatar los poros para depurarlos librándolos de toxinas e impurezas que allí se acumulan.

Si bien este tratamiento se puede realizar utilizando un cuenco lleno de agua caliente y una toalla (que se colocará sobre la cabeza), el uso de un dispositivo de vapor destinado a este fin permite maximizar en gran medida los beneficios de esta técnica. Esta es la famosa sauna facial. Gracias a él y en tan solo unos minutos, ¡la piel se beneficia de un efecto de brillo saludable instantáneo!

Sauna facial japonesa: ¿cuáles son las virtudes?

De forma completamente natural, la sauna facial japonesa no solo te permite ir más lejos que cualquier limpiador convencional, sino que también aumenta diez veces su efectividad. Por tanto, es en profundidad que limpia la piel ayudándola a eliminar toxinas e incluso facilitando la extracción de los comedones más recalcitrantes. Si esto es posible, es porque el calor que desprende el vapor tiene el arte de abrir los poros y activar el proceso de transpiración.

Pero eso no es todo. De hecho, la sauna facial también promete mejorar la circulación sanguínea y hacer que la piel sea más receptiva a todos los tratamientos (cremas, mascarillas, sérums, etc.) que posteriormente se le administrarán.

Además de estos efectos a corto plazo, la sauna facial también ayuda a prevenir el acné (luchando contra la obstrucción de los poros), pero también contra los signos de envejecimiento prematuro de la piel (en particular gracias a la mejora de la piel). la circulación sanguínea).

Sauna facial japonesa: instrucciones de uso

Para maximizar los beneficios de la sauna facial japonesa en su piel, se deben observar ciertas reglas. Este es el procedimiento a seguir:

  • Asegúrese de empezar con buen pie: antes de someterse al vapor de agua, la piel debe estar perfectamente limpia y limpia para que nada impida su limpieza en profundidad;
  • una vez que la piel está lista para recibir el tratamiento, puede exponer su rostro al vapor de agua durante unos cinco a diez minutos, mientras sus poros se abren y se activa la circulación sanguínea y la transpiración;
  • Después de esto, tendrás que exfoliar tu rostro: un paso esencial para deshacerte de las impurezas desprendidas de tu piel para siempre. Ojo, este último debe ser especialmente blando. Luego puede enjuagarse la cara con agua fría;
  • Por último, aplica una buena dosis de hidratación a tu piel. Después de un baño de vapor de este tipo, es normal que esté más seca, por lo que lo necesitará.

Es bueno saberlo: la ventaja de la sauna facial es que con un dispositivo de este tipo, no corre el riesgo de quemarse la cara. Además, algunos incluso permiten el uso de aceites esenciales (lavanda para pieles secas, limón para pieles grasas, árbol de té para pieles con imperfecciones, por ejemplo, etc.) que maximizarían la efectividad del tratamiento.

¿Con qué frecuencia utilizar la sauna facial japonesa?

En cuanto a la tasa de uso, obviamente no debes abusar de la sauna facial japonesa que está lejos de ser un tratamiento diario (ten en cuenta que generalmente se recomienda no exceder una sesión por semana). Para determinar con mayor precisión la frecuencia correcta de uso de la sauna facial japonesa, puede confiar en la naturaleza de su piel:

  • tu piel es normal o seca: en este caso, un tratamiento de este tipo cada dos semanas o una vez al mes debería ser suficiente para limpiar tu piel a fondo;
  • tu piel es grasa o mixta: puedes hacer un baño de vapor por semana hasta que tu rostro recupere el equilibrio;
  • tu piel es sensible o propensa a una enfermedad de la piel (rosácea, rosácea, psoriasis, etc.): la sauna facial japonesa no es necesariamente recomendable porque puede debilitar tu piel aún más. Por tanto, antes de continuar, le recomendamos que cuente con el consejo de un especialista capaz de orientarle sobre lo que es mejor hacer para cuidar su piel de acuerdo con sus especificidades.

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