Cabello en buena forma

Cuidado del cabello: las acciones correctas

Demasiado lavado puede desequilibrar el sebo, elemento determinante del equilibrio capilar. Preserva su ecosistema lavándolos solo cuando sea necesario: dos champús por semana es un buen promedio. Elige bien tu champú, es el producto capilar que más se utiliza. No tengas miedo de los que echan poca espuma, suelen ser los más respetuosos. Evita los tensioactivos (agentes de limpieza) muy espumantes, decapantes e irritantes, como el SLS (Sodium Laureth Sulfate) o los sulfatos, así como las siliconas, que sofocan el cabello. En general, confíe en el tacto de su cabello para juzgar la calidad de un champú o tratamiento, porque el cabello es ante todo un material táctil. Evita el agua demasiado caliente y termina tu champú enjuagándolo con agua fría. (puedes hacerlo en el fregadero) que cierra las escamas y aumenta el brillo. ¡Nada más estimulante! Después del champú, evita los tirones bruscos -cepillados, alisados, etc., pásalos por una toalla sin frotar-, luego ata tu toalla en un turbante, antes de dejarlos secar al aire. Usa un acondicionador desenredante que ayude a prevenir roturas. Aplícalo solo en los largos, no en la raíz. Si tu cabello es plano, opta por sprays con texturas acuosas sin aclarado. Una vez a la semana como mínimo, hidratarlas con un aceite, una mascarilla o un sérum. Deje el tratamiento toda la noche, el día antes del champú. Una buena hidratación es uno de los secretos de la fuerza, elasticidad y brillo del cabello. Limite el uso de sprays para peinar o dar volumen, llenos de resinas que a menudo resecan el cabello.

Un color para potenciarlos

Sea cual sea su color natural, e incluso si no tienes canas que ocultar, la coloración anima el cabello con reflejos, dándole cuerpo y luz. Como un maquillaje que embellece, refleja la luminosidad de la tez y da intensidad a la mirada. Si eres nueva en el tema, prefiere una textura de mousse o gel que se funda en el cabello, lo impregne uniformemente y sobre todo no se corra. La única contraindicación para la coloración por oxidación: la henna colorante. En este caso, será necesario esperar a que tu cabello vuelva a crecer por completo. La primera coloración requiere un tiempo de exposición de 30 minutos, desde la raíz hasta las puntas. Para los siguientes, dejar durante 20 minutos en las raíces, luego de 5 a 10 minutos en los largos y las puntas. ¿El ritmo correcto? Cada cuatro a seis semanas. En cuanto a la elección del tono, el tono debe estar en armonía con tu tez y el color de tus ojos. Si tu piel es oscura, prefiere mechas cálidas -doradas, cobrizas- que resaltarán tu tez. Los tonos de piel claros optarán por un tono más frío, es decir ceniciento. La regla de oro es evitar cualquier transformación radical y mantenerse cerca de su color natural. Generalmente elige un tono más claro, porque “tendemos a vernos más oscuros. Si eres castaño claro, por ejemplo, y eliges castaño medio, el resultado no será feliz”, subraya Christophe Robin, artesano colorista, consultor de L'Oréal Paris. Finalmente, un cabello teñido, y con mayor razón un cabello decolorado, necesita más cuidados. Por un lado, debido a que se ha modificado su estructura, es más seco y poroso que otro. Por otro lado, para que el color dure. Elige productos para cabello teñido (del champú a la mascarilla), más rica en activos nutritivos. Si usa un champú para cabello graso (más detergente), su coloración no puede durar más de dos semanas.

Cabello: curas para fortalecerlo

Para muchos, entrar en otoño significa empeorar la caída del cabello. Elemento importante para diagnosticarlo: la cantidad de cabello perdido (hasta 100 por día, no hay de qué preocuparse) y la duración (más allá de una temporada, consulte a un dermatólogo). Un tratamiento anticaída no actúa sobre la caída en sí, sino sobre el nuevo crecimiento. Mucho más cosmético, las curas fortificantes ya no engrasan el cabello, e incluso favorecen el peinado. Aprovecha su aplicación para proporcionar un masaje a tu cuero cabelludo, una verdadera madre nutritiva de tu cabello. El masaje favorece el dinamismo de las raíces, estimula la circulación y la oxigenación. Coloque las yemas de los dedos ligeramente separadas sobre el cuero cabelludo. Use presión firme y circular o movimientos hacia adelante y hacia atrás para mueve tu cuero cabelludo. Tus dedos deben permanecer anclados donde se sientan. Muévalos, luego comience de nuevo en otro lugar. Insiste en la parte delantera de la cabeza y la parte superior del cráneo, siempre más apretada, mientras que la parte posterior de la cabeza, la zona llamada “la coronilla”, es más flexible, lo que explica por qué es más densa. . Para tener más fuerza en las manos, unas cabelleras tensas como un tambor (!), Pon los codos sobre una mesa.

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