Entrevista a Carl Honoré: ¡Dejen de entrenar a los niños!

En su libro, habla de “la era de los niños entrenados”. Que significa esta expresión?

Hoy en día, muchos niños tienen horarios ocupados. Los niños pequeños multiplican actividades como el yoga para bebés, el gimnasio para bebés o incluso las lecciones de lenguaje de señas para bebés. De hecho, los padres tienden a impulsar a sus hijos al máximo de sus posibilidades. Temen la incertidumbre y terminan queriendo controlar todo, especialmente la vida de sus hijos.

¿Se basó en testimonios, su propia experiencia u otros escritos?

El punto de partida de mi libro es la experiencia personal. En la escuela, una maestra me dijo que mi hijo era bueno en artes visuales. Así que le sugerí que lo inscribiera en una clase de dibujo y me respondió: "¿Por qué los adultos siempre quieren controlar todo?" Su reacción me hizo pensar. Luego fui a recopilar testimonios de expertos, padres e hijos de todo el mundo y descubrí que incluso este frenesí en torno al niño estaba globalizado.

¿De dónde viene este fenómeno de “querer controlar todo”?

De un conjunto de factores. En primer lugar, está la incertidumbre sobre el mundo laboral que nos empuja a maximizar las capacidades de nuestros hijos para aumentar sus posibilidades de éxito profesional. En la cultura de consumo actual, también llegamos a creer que hay una receta perfecta, que seguir los consejos de tal o cual especialista hará posible tener niños hechos a medida. Asistimos así a una profesionalización de la calidad de los padres, acentuada por los cambios demográficos de la última generación. Las mujeres se convierten en madres tarde, por lo que generalmente tienen un solo hijo y, por lo tanto, invierten mucho en este último. Experimentan la maternidad de una manera más angustiada.

¿Cómo se ven afectados también los bebés menores de 3 años?

Los pequeños están bajo esta presión incluso antes de nacer. Las futuras madres siguen tal o cual dieta para el buen desarrollo del feto, hacerle escuchar a Mozart para estimular su cerebro… mientras que los estudios han demostrado que esto no tuvo ningún efecto. Después del nacimiento, nos sentimos obligados a estimularlos tanto como sea posible con muchas lecciones para bebés, DVD o juegos de aprendizaje temprano. Los científicos creen, sin embargo, que los bebés tienen la capacidad de buscar intuitivamente en su entorno natural el impulso que permitirá que sus cerebros se desarrollen.

¿Los juguetes destinados al despertar de los bebés son, en última instancia, perjudiciales?

Ningún estudio ha confirmado que estos juguetes produzcan los efectos que prometen. Hoy despreciamos las cosas simples y gratuitas. Tiene que ser caro para ser eficaz. Sin embargo, nuestros hijos tienen el mismo cerebro que las generaciones anteriores y, como ellos, pueden pasar horas jugando con un trozo de madera. Los niños pequeños no necesitan más para desarrollarse. Los juguetes modernos dan demasiada información, mientras que los juguetes más básicos dejan el campo abierto y les permiten desarrollar su imaginación.

¿Cuáles son las consecuencias de esta sobreestimulación de los bebés?

Esto puede afectar su sueño, que es fundamental para digerir y consolidar lo que aprenden durante las horas de vigilia. La ansiedad de los padres sobre el desarrollo de su bebé le está afectando tanto que puede que ya muestre signos de estrés. Sin embargo, en un niño pequeño, demasiado estrés dificulta el aprendizaje y el control de los impulsos, al tiempo que aumenta el riesgo de depresión.

¿Y el jardín de infancia?

Se les pide a los niños que dominen los conceptos básicos (lectura, escritura, conteo) desde una edad temprana, cuando tienen etapas claras de desarrollo y este aprendizaje temprano no garantiza el éxito académico posterior. Por el contrario, incluso les puede disgustar aprender. En la edad del jardín de infancia, los niños necesitan especialmente explorar el mundo que los rodea en un entorno seguro y relajado, para poder cometer errores sin sentirlo como un fracaso y para socializar.

¿Cómo saber si es un padre “hiperactivo” que ejerce demasiada presión sobre su hijo?

Si los únicos libros que lees son libros educativos, tu hijo es tu único tema de conversación, que se duerma en el asiento trasero del auto cuando lo llevas a sus actividades extracurriculares, que nunca te sientes como si estuvieras haciendo lo suficiente por sus hijos y constantemente los compara con sus compañeros ... entonces es el momento de liberar la presión.

¿Qué consejo le daría a los padres?

1. Lo mejor es enemigo de lo bueno, así que no te impacientes: deja que tu hijo se desarrolle a su propio ritmo.

2. Tampoco seas entrometido: acepta que juega y se divierte según sus propias reglas, sin interferir.

3. En la medida de lo posible, evite el uso de la tecnología para estimular a los niños pequeños y, en cambio, concéntrese en los intercambios.

4. Confíe en sus instintos de crianza y no se deje engañar por la comparación con otros padres.

5. Acepte que cada niño tiene diferentes habilidades e intereses, sobre los cuales no tenemos control. Criar hijos es un viaje de descubrimiento, no de “gestión de proyectos”.

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