Ciclo menstrual: la fase lútea

Ciclo menstrual: la fase lútea

Última fase del ciclo menstrual, la fase lútea juega un papel clave en la fertilidad femenina al permitir, en caso de fecundación, la implantación del óvulo y el mantenimiento del embarazo. ¿Cómo está yendo? ¿Cuándo debería ser compatible? Algunos elementos de explicación.

La fase lútea en el ciclo ovárico: la última fase del ciclo

El ciclo menstrual se divide en varias fases, esenciales para la producción del ovocito y el mantenimiento del embarazo después de la fecundación:

  • la fase folicular dura aproximadamente 14 días desde el primer día de su último período. Durante esta fase, varios ovocitos envueltos en su folículo ovárico, una célula que se asemeja a un pequeño saco, comienzan a madurar bajo la influencia de la hormona pituitaria (FSH). Solo uno de ellos será expulsado.
  • l'ovulación: Durante estas 24 a 48 horas, que marcan la mitad del ciclo ovárico, la secreción de hormona luteinizante (LH) aumenta significativamente. Su función: provocar la rotura del folículo y la expulsión del ovocito maduro. A esto se le llama puesta u ovulación ovular. En las horas posteriores a la ovulación, el ovocito viaja a la trompa de Falopio donde espera antes de ser fertilizado ... o descomponerse.
  • fase lútea constituye la última parte del ciclo ovárico. Este período entre la ovulación y el siguiente período dura entre 12 y 14 días. Durante la fase lútea y bajo el efecto de la impregnación hormonal, el folículo ovárico se transforma en una glándula que toma su nombre de su pigmentación: el cuerpo amarillo. Este cuerpo lúteo es un elemento clave en la perspectiva de un futuro embarazo. De hecho, al secretar estrógeno y progesterona, prepara el revestimiento del útero (endometrio) para recibir el óvulo en caso de fertilización. Es por ello que se espesa significativamente durante esta segunda parte del ciclo hasta el día 20.

La fase lútea después de la fecundación ... o no

Después de la ovulación y, por tanto, durante la fase lútea, son posibles dos escenarios:

Se fertiliza el ovocito.

 En este caso, el embrión se deposita en el endometrio aproximadamente 8 días después de la fertilización. Es implantación. Luego, varias hormonas juegan un papel clave:

  • la hormona HCG o gonadotropina coriónica, se secreta para que el cuerpo lúteo continúe su actividad durante 3 meses. Es esta hormona la que se “analiza” en la prueba de embarazo y le permite saber si ha quedado embarazada.
  • estrógeno y progesterona son secretadas por el cuerpo lúteo para mantener el embarazo. Esta producción hormonal persiste durante algunas semanas hasta que la placenta está lista para garantizar los intercambios de gases y nutrientes entre la madre y el niño.

El ovocito no se fertiliza.

 Si no ha habido fertilización, el ovocito no anida en el endometrio y el cuerpo lúteo ya no produce progesterona. Con la desimpregnación hormonal, los pequeños vasos del endometrio se contraen y la membrana mucosa se rompe provocando hemorragias. Éstas son las reglas. La fase folicular comienza de nuevo.

Síntomas de la fase lútea.

El signo más sugerente de la fase lútea es un aumento de la temperatura corporal. Esto se debe a que la producción de progesterona por el cuerpo lúteo hace que el cuerpo se caliente alrededor de 0,5 ° C.Después de una caída de temperatura en el momento de la ovulación (el momento menos "caliente" del ciclo), la temperatura corporal permanece alrededor de 37,5 ° C (de media) a lo largo de esta última fase del ciclo. menstrual.

Otra característica más sorprendente de la fase lútea: la evolución del apetito. De hecho, la producción hormonal tiene, según algunos estudios, una influencia en la ingesta de calorías durante el ciclo. Más bajo durante la fase folicular, aumentaría particularmente en la fase preovulatoria y en la fase lútea tardía. En cuestión: la impregnación en progesterona y estrógeno, que implicaría una disminución en la producción de serotonina (la hormona del placer) y por tanto un fenómeno de “compensación alimentaria” donde las mujeres favorecerían los carbohidratos, el calcio y el magnesio.

Infertilidad: la importancia de apoyar la fase lútea

La fase lútea es objeto de especial observación en mujeres que tienen dificultades para quedar embarazadas o han sufrido repetidos abortos espontáneos. La solución de primera línea es entonces realizar un control de fertilidad e identificar un posible trastorno de la ovulación, en particular observando las curvas de temperatura y / o realizando ensayos hormonales y una ecografía pélvica.

 Si se sospecha subfertilidad, en algunos casos se puede recomendar la estimulación ovárica. Es en el marco de estas técnicas de ayuda a la procreación (y más concretamente la FIV y la FIV ICSII) donde el apoyo a la fase lútea es decisivo. De hecho, al estimular los ovarios para obtener tantos óvulos como sea posible (antes de la fertilización in vitro), se induce una malformación de la fase lútea. Los cuerpos amarillos multiplicados por la estimulación son entonces incapaces de producir suficiente progesterona, lo que puede poner en peligro la implantación de los embriones. Por lo tanto, se pone en marcha un tratamiento para promover el mantenimiento del embarazo. Entonces se favorecen dos moléculas:

  • progesterona, generalmente administrada por vía vaginal,
  • Agonistas de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) que estimulan la producción de GnRH, una hormona que promueve el desarrollo del cuerpo lúteo.

Deje un comentario