Mi hijo moja la cama: ¿y si probamos la hipnosis?

Antes de los 5 años, mojar la cama por la noche no es un problema. Se vuelve más aburrido después de esta edad. A esto se le llama enuresis. Más del 10% de los niños, en su mayoría niños pequeños, se verían afectados por este trastorno. Mojar la cama puede ser primario si el niño nunca ha estado limpio durante varios meses seguidos. Se dice secundario cuando un evento desencadena la enuresis nuevamente, después de al menos seis meses de estar inactiva. Las causas de la enuresis primaria son principalmente genéticas : Tener un padre que la ha padecido multiplica el riesgo por tres.

 

¿Cómo se desarrolla la sesión de hipnosis?

El practicante hipnoterapeuta va primero cuestionar al niño para saber si le molesta o no. Luego, mediante un lenguaje muy colorido (globo, puerta automática, puerta que se controla ...), le explicará de manera muy sencilla el funcionamiento de su vejiga, y trabajar en el concepto de moderación. También puede activar los recursos del niño a través de un escenario en forma de tres dibujos. Utiliza sugerencias hipnóticas adaptadas a la edad del niño, y gracias a esto estado alterado de conciencia (muy fácil de conseguir con un niño), pone fin al pequeño problema.

El testimonio de Virginie, madre de Lou, de 7 años: “Para mi hija, la hipnosis funcionó bien”

“A los 6 años, mi hija todavía mojaba la cama. Tenía un pañal para pasar la noche y la situación no parecía traumatizarla. Por nuestra parte, no lo presionamos y esperamos a que pasara. Lo que nos llevó a acelerar las cosas fue el anuncio por parte del profesor de una semana de clase verde al final del año. Le expliqué a mi hija que tenía que estar limpia por la noche para poder participar. Contacté a un hipnoterapeuta. Este método suave es muy adecuado para los niños. La sesión tuvo lugar con amabilidad: explicaciones sobre el funcionamiento de la vejiga, dibujos… para que mi hija tome conciencia del problema y logre hacerse cargo de sí misma. La primera semana, hubo 4 mojar la cama. El segundo, ¡ninguno! "  

Virginia, madre de Lou, 7 años.

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