Prácticas orientales: ¿por dónde empezar?

Los gimnasios modernos ofrecen una gran variedad de prácticas orientales. Pero, ¿cómo elegir la dirección y el grado de carga? Aquí tienes una guía sencilla.

¿Cómo entender qué dirección de las prácticas orientales es la adecuada para usted? Por supuesto, necesitas probar y experimentar. Pero para no abandonar esta empresa después de cinco o incluso diez intentos fallidos, inicialmente es importante determinar las prioridades.

Al elegir, debes enfocarte no solo y no tanto en los resultados físicos que quieres lograr, porque las prácticas tradicionales afectan no solo al cuerpo, sino también al estado psicológico. Por ejemplo, en la medicina china, todas las enfermedades del cuerpo se consideran psicosomáticas: la enfermedad siempre se asocia con emociones fuera de control. Entonces, al elegir una dirección, es necesario confiar en las prioridades en general. ¿Qué quieres del cuerpo y de ti mismo? ¿Qué cualidades te faltan para restaurar la armonía en tu vida?

Balance

Si desea aprender a concentrarse y aumentar la resistencia al estrés mientras permanece relajado y tranquilo, elija áreas de práctica que tengan muchos ejercicios de equilibrio estático. Se encuentran en el yoga (el yoga Iyengar es especialmente adecuado para principiantes) y el qigong (Zhang Zhuang). En ambos casos, el énfasis está en encontrar la relajación y el equilibrio dentro de una forma estrictamente fija.

Si siente falta de estabilidad en todas las áreas de su vida, incluso una práctica estática aparentemente aburrida puede traerle muchos descubrimientos nuevos. Pero si carece de habilidades de movimiento o relajación, la lección puede parecer una verdadera tortura.

la columna Acción

Al dominar las prácticas orientales, puedes aprender un nuevo tipo de movimiento y, además, bastante enérgico. Un ejemplo es Ashtanga Vinyasa yoga, en el que todos los elementos están conectados por un determinado tipo de movimiento. En el curso de la práctica, dominas la misma habilidad de equilibrio, pero lo haces dinámicamente.

Relajación

Si quieres aprender a relajarte de verdad profundamente después de un duro día de trabajo, elige prácticas cuyo objetivo sea entrenar el cuerpo para encontrar y liberar las tensiones habituales. Uno de los ejemplos más llamativos es el Qigong para la columna Sing Shen Juang.

Etapas de la práctica

A menudo, en el aula, el instructor da la tarea no solo de repetir los movimientos, sino también de realizar la práctica de respiración en paralelo o concentrarse de cierta manera, apagando el monólogo interno. Para un principiante, esto puede generar muchas preguntas: ¿por qué inhalar aquí y exhalar allá? ¿Por qué dirigir el «ojo interior» a algún lugar entre las cejas?

Para comprender lo que sucede durante este o aquel ejercicio, es importante saber que casi cualquier práctica oriental consta de tres pasos.

La primera etapa es el estudio de la estructura del cuerpo. La tarea es construir la postura correcta, aliviar la tensión habitual, hacer que el cuerpo sea más flexible y libre. Por ejemplo, en qigong, estos resultados se pueden lograr con la ayuda de la gimnasia Sing Shen Juang, dirigida a la relajación.

Habiendo dominado técnicas especiales de respiración, tenemos la oportunidad de acumular vitalidad y volvernos más enérgicos.

La segunda etapa es la práctica del silencio o meditación. La principal habilidad a dominar en el marco de estas clases es “entrar en el silencio”, detener el monólogo interior. Este estado se puede alcanzar de diferentes maneras. En la tradición taoísta, una de las prácticas de meditación más simples es Nu Dan Gong. Durante la fase de dominio, el alumno se sienta, cierra los ojos y realiza una serie de ejercicios para ganar el silencio interior. Entonces la práctica se puede combinar con la gimnasia Sing Shen Juang: realizas los movimientos, y tu mente, estando en silencio, los controla. Por lo tanto, la gimnasia pasa de ser un conjunto de ejercicios ordinarios a una práctica de manejo de las fuerzas vitales: la energía del cuerpo.

La tercera etapa: prácticas energéticas, más a menudo se asocian con la respiración. Habiendo dominado técnicas especiales de respiración, tenemos la oportunidad de acumular vitalidad y volvernos más enérgicos debido a esta habilidad.

Puedes venir inmediatamente a las clases, que se basan en un “cóctel” de estas tres áreas: movimiento, concentración y respiración, o puedes dominar estas habilidades por etapas. Elige el camino que se adapte a tus prioridades y hábitos de aprendizaje. Después de varios intentos, definitivamente encontrará la dirección en la que desea desarrollarse.

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