El robot es como los muebles: cuando la innovación no hace la vida más fácil

El ritmo del progreso tecnológico conduce a la aparición de productos “en bruto” que requieren una actualización constante. Al mismo tiempo, los productos existentes, habiendo perdido apoyo, de repente pierden sentido.

La innovación tecnológica es un proceso complejo con muchas interconexiones. La creciente velocidad de su implementación puede generar incidentes: a menudo sucede que una actualización de software entra en conflicto con el hardware, y los desarrolladores se ven obligados a corregir rápidamente las deficiencias publicando una actualización extraordinaria.

También sucede que las empresas vuelcan todos sus esfuerzos en nuevos proyectos, y en algún momento simplemente dejan de apoyar el producto anterior, sin importar cuán popular sea. Un ejemplo llamativo es el sistema operativo (SO) Windows XP, que Microsoft dejó de actualizar en la primavera de 2014. Es cierto que la compañía extendió el período de servicio de este SO para cajeros automáticos, el 95% de los cuales en todo el mundo usaba Windows XP, en dos años para evitar el colapso financiero y dar tiempo a los bancos para adaptarse.

“En algún momento, resulta que los dispositivos “inteligentes” se vuelven más tontos y las actualizaciones automáticas ya no son automáticas”, escribe Peter Sachyu, columnista de ECT News Network. Las tecnologías que se presentan como simples y comprensibles a menudo no lo son en absoluto, y el camino para simplemente presionar un botón pasa por resolver varios problemas. Sachyu identifica seis situaciones en las que el desarrollo tecnológico y la innovación hacen la vida mucho más fácil.

Deje un comentario