La mañana perfecta: 8 consejos simples

8 sencillas recomendaciones para una “mañana perfecta”:

1. Sueño. Duerme lo suficiente, pero no te quedes dormido. Es extremadamente importante dormir lo suficiente y dormir por la noche. El hecho es que las hormonas responsables del apetito y la saciedad están sujetas a ritmos circadianos (diarios) y, como demuestran los estudios, el sueño insuficiente o la falta de sueño por la noche provoca un aumento del apetito, lo que contribuye a comer en exceso y a la aparición de sobrepeso. . El sueño completo para todos tiene una duración diferente, en promedio de 6 a 8 horas. ¡Pero no te quedes dormido! El hábito de dormir los fines de semana o dormir por la tarde conduce a un desequilibrio hormonal, letargo general, apatía y contribuye al aumento de peso. 

2. Agua. Comienza tu mañana con un vaso de agua tibia. La temperatura ideal del agua es de unos 60C, si lo desea, puede agregarle un poco de jugo de limón. El agua, especialmente el agua con limón, es una buena forma de activar el sistema digestivo y el organismo en su conjunto, favorece la defecación matutina (limpieza de los intestinos) y la pérdida de peso. 

Tenga en cuenta que el agua caliente puede sobreestimular su apetito e interferir con sus rituales matutinos antes del desayuno. No olvides beber también agua a lo largo del día. Contrariamente a la creencia popular, no es necesario beber solo 2-3 litros de agua pura, el agua disponible para el cuerpo se encuentra en frutas, verduras e incluso en el té y el café. Es más razonable beber agua no en vasos, sino en sorbos, mientras se aprende a rastrear la sensación de sed. También es útil beber 0,5-1 vaso de agua antes de cada comida. Y evita el agua fría y más aún con hielo y las limonadas dulces. 

3. Cargador. Comienza tu día con un poco de ejercicio. Pueden ser 5-10 minutos de hatha yoga, gimnasia articular, o 1-2 minutos en barra horizontal. Esto tonificará todo el cuerpo y despertará la mente. Además, un poco de actividad física antes del desayuno ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre, lo que bloquea el hambre y evita comer en exceso en el desayuno. 

4. Meditación. Dedica al menos cinco minutos cada mañana a concentrarte en el momento presente. La práctica es simple: siéntese cómodamente con la espalda recta en un lugar tranquilo, preste atención al estado de su mente, siga los pensamientos y sentimientos. La meditación está libre de tensión y no implica esfuerzo ni cambios en lo que está sucediendo. Solo observa lo que es y no tratas de interferir con eso de ninguna manera. Numerosos estudios han demostrado que una breve meditación matutina ayuda a reducir el peso y controlar los hábitos alimenticios.   

5. Desayuno proteico. No descuides el desayuno, porque de hecho marca el rumbo de todo el día. Solo unas pocas personas se benefician de hacer el desayuno ligero o incluso prescindir de él, para el resto, un buen desayuno es una comida importante. El desayuno determina si te sentirás lleno y satisfecho hasta el almuerzo o hasta un sinfín de refrigerios. La proteína para el desayuno promueve la pérdida de peso al reducir los niveles de grelina, una hormona responsable del apetito. Pero un desayuno con muchos hidratos de carbono aumenta la secreción de grelina y, por lo tanto, solo estimula el apetito y evita la saciedad. En consecuencia, la avena o el muesli para el desayuno no son la mejor opción. Es más inteligente utilizar requesón, yogur, quesos, frutos secos, semillas, cereales proteicos, como la quinoa o el amaranto, y otros en el desayuno.

 

6. Descanso de dos horas. Disciplina tu mente. Al principio, configura una alarma y mantén una pausa de dos horas entre el desayuno y la próxima comida (puedes extender la pausa hasta 5 horas). Esta sencilla práctica no solo te dará más control sobre tus hábitos alimenticios, sino que será una buena herramienta para la autodisciplina. Además, mantener largas pausas entre comidas ayuda a descargar el organismo y restaurar el sistema enzimático. 

7. Sol. Solo abre las cortinas. La luz del sol tiene un efecto positivo en el sistema nervioso, incluida la secreción de hormonas del "hambre", lo que ayuda a eliminar el exceso de peso. Así que abre las ventanas o, si sale el sol, da un paseo matutino de 15 minutos. La exposición a la luz solar también es la mejor manera de satisfacer las necesidades de vitamina D de su cuerpo. Y obtener suficiente vitamina D puede ayudarlo a perder peso e incluso ayudar a prevenir el aumento de peso. En promedio, estar al sol durante 15 minutos (suponiendo que la mayor parte de la piel permanezca abierta) es el momento óptimo para que el cuerpo produzca niveles suficientes de vitamina D. Si vive “sin sol, entonces debería considerar tomar un suplemento de vitamina D”. en forma de suplementos dietéticos.

 

8. Un diario. Comience su "día perfecto" escribiendo una lista de cosas por hacer y trate de seguir ese curso durante todo el día. Antes de ir a la cama, revise su lista de la mañana y repasar (oral o escrito) todo el día. Marque eventos importantes, logros, fracasos, evalúe su condición en todos los niveles: físico, mental, emocional, etc. Esta práctica simple promueve una experiencia más profunda y promueve el crecimiento interior. Llevar un diario de alimentos a lo largo del día es un método simple de autodisciplina que a menudo se subestima. Mientras tanto, los estudios han demostrado que esta técnica simple no solo es útil para perder peso, sino que también es favorable para la disciplina en su conjunto. 

Unos pequeños cambios en sus hábitos matutinos pueden ser la clave para un “buen día” y una manera fácil de mantener el equilibrio y la vitalidad. Además, tiene un efecto positivo en la pérdida de peso y mejora la salud en general. ¡No descuides la mañana!

 

 

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