Temblor

El temblor es el proceso de temblor involuntario del cuerpo o de sus partes individuales. Está regulado por los impulsos nerviosos y la contractilidad de las fibras musculares. Muy a menudo, el temblor es un síntoma de cambios patológicos en el sistema nervioso, pero también puede ser episódico y ocurrir después del ejercicio o el estrés. ¿Por qué se produce el temblor, se puede controlar y cuándo debo consultar a un médico?

Características generales del estado

El temblor es una contracción muscular rítmica involuntaria que una persona no puede controlar. Una o más partes del cuerpo están involucradas en el proceso (la mayoría de las veces ocurre en las extremidades, con menos frecuencia en la cabeza, las cuerdas vocales, el tronco). Los pacientes de la categoría de mayor edad son los más susceptibles a las contracciones musculares caóticas. Esto se debe al debilitamiento del cuerpo y las enfermedades asociadas. En general, el temblor no representa una amenaza grave para la vida, pero reduce significativamente su calidad. El temblor puede ser tan fuerte que imposibilite que una persona levante objetos pequeños o duerma tranquila.

Posibles causas de desarrollo.

En la mayoría de los casos, el temblor es causado por traumatismos o procesos patológicos en las capas profundas del cerebro responsables del movimiento. Las contracciones involuntarias pueden ser un síntoma de esclerosis múltiple, accidente cerebrovascular, enfermedades neurodegenerativas (por ejemplo, la enfermedad de Parkinson). También pueden indicar insuficiencia renal/hepática o un mal funcionamiento de la glándula tiroides. En la práctica médica, a menudo existe una predisposición al temblor debido a factores genéticos.

A veces, el temblor no indica una enfermedad, sino que es una reacción protectora del cuerpo ante estímulos externos. Entre ellos: envenenamiento por mercurio, intoxicación por alcohol, fuerte estrés emocional. En este caso, el temblor es de corta duración y desaparece junto con el estímulo.

El temblor nunca ocurre sin razón. Si no puede explicar el origen del temblor o su intensidad parece aterradora, consulte a un médico.

Clasificación de las contracciones involuntarias

Los médicos dividen el temblor en 4 categorías: primario, secundario, psicógeno y temblor en enfermedades del sistema nervioso central. El temblor primario ocurre como una reacción protectora natural del cuerpo al frío, el miedo, la intoxicación y no requiere tratamiento. Las categorías restantes son una manifestación de enfermedades graves que necesitan atención médica.

Clasificación según el mecanismo de ocurrencia

El temblor puede desarrollarse solo en dos casos: en el momento de la actividad o en el reposo relativo de los músculos. El temblor de acción (acción) se desencadena durante la contracción voluntaria de las fibras musculares. A la señal que el sistema nervioso envía al músculo, se conectan varios impulsos adicionales, que provocan temblores. El temblor de acción puede ser postural, cinético e intencional. El temblor postural ocurre cuando se mantiene una postura, el temblor cinético ocurre en el momento del movimiento y el temblor intencional ocurre cuando se acerca a una meta (por ejemplo, cuando se trata de tomar algo, tocar una cara u otra parte del cuerpo).

El temblor de reposo ocurre solo en un estado relajado, desaparece o se apaga parcialmente durante el movimiento. Muy a menudo, el síntoma indica una enfermedad neurológica progresiva. A medida que avanza la enfermedad, la amplitud de las fluctuaciones aumenta lentamente, lo que perjudica gravemente la calidad de vida y limita la funcionalidad de una persona.

tipos de temblor

Los principales tipos de temblor incluyen:

  1. Temblor fisiológico. La mayoría de las veces se localiza en las manos y prácticamente no lo siente una persona. Es de corta duración y ocurre en el contexto de ansiedad, exceso de trabajo, exposición a bajas temperaturas, intoxicación por alcohol o intoxicación química. Además, el temblor fisiológico puede ser un efecto secundario del uso de medicamentos potentes.
  2. Temblor distónico. La condición es típica de los pacientes con distonía. En la mayoría de los casos, ocurre en el contexto de una postura distónica y se intensifica gradualmente a medida que se desarrolla la enfermedad.
  3. temblor neuropático. Temblor postural-cinético, causado con mayor frecuencia por una predisposición genética.
  4. Temblor esencial. En la mayoría de los casos, localizado en las manos, es bilateral. Las contracciones musculares pueden abarcar no solo los brazos, sino también el torso, la cabeza, los labios, las piernas e incluso las cuerdas vocales. El temblor esencial se transmite genéticamente. A menudo se acompaña de un grado leve de tortícolis, tono muscular en las extremidades y espasmos al escribir.
  5. Temblor iatrogénico o por drogas. Ocurre como un efecto secundario del uso de drogas o acciones no calificadas de un médico.
  6. Temblor parkinsoniano. Este es el llamado “reposo tembloroso”, que se debilita en el momento del movimiento o cualquier otra actividad. El síntoma es característico de la enfermedad de Parkinson, pero también puede ocurrir en otras enfermedades con síndrome de parkinsonismo (por ejemplo, con atrofia multisistémica). La mayoría de las veces se localiza en las manos, a veces las piernas, los labios y la barbilla están involucradas en el proceso, con menos frecuencia en la cabeza.
  7. Temblor cerebeloso. Este es un temblor intencional, que se manifiesta con menos frecuencia como postural. El cuerpo está involucrado en el proceso de temblor, con menos frecuencia la cabeza.
  8. Temblor de Holmes (rubral). Una combinación de contracciones posturales y cinéticas involuntarias que se produce en reposo.

Características de la terapia.

Las contracciones musculares no siempre necesitan tratamiento. A veces, sus manifestaciones son tan insignificantes que una persona no siente mucha incomodidad y continúa funcionando al ritmo habitual. En otros casos, la búsqueda de un tratamiento adecuado depende directamente del diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica el temblor?

El diagnóstico se basa en el estudio de la historia clínica del paciente, la exploración fisiológica y neurológica. En la etapa de examen fisiológico, el médico revela el mecanismo de desarrollo, localización y manifestaciones del temblor (amplitud, frecuencia). El examen neurológico es necesario para compilar una imagen completa de la enfermedad. Tal vez el temblor involuntario esté asociado con dificultad para hablar, aumento de la rigidez muscular u otras anomalías.

Después del examen inicial, el médico emite una referencia para análisis generales de orina y sangre, análisis de sangre bioquímicos. Esto ayudará a eliminar los factores metabólicos para el desarrollo del temblor (por ejemplo, el mal funcionamiento de la glándula tiroides). Las manipulaciones diagnósticas posteriores dependen de las características individuales del paciente. Por ejemplo, un especialista puede prescribir un electromiograma (EMG). EMG es un método para estudiar la actividad muscular y la respuesta muscular a la estimulación.

En caso de lesiones cerebrales, dan una referencia para CT o MRI, y con temblores severos (una persona no puede sostener un bolígrafo / tenedor), para un estudio funcional. Se le ofrece al paciente realizar una serie de ejercicios, según los cuales el médico evalúa el estado de sus músculos y la reacción del sistema nervioso a una tarea en particular. Los ejercicios son muy simples: tóquese la nariz con la yema del dedo, doble o levante una extremidad, etc.

Tratamiento médico y quirúrgico

El temblor esencial se puede tratar con betabloqueantes. El medicamento no solo normaliza la presión arterial, sino que también elimina el estrés en los músculos. Si el cuerpo se niega a responder a un bloqueador beta, un médico puede recetar medicamentos anticonvulsivos especiales. Para otros tipos de temblor, cuando el tratamiento principal aún no ha funcionado y es necesario eliminar el temblor lo antes posible, se prescriben tranquilizantes. Dan resultados a corto plazo y pueden causar somnolencia, falta de coordinación y una serie de efectos secundarios no deseados. Además, el uso regular de tranquilizantes puede causar dependencia. Las inyecciones de toxina botulínica o los ultrasonidos focalizados de alta intensidad también se pueden utilizar con fines terapéuticos.

No automedicarse. Siga estrictamente las recomendaciones del médico, no cambie las dosis indicadas para no agravar la situación.

Si el tratamiento médico no es efectivo, los médicos usan métodos quirúrgicos: estimulación cerebral profunda o ablación por radiofrecuencia. ¿Lo que es? La estimulación cerebral profunda es un procedimiento quirúrgico en el que se inserta un dispositivo pulsado debajo de la piel del tórax. Genera electrodos, los envía al tálamo (la estructura cerebral profunda responsable del movimiento) y, por lo tanto, elimina el temblor. La ablación por radiofrecuencia calienta el nervio talámico, que es responsable de las contracciones musculares involuntarias. El nervio pierde la capacidad de generar impulsos durante al menos 6 meses.

Pronóstico médico

El temblor no es una afección potencialmente mortal, pero puede afectar significativamente la calidad de vida. Las actividades de la rutina diaria, como lavar los platos, comer, escribir a máquina, causan dificultades o son completamente imposibles. Además, el temblor limita la actividad física y social. Una persona se niega a comunicarse, empleo habitual, con el fin de evitar situaciones incómodas, vergüenza y otras cosas.

El pronóstico médico depende de la causa raíz de las contracciones rítmicas, su variedad y las características individuales del organismo. Por ejemplo, las manifestaciones del temblor esencial pueden aumentar con la edad. Además, existe evidencia de que los escalofríos involuntarios están asociados con un mayor riesgo de desarrollar otras afecciones neurodegenerativas (como la enfermedad de Alzheimer). Los temblores fisiológicos y medicamentosos son fácilmente tratables, por lo que el pronóstico es favorable para ellos, pero es mucho más difícil eliminar los factores hereditarios. Lo principal es consultar a un médico de manera oportuna y comenzar la terapia.

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