¿Qué precauciones antes de la jardinería durante el embarazo?

Embarazada, ¿puedo cultivar un huerto?

Seguro. Es una actividad agradable y no olvidemos que nuestros antepasados ​​trabajaron en el campo hasta el final del embarazo… Entonces, ¿por qué privarnos de esta afición?

 

¿Qué consejo antes de empezar?

Para evitar la máscara del embarazo (pigmentación de la cara), evitamos el sol. Todo está bien: protector solar SPF 50, gorra… Se recomiendan guantes sobre todo si no eres inmune a la toxoplasmosis, aunque el riesgo sea casi nulo (ver pregunta 5). Se evita el uso de productos fitosanitarios (para eliminar malas hierbas e insectos del jardín). Y nos lavamos bien las manos después de la jardinería.

 

¿Qué posturas adoptar? ¿Cómo llevar el equipo necesario?

Embarazada o no, la ergonomía en el trabajo es fundamental. Entonces aprovechamos el embarazo para mantener (o retomar) buenas posturas: nos ponemos en cuclillas para agacharnos, nos arrodillamos en el suelo (en una caja de cartón…) frente a los parterres. Para proteger tu espalda, puedes optar por jardineras con pies. Se tiran cargas pesadas (en lugar de llevarlas), siempre doblando las rodillas. ¡Estos reflejos evitan el debilitamiento del perineo (que puede causar problemas de pérdida de orina después del nacimiento)!

 

¿Los productos de jardinería son peligrosos para mi bebé y para mí?

Para evitar el uso de productos químicos, nos sumergimos en los muchos libros: jardinería orgánica, permacultura, uso de asociaciones de plantas, depredadores naturales… Si tenemos alguna duda, usamos guantes y una máscara o preguntamos a alguien. otro para manipularlos. Preferimos el deshierbe manual u orgánico (¡agua hirviendo, por ejemplo!). Favorecemos los aditivos naturales (estiércol líquido, estiércol, algas, etc.). 

 

¿Cuál es el riesgo de transmitir toxoplasmosis?

Hoy, el riesgo es mínimo. Para atraparlo, los excrementos de un gato contaminado deben estar presentes en el suelo e ingeridos a través de vegetales mal lavados… Sin embargo, los gatos comen más croquetas secas que los animales vivos. ¡En Gran Bretaña, la toxoplasmosis ya no es un problema de salud pública y su seguimiento se reduce!

 

 

 

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