10 prácticas fraudulentas en bares

10 prácticas fraudulentas en bares

Estamos en un país de bares y restaurantes y nuestra actividad de ocio suele estar representada cerca o dentro de uno de los miles de establecimientos hoteleros que existen en España.

La tan esperada experiencia del cliente está actualmente de moda, y en este caso podemos asegurar que se consigue claramente, sobre todo en el nivel negativo o sorprendente, más que en el de ilusión y / o disfrute.

La comida, los platos, el servicio, el lugar, son tantos los factores que influyen que hay que cuidarlos a la perfección, pero a veces no con tanta sospecha, ya que pasamos esa delgada línea roja del disimulo al desengaño.

No olvidemos que uno de los factores de éxito de cualquier negocio empresarial es la perseverancia, la dedicación y la transparencia y si esta última fracasa, las dos primeras no suelen ser suficientes para su perfecto desarrollo con éxito.

¿A cuántos de nosotros nos ha sorprendido el famoso “relato” en el momento perfecto de ese almuerzo o cena? Seguramente el entusiasmo y la alegría se transformaron inmediatamente en una enorme ira….

La organización de defensa del consumidor Facua ha presentado recientemente una elaborada lista de lo que muchos llamarían estafas, pero que realmente son esa parte del lado oscuro, que no sabemos si, de forma intencionada o no, los dueños de los establecimientos de hostelería que ofrecemos a diario. en sus ubicaciones.

Hasta dónde ha llegado el ruido de estas acciones, que desde la propia organización ha creado un hashtag, #BaresParaNoVolver, como ponente de colaboración entre consumidores para no tolerar este tipo de abusos y así etiquetar sus comentarios o desacuerdos dentro de las redes sociales.

A continuación destacamos una decena de ellos que creemos son más habituales, de los que creemos que deben salir de la costumbre de los bares y restaurantes para ayudar a profesionalizar el sector.

  1. Tiempos de espera Desde que toman nuestro pedido de bebida hasta que el camarero vuelve a preguntar por la elección de la comida es un claro ejemplo de estrategia sibilina, a veces pasa tanto tiempo que no solo no te queda ni una gota de tu refresco, sino que habrías Tuvo tiempo de leer todos los resultados de la jornada de fútbol “de la marca” o “el deporte” en su honor y divisiones regionales…
  2. No informar los precios de las bebidas. Algunos establecimientos omiten los precios de las bebidas líquidas en las letras, señal clara de que quieren esconder algo, generalmente el resultado es una sorprendente tendencia alcista en el valor de la bebida como si se tratara de una oferta bursátil muy demandada. Esto genera desconfianza.
  3. El pan a precio de oro. Los establecimientos pueden cobrar el pan por separado, es legal, pero solo si aparece en la lista de precios del bar o restaurante, si este no aparece no pueden cobrarlo.
  4. El aperitivo sobrevalorado. No en todo el país se regala, y la mala costumbre de preguntar a veces nos provoca situaciones embarazosas de tener que pagar o devolver el cuenco de aceitunas o el plato de patatas porque su valor está casi a la par con el de las huevas. del esturión ”. Es legal si se refleja en la lista de precios ...
  5. El valor añadido del 10%. Dado que somos europeos de pleno derecho, el IVA solo da dolores de cabeza y, a veces, sorpresas no deseadas. En el caso de los menús, siempre hay que destacar si los precios de los platos o bebidas incluyen el famoso impuesto o no. Además, es fácil de calcular y a todos nos gusta dar propina…;)
  6. El intrigante mundo de las siglas de los menús de los restaurantes. “SM” o “PSM” ni social media ni sus majestades que conviene duplicar, son las clásicas siglas de “precio según mercado” que no hacen más que descubrir una ilegalidad que es realmente común, no importa que el precio fluctúe, el Lo obligatorio es informarlo, para eso el incómodo papel tomado con clip se suele poner en la portada de la carta con una caligrafía perfecta del plato o producto resaltado, eso sí, con su precio…
  7. Mesa o barra, problema de altura. ¿Por qué la cerveza cuesta más en la mesa que en la barra? El kilometraje no se aplica realmente a la cerveza ni al plato, es una práctica habitual de determinados lugares que, siendo legal, debe quedar siempre perfectamente reflejada dentro de la carta o lista de puntos fuertes del establecimiento hostelero. Lo que no debemos permitir es que se comunique de forma oral, todo bien reflejado.
  8. El apasionante mundo de los suplementos. Aunque parezca sacado del guión de una película de Berlanga, en algunos establecimientos te cobran por el hielo, o si quieres la carne bien cocida. Esto es totalmente ilegal y constituye un abuso inaceptable. ¿Alguna vez te han ofrecido un descuento por pedir el agua del tiempo o por pedir carne casi cruda? ¿Qué sería de los restaurantes japoneses…?
  9. El TPV que nunca funciona. ¡Que mala suerte! El mundo busca avanzar con los medios de pago y donde almuerzas el datáfono siempre falla. Esto puede suceder, pero el responsable del establecimiento debe informar al respecto cuando lleguemos al local, no al momento de pagar, o indicado junto al cartel o pegatina en la que anuncian que se aceptan tarjetas. Lo que se desconoce en este caso es que tenemos derecho a solicitar la cuenta del restaurante (aportando nuestro DNI como garantía) y realizar un ingreso en efectivo o transferencia a la cuenta del establecimiento, eximiéndonos de la obligación de retirar dinero de un cajero automático. en el que nos van a cobrar comisión.
  10. Pastillas para el dolor. Si después de todo esto nos duele la cabeza, ya sea por patología o por descontento y pides una pastilla analgésica, solo necesitas que te cobren. Este acto es ilegal por el hecho de recolectarlo, pero lo peor es no dárselo, ya que solo las farmacias y los centros de salud pueden suministrar medicamentos, y al momento los bares despachan casi todo pero aún no aspirinas.

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