4 reglas de los «mensajes yo»

Cuando estamos insatisfechos con el comportamiento de alguien, lo primero que queremos hacer es descargar toda nuestra indignación sobre el “culpable”. Empezamos a acusar al otro de todos los pecados, y el escándalo entra en una nueva ronda. Los psicólogos dicen que los llamados "mensajes yo" nos ayudarán a expresar correctamente nuestro punto de vista y no ofender al interlocutor en tales disputas. ¿Lo que es?

"Otra vez te olvidaste de tu promesa", "Siempre llegas tarde", "Eres un egoísta, constantemente haces solo lo que quieres", no solo teníamos que decir esas frases nosotros mismos, sino también escucharlas dirigidas a nosotros.

Cuando algo no sale según nuestro plan, y la otra persona no se comporta como nos gustaría, nos parece que culpabilizando y señalando defectos, le llamaremos a conciencia y se corregirá inmediatamente. Pero no funciona.

Si usamos «Mensajes-ustedes» —transferimos la responsabilidad de nuestras emociones al interlocutor— él, naturalmente, comienza a defenderse. Tiene un fuerte sentimiento de que está siendo atacado.

Puede mostrarle al interlocutor que asume la responsabilidad de sus sentimientos.

Como resultado, él mismo ataca y comienza una disputa, que puede convertirse en un conflicto y posiblemente incluso en una ruptura en las relaciones. Sin embargo, tales consecuencias pueden evitarse si pasamos de esta estrategia de comunicación a los «mensajes-yo».

Con la ayuda de esta técnica, puede mostrarle al interlocutor que asume la responsabilidad de sus sentimientos, y también que no es él mismo el motivo de su preocupación, sino solo algunas de sus acciones. Este enfoque aumenta significativamente las posibilidades de un diálogo constructivo.

Los mensajes I se construyen de acuerdo con cuatro reglas:

1. Hablar de sentimientos

En primer lugar, es necesario indicarle al interlocutor qué emociones estamos experimentando en este momento, lo que viola nuestra paz interior. Estas pueden ser frases como "Estoy molesto", "Estoy preocupado", "Estoy molesto", "Estoy preocupado".

2. Denuncia de los hechos

Luego informamos el hecho que influyó en nuestra condición. Es importante ser lo más objetivo posible y no juzgar las acciones humanas. Simplemente describimos qué llevó exactamente a las consecuencias en forma de un estado de ánimo decaído.

Tenga en cuenta que incluso comenzando con el "mensaje-yo", en esta etapa a menudo pasamos al "mensaje-usted". Podría verse así: «Estoy molesto porque nunca llegas a tiempo», Estoy enojado porque siempre eres un desastre.

Para evitar esto, es mejor usar oraciones impersonales, pronombres indefinidos y generalizaciones. Por ejemplo, «Me enfado cuando llegan tarde», «Me siento mal cuando la habitación está sucia».

3. Damos una explicación

Entonces tenemos que tratar de explicar por qué nos ofende este o aquel acto. Por lo tanto, nuestra afirmación no parecerá infundada.

Entonces, si llega tarde, puedes decirle: «…porque tengo que pararme solo y congelarme» o «…porque tengo poco tiempo y me gustaría quedarme más tiempo contigo».

4. Expresamos deseo

En conclusión, debemos decir qué comportamiento del oponente consideramos preferible. Digamos: «Me gustaría que me avisaran cuando llego tarde». Como resultado, en lugar de la frase “Otra vez llegas tarde”, obtenemos: “Me preocupo cuando mis amigos llegan tarde, porque me parece que les pasó algo. Me gustaría que me llamaran si llego tarde.»

Por supuesto, los «mensajes-yo» pueden no convertirse inmediatamente en parte de su vida. Se necesita tiempo para cambiar de una estrategia habitual de comportamiento a una nueva. No obstante, vale la pena seguir recurriendo a esta técnica cada vez que se presenten situaciones de conflicto.

Con su ayuda, puede mejorar significativamente las relaciones con un compañero, así como también aprender a comprender que nuestras emociones son solo nuestra responsabilidad.

Un ejercicio

Recuerda una situación en la que te quejaste. ¿Qué palabras usaste? ¿Cuál fue el resultado de la conversación? ¿Fue posible llegar a un acuerdo o se desató una pelea? Luego, considera cómo podrías cambiar los mensajes Tú por mensajes Yo en esta conversación.

Puede ser difícil encontrar el lenguaje correcto, pero trata de encontrar frases que puedas usar para comunicar tus sentimientos sin culpar a tu pareja.

Imagina al interlocutor frente a ti, entra en el papel y di los «mensajes-yo» formulados en un tono suave y tranquilo. Analiza tus propios sentimientos. Y luego intenta practicar la habilidad en la vida real.

Verás que tus conversaciones terminarán cada vez más de manera constructiva, sin dejar posibilidad de que el resentimiento dañe tu estado emocional y tus relaciones.

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