5 animales marinos al borde de la extinción

A veces nos parece que el cambio climático afecta solo a la tierra: los incendios forestales y los huracanes terribles ocurren cada vez más, y las sequías están destruyendo paisajes que alguna vez fueron verdes.

Pero, de hecho, los océanos están experimentando los cambios más dramáticos, incluso si no lo notamos a simple vista. De hecho, los océanos han absorbido el 93 % del exceso de calor provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero, y recientemente se ha descubierto que los océanos absorben un 60 % más de calor de lo que se pensaba.

Los océanos también funcionan como sumideros de carbono, reteniendo alrededor del 26% del dióxido de carbono liberado a la atmósfera por la actividad humana. A medida que este exceso de carbono se disuelve, cambia el equilibrio ácido-base de los océanos, haciéndolos menos habitables para la vida marina.

Y no es solo el cambio climático lo que está convirtiendo ecosistemas prósperos en vías fluviales estériles.

La contaminación plástica ha llegado a los rincones más remotos de los océanos, la contaminación industrial provoca una entrada constante de toxinas pesadas en las vías fluviales, la contaminación acústica provoca el suicidio de algunos animales y la sobrepesca reduce las poblaciones de peces y otros animales.

Y estos son solo algunos de los problemas a los que se enfrentan los habitantes submarinos. Miles de especies que viven en los océanos están constantemente amenazadas por nuevos factores que las acercan al borde de la extinción.

Te invitamos a conocer cinco animales marinos que están al borde de la extinción y las razones por las que terminaron en tal situación.

Narval: cambio climático

 

Los narvales son animales del orden de los cetáceos. Debido al colmillo en forma de arpón que sobresale de sus cabezas, parecen unicornios acuáticos.

Y, como los unicornios, un día pueden convertirse en nada más que una fantasía.

Los narvales viven en aguas árticas y pasan hasta cinco meses al año bajo el hielo, donde cazan peces y suben a las grietas en busca de aire. A medida que se acelera el derretimiento del hielo del Ártico, los barcos pesqueros y de otro tipo invaden sus áreas de alimentación y capturan grandes cantidades de peces, lo que reduce el suministro de alimentos de los narvales. Los barcos también están llenando las aguas del Ártico con niveles sin precedentes de contaminación acústica, lo que está estresando a los animales.

Además, las orcas comenzaron a nadar más al norte, más cerca de aguas más cálidas, y comenzaron a cazar narvales con más frecuencia.

Tortuga verde: sobrepesca, pérdida de hábitat, plástico

Las tortugas marinas verdes en estado salvaje pueden vivir hasta 80 años, nadando tranquilamente de isla en isla y alimentándose de algas.

Sin embargo, en los últimos años, la vida útil de estas tortugas se ha reducido drásticamente debido a la captura incidental de peces, la contaminación plástica, la recolección de huevos y la destrucción del hábitat.

Cuando los barcos de pesca arrojan redes de arrastre masivas al agua, una gran cantidad de animales marinos, incluidas las tortugas, caen en esta trampa y mueren.

La contaminación plástica, que llena los océanos a un ritmo de hasta 13 millones de toneladas por año, es otra amenaza para estas tortugas. Un estudio reciente descubrió que comer accidentalmente un trozo de plástico hace que una tortuga tenga un 20% más de riesgo de morir.

Además, en tierra, los humanos están recolectando huevos de tortuga para alimentarse a un ritmo alarmante y, al mismo tiempo, los lugares de desove se están reduciendo a medida que los humanos se apoderan de más y más costas en todo el mundo.

Tiburón ballena: caza furtiva

No hace mucho tiempo, un barco pesquero chino fue detenido cerca de las Islas Galápagos, una reserva marina cerrada a la actividad humana. Las autoridades ecuatorianas encontraron más de 6600 tiburones a bordo.

Lo más probable es que los tiburones estuvieran destinados a hacer sopa de aleta de tiburón, un manjar que se sirve principalmente en China y Vietnam.

La demanda de esta sopa ha provocado la extinción de algunas especies de tiburones, incluidas las ballenas. En las últimas décadas, la población de algunos tiburones ha disminuido en un 95 % como parte de la captura anual mundial a 100 millones de tiburones.

Krill (crustáceos planctónicos): calentamiento del agua, sobrepesca

El plancton, por muy desmenuzable que sea, es la columna vertebral de la cadena alimentaria marina y proporciona una fuente fundamental de nutrientes para varias especies.

El krill vive en aguas antárticas, donde durante los meses fríos utiliza la capa de hielo para recolectar alimentos y crecer en un ambiente seguro. A medida que el hielo se derrite en la región, los hábitats de krill se reducen y algunas poblaciones disminuyen hasta en un 80%.

El krill también está amenazado por los barcos de pesca que los capturan en grandes cantidades para usarlos como alimento para animales. Greenpeace y otros grupos ambientalistas están trabajando actualmente en una moratoria global sobre la pesca de krill en aguas recién descubiertas.

Si el krill desaparece, provocará devastadoras reacciones en cadena en todos los ecosistemas marinos.

Corales: calentamiento del agua por el cambio climático

Los arrecifes de coral son estructuras extraordinariamente hermosas que sustentan algunos de los ecosistemas oceánicos más activos. Miles de especies, desde peces y tortugas hasta algas, dependen de los arrecifes de coral para su apoyo y protección.

Debido a que los océanos absorben la mayor parte del exceso de calor, la temperatura del mar está aumentando, lo que es perjudicial para los corales. Cuando la temperatura del océano sube 2 °C por encima de lo normal, los corales corren el riesgo de sufrir un fenómeno potencialmente mortal llamado blanqueamiento.

El blanqueamiento ocurre cuando el calor golpea al coral y hace que desaloje a los organismos simbióticos que le dan su color y nutrientes. Los arrecifes de coral generalmente se recuperan del blanqueamiento, pero cuando esto sucede una y otra vez, termina siendo fatal para ellos. Y si no se toman medidas, todos los corales del mundo podrían ser destruidos a mediados de siglo.

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