5 hábitos matutinos no obvios que te hacen subir de peso

“El mayor error que cometen las personas cuando intentan perder peso es levantarse de la cama de forma incorrecta y seguir los pasos que toman”, dice Susan Piers Thompson, presidenta del Instituto de pérdida de peso sostenida. Resulta que esos primeros momentos de vigilia preparan el escenario para las decisiones que toma a lo largo del día. Por lo tanto, es importante desarrollar buenos hábitos que pueda seguir automáticamente incluso tan pronto como se despierte, cuando su cabeza todavía está nublada después de una noche de sueño.

Hemos reunido los errores comunes y más comunes que pueden arruinar más que solo tu mañana, así como también cómo solucionarlos.

1. Te quedas dormido

Todos hemos escuchado que la falta de una calidad de sueño adecuada puede conducir al aumento de peso debido al aumento de los niveles de cortisol (un estimulante del apetito) en el cuerpo. Pero lo contrario también es cierto: dormir demasiado también es malo. Un estudio en la revista PLOS One encontró que dormir más de 10 horas por noche también aumentaba el riesgo de un IMC más alto. Además, la cuenta va realmente al reloj: los participantes que duermen de 7 a 9 horas al día no experimentaron sensaciones frecuentes de hambre.

Así que enciende tu fuerza de voluntad y suelta la manta calentita si tu sueño dura más de 9 horas. Tu cuerpo te lo agradecerá.

2. Vas en la oscuridad

Otro estudio de PLOS One demostró que si dejas las cortinas cerradas después de despertarte, corres el riesgo de aumentar de peso debido a la falta de luz natural.

Los autores creen que las personas que reciben un impulso de luz solar temprano en la mañana tienen puntajes de IMC significativamente más bajos que aquellos que no lo hacen. Y no depende de la cantidad de alimentos ingeridos al día. Solo 20 a 30 minutos de luz del día, incluso en días nublados, es suficiente para afectar el IMC. Esto sucede porque su cuerpo sincroniza su reloj interno (incluido el metabolismo) utilizando ondas de luz azul de la luz de la mañana.

3. No haces la cama.

Una encuesta de la Fundación Nacional del Sueño encontró que las personas que hacen sus camas duermen mejor que aquellas que las dejan sin hacer. Puede sonar extraño y hasta tonto, pero Charles Duhigg, autor de The Power of Habit (“El poder de los hábitos”), escribe en su libro que el hábito de hacer la cama por la mañana puede llevar a otros buenos hábitos, como preparar el almuerzo en el trabajo. Duhigg también escribe que las personas que hacen la cama con regularidad pueden controlar mejor su presupuesto y la ingesta de calorías porque han desarrollado fuerza de voluntad.

4. No sabes tu peso

Cuando los investigadores de la Universidad de Cornell examinaron a 162 personas con sobrepeso, encontraron que aquellas que se pesaban y conocían su peso tenían más éxito en la pérdida y el control del peso. La mañana es el mejor momento para evaluar. Cuando ves el resultado con tus propios ojos, puedes mantenerlo bajo control y seguir adelante. Pero no hagas que el pesaje sea una locura.

5. Casi no desayunas

Quizás este sea el error más obvio, pero común. Investigadores de la Universidad de Tel Aviv descubrieron que aquellos que comieron un desayuno de 600 calorías que incluía proteínas, carbohidratos y dulces experimentaron menos hambre y antojos de bocadillos a lo largo del día en comparación con aquellos que comieron un desayuno de 300 calorías. Los amantes del desayuno también son mejores para mantener el mismo contenido calórico durante toda su vida. Los científicos creen que satisfacer su hambre física en el desayuno puede ayudarlo a no sentirse excluido. Pequeño consejo: no comas en exceso por la noche. La razón más común para no tener hambre por la mañana es una cena copiosa. Intenta cenar algo ligero una vez, y comprenderás que puedes desayunar no porque “necesitas”, sino porque “quieres”.

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