Por alguna razón, se cree injustamente que cuando se congelan, los alimentos pierden todas sus vitaminas y no hay ningún beneficio de las verduras y frutas almacenadas de esta manera.
De hecho, hay muchos productos que la congelación no empeora, y en temporada baja solo agradan con su disponibilidad o ahorran tiempo en la cocina.
1. Bayas frescas
La abundancia de bayas de verano solo pide en el congelador, y en invierno cualquier postre de bayas y simplemente diversificar la preparación de cereales será útil. Simplemente coloque las bayas en bolsas de vacío en una capa uniforme. Las bayas conservan perfectamente sus vitaminas y valiosas propiedades.
2. Verduras frescas
Lave las verduras y asegúrese de secarlas primero, pique finamente y colóquelas en una capa uniforme sobre una tabla, envíelas al congelador. Empaca las verduras congeladas en bolsas. Puede congelar verduras finamente picadas vertiendo agua en cubitos de hielo. En cualquier caso, las verduras, como las bayas, conservarán sus vitaminas.
3. Plátanos
4. mantequilla
La mantequilla solo se beneficia de la congelación: adquiere nuevas propiedades útiles. Por ejemplo, se frota con hermosas virutas en remolino y es mucho más fácil amasar la masa de mantequilla. Puede almacenar el aceite en la etiqueta de fábrica, envuelto en una bolsa o papel de aluminio.
5. Yemas y claras de huevo
Las yemas y las claras se pueden almacenar vertiéndolas en bandejas de cubitos de hielo, separándolas unas de otras. Antes de usar, deben descongelarse a temperatura ambiente y agregarse audazmente a la masa o cocinar una tortilla.
6. Crema batida
Si le queda una pequeña cantidad de crema batida después de la cocción, puede congelarla. Esto debe hacerse en porciones: en una estera de silicona, coloque pequeños círculos planos con una cucharadita y congele, y luego póngalos en una bolsa. Esta crema se puede utilizar posteriormente para café y otras bebidas calientes.
7. Queso rallado
Nada complicado, simplemente ralle el queso en un rallador grueso y divídalo en bolsas en porciones. Hacer pizzas y pasteles se hace mucho más fácil simplemente rociando queso congelado en un plato caliente.
8. Arroz hervido
Si congela el arroz hervido que queda después de la cocción, puede servirlo en la mesa solo calentándolo en el microondas o en una sartén, y también usarlo para guisos o pasteles de queso. Simplemente no congele el arroz en un terrón, extiéndalo uniformemente, congélelo y luego transfiéralo con cuidado a un recipiente o bolsa de vacío.
9. Vino
El vino sobrante congelado en bandejas de cubitos de hielo puede servir como complemento para salsas o convertirse en la base de adobos para carne y pescado. Se puede agregar vino espumoso a cócteles fríos.
Recuerde que antes hablamos sobre cómo congelar una sandía para el Año Nuevo y también compartimos consejos sobre cómo congelar adecuadamente los alimentos.