«Una simple debilidad humana puede hacer más que una imagen perfecta»

Una imagen cuidadosamente calibrada a veces nos ralentiza en el desarrollo, especialmente en una posición de liderazgo en los negocios. ¿Por qué la oportunidad de mostrar tu vulnerabilidad es el camino de las personas fuertes y exitosas?

“Sentí que mi sesión de entrenamiento con el equipo iba bien hasta que el director ejecutivo abandonó repentinamente la sala. Estábamos en medio de un proceso grupal y la gente recién comenzaba a abrirse…” dice el consultor de cambio Gustavo Rosetti. Ayuda a los participantes de las reuniones de trabajo a concentrarse en las tareas y resolverlas de la manera más efectiva, ayuda a crear una atmósfera cómoda y de comprensión mutua entre las personas.

Nos reflejamos unos a otros

La investigación ha demostrado que nuestro cerebro refleja lo que otros sienten y hacen. Puede que no seamos conscientes de las señales que lee el cerebro, pero el cuerpo responde. Por eso sonreímos en respuesta a una sonrisa, explica Rosetti. Y si nos sonríen sin sinceridad, es probable que nos sintamos incómodos. Por eso, en el trabajo en equipo, como en cualquier comunicación, la sinceridad es importante.

Una de las participantes en la capacitación, la directora ejecutiva de la empresa, se dio cuenta de que ya no estaba lista para ser “buena para todos”. La gente que la rodeaba la usaba para su beneficio. No tenía intención de dejar el equipo, pero a partir de ahora, sus propios objetivos y aspiraciones se convirtieron en una prioridad. Esto sucedió después de que ella, por sugerencia de Rosetti, escribiera su propio obituario.

La apertura puede evocar empatía. Este es un gran poder, y se trata de comprensión. Nos ayuda a ver la singularidad del otro.

Tanto ella como sus colegas se abrieron gradualmente el uno al otro. “Nos hace visibles para los demás”, dice el facilitador. Cuando alguien cercano a nosotros reprime sus sentimientos, no podemos reconocerlo y determinar que la persona, por ejemplo, está enojada o molesta. Pero al mismo tiempo, si creemos en los resultados de la investigación, su ira puede aumentar nuestra presión arterial.

La apertura puede evocar empatía. Este es un gran poder, y no se trata de lástima, sino de comprensión. Nos ayuda a ver la singularidad de otra persona, a respetar sus ideas, pensamientos y experiencias. Y encontrar maneras de comunicarse.

Apertura y vulnerabilidad

Pero se necesita coraje para ser abierto. La apertura viene con la vulnerabilidad. ¿Es tan aterrador como algunas personas piensan?

A los líderes a menudo se les enseña a mantener la distancia y crear una imagen perfecta. Luzca impecable, controle a los demás y hágalo con confianza. Revelar una vulnerabilidad a un equipo se considera un signo de debilidad. La directora de la empresa, que había estado entrenando con Rosetti, no salió de la sala porque estaba disconforme con su equipo. Ya no se sentía cómoda en su propia piel. Sus empleados pudieron abrirse, pero ella no. Cuando lo intentó, se sintió desnuda y salió corriendo.

Un equipo, como una familia, es un sistema de elementos interconectados. La transformación del sistema comienza con el cambio personal. Los “revolucionarios” en el mundo de los negocios son el tipo de rebeldes que se atreven a ser vulnerables y se permiten cometer errores. Citando a Steve Jobs como ejemplo, Rosetti escribe: “Hacen preguntas que nadie más tiene. Miran el problema desde diferentes puntos de vista. No pretenden saber todas las respuestas. No tengas miedo de parecer ignorante o tropezar.»

Al admitir nuestra imperfección, estamos abiertos a nuevas ideas y crecimiento. No nos derrumbamos bajo la presión de problemas inesperados

Estas personas rompen las reglas, pero de una forma positiva y productiva. No nacen, todo el mundo puede convertirse en tal «rebelde» y pionero, descartando las convenciones de la imagen y permitiéndose la apertura y la vulnerabilidad. Esto requiere fuerza.

Dos semanas después, el director ejecutivo llamó a Rosetti. Encontró la fuerza para abrirse a su equipo y contar lo que la impulsó a dejar el entrenamiento. Comparta sus pensamientos e ideas. Su franqueza provocó una respuesta y simpatía personal. Como resultado, el equipo se unió aún más y resolvió los problemas comerciales de manera efectiva.

Una caña verde que se dobla con el viento es más fuerte que un gran roble roto por una tormenta. La vulnerabilidad no es una debilidad, sino una aceptación de los propios defectos y debilidades. Al admitir nuestra imperfección, estamos abiertos a nuevas ideas y crecimiento. No nos derrumbamos bajo la presión de problemas inesperados y nuevas circunstancias, sino que nos adaptamos con flexibilidad a ellos. Dejamos que la innovación entre en nuestras vidas, descubrimos la capacidad de ser creativos e inspirar a otros.

“Todos estamos esperando que nuestros líderes, colegas o familiares hagan algo más. Pero, ¿y nosotros mismos? Rosetti escribe. La sinceridad y la empatía son catalizadores del cambio. Una simple debilidad humana puede hacer más que una imagen perfecta.»


Sobre el autor: Gustavo Rosetti es consultor de cambio.

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