Alopecia areata: enfoques complementarios

Alopecia areata: enfoques complementarios

Procesamiento

aromaterapia

Hipnoterapia, recomendaciones dietéticas.

 

 Aceite esencial de tomillo, romero, lavanda y cedro atlántico. Los resultados de un estudio doble ciego controlado por placebo indican que una mezcla de aceites esenciales de romero (Rosmarinus officinalis), lavanda (Lavandula angustifolia) tomillo (Tomillo vulgar) y cedro del Atlántico (Cedrus atlántico) puede estimular recrecimiento del cabello en personas con alopecia areata1. Los 86 sujetos afectados aplicaron la mezcla de aceites esenciales todos los días, durante 2 minutos, masajeando su cuero cabelludo, luego se pusieron una toalla caliente para aumentar la absorción. Sin embargo, este estudio, que duró 7 meses, tiene puntos débiles: por ejemplo, casi un tercio de los sujetos del grupo de placebo interrumpieron el tratamiento antes del final del estudio.

Dosis

El preparado utilizado durante este estudio: poner 3 gotas de EO de romero, 2 gotas de EO de tomillo, 3 gotas de EO de lavanda y 2 gotas de EO de cedro atlántico en 23 ml de aceite vegetal (3 ml de aceite de jojoba y 20 ml de aceite de semilla de uva).

Notas. Este tratamiento debe probarse bajo la supervisión adecuada de un aromaterapeuta. Vea nuestro archivo de aromaterapia.

 Hipnoterapia. El médico estadounidense Andrew Weil cree que la hipnoterapia, o cualquier otra forma de enfoque cuerpo-mente, puede ser particularmente útil en casos de alopecia areata.2. Afirma que varias enfermedades autoinmunes tienden a exacerbarse en respuesta al estrés o emociones fuertes. Según él, los niños responden mejor a la hipnosis que los adultos.

 Recomendaciones alimentarias. El dr Weil también sugiere algunos cambios en la dieta para personas con alopecia areata u otra enfermedad autoinmune.2 :

- comer menos proteína (sin exceder el 10% de la ingesta calórica total);

– privilegiar las proteínas de origen vegetal (legumbres, tofu, frutos secos, semillas y productos de cereales);

– dejar de consumir leche y productos lácteos y sustituirlos por otras fuentes de calcio;

- comer más frutas y verduras, preferiblemente de agricultura ecológica;

- utilizar aceite de oliva virgen extra como principal fuente de grasa (prohibir los aceites vegetales ricos en ácidos grasos poliinsaturados, margarina, manteca vegetal, grasas trans);

- aumentar la ingesta de ácidos grasos omega-3 (caballa, salmón, sardina, arenque, semillas de lino, etc.).

 

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