Audiómetro: ¿para qué sirve este instrumento médico?

Audiómetro: ¿para qué sirve este instrumento médico?

El término audiómetro, derivado del latín audio (escuchar) y del griego metron (medición), representa un instrumento médico utilizado en audiometría para medir la capacidad auditiva de las personas. También se le llama acumímetro.

¿Qué es un audiómetro?

El audiómetro permite realizar pruebas de audición especificando el límite audible de los sonidos que pueden ser percibidos por el oído humano en las condiciones de la prueba. Su función es detectar y caracterizar los trastornos auditivos en los pacientes.

Por que hacer una prueba de audición

La audición es uno de nuestros sentidos más “atacados” por el entorno. La mayoría de nosotros vivimos hoy en un entorno cada vez más ruidoso, ya sea en la calle, en el trabajo, en el juego e incluso en casa. Por lo tanto, se recomienda especialmente realizar una evaluación auditiva periódica, especialmente en bebés, niños pequeños o adolescentes en los que el uso excesivo de auriculares puede tener graves consecuencias. Los chequeos permiten que los problemas de audición se detecten a tiempo y se solucionen lo antes posible. En los adultos que muestran signos de pérdida auditiva, los chequeos ayudan a determinar la naturaleza de la sordera y el área afectada.

Composición

Los audiómetros se componen de diferentes elementos:

  • una unidad central controlada por el manipulador, que se utiliza para enviar los diversos sonidos al paciente y registrar sus respuestas a cambio;
  • un auricular que se coloca en los oídos del paciente, cada auricular funciona de forma independiente;
  • un mando a distancia confiado al paciente para enviar las respuestas;
  • cables para conectar los diferentes elementos entre sí.

Los audiómetros pueden ser fijos o portátiles, manuales o automáticos controlados por una computadora equipada con el software adecuado.

¿Para qué se utiliza un audiómetro?

La prueba de audición es un examen rápido, indoloro y no invasivo. Está destinado tanto a adultos como a ancianos o niños. Puede ser realizado por un otorrinolaringólogo, un médico ocupacional, un médico escolar o un pediatra.

Se realizan dos tipos de medición: audiometría tonal y audiometría de voz.

Audiometría tonal: audición

El profesional hace que el paciente escuche varios tonos puros. Cada sonido se caracteriza por dos parámetros:

  • La frecuencia: es el tono del sonido. Una frecuencia baja corresponde a un sonido bajo, entonces cuanto más aumenta la frecuencia, más alto se vuelve el sonido;
  • Intensidad: este es el volumen del sonido. Cuanto mayor sea la intensidad, más fuerte será el sonido.

Para cada sonido probado, el umbral de audición está determinada: es la intensidad mínima a la que se percibe el sonido para una frecuencia determinada. Se obtienen una serie de medidas que permiten trazar la curva del audiograma.

Audiometría del habla: comprensión

Después de la audiometría tonal, el profesional realiza una audiometría del habla para determinar hasta qué punto la pérdida auditiva afecta la comprensión del habla. Por tanto, no es la percepción de sonidos lo que se evalúa esta vez, sino la comprensión de palabras de 1 a 2 sílabas que se difunden a diferentes intensidades. Esta prueba se utiliza para evaluar la umbral de inteligibilidad palabras y dibujar el audiograma correspondiente.

Leer el audiograma tonal

Se establece un audiograma para cada oído. Una serie de medidas correspondientes al conjunto de umbrales auditivos determinados para cada sonido permite trazar una curva. Esto se muestra en un gráfico, cuyo eje horizontal corresponde a las frecuencias y el eje vertical a las intensidades.

La escala de las frecuencias probadas se extiende de 20 Hz (Hertz) a 20 Hz, y la escala de las intensidades de 000 dB (decibelios) a 0 dB. Para representar los valores de las intensidades sonoras, podemos dar algunos ejemplos:

  • 30 dB: chuchotement;
  • 60 dB: discusión en voz alta;
  • 90 dB: tráfico urbano;
  • 110 dB: trueno;
  • 120 dB: concierto de música rock;
  • 140 dB: despegue del avión.

Interpretación de audiogramas

Cada curva obtenida se compara con una curva de audición normal. Cualquier diferencia entre las dos curvas da fe de una pérdida auditiva en el paciente y permite conocer el nivel:

  • de 20 a 40 dB: sordera leve;
  • de 40 a 70 dB: sordera moderada;
  • 70 a 90 dB: sordera severa;
  • más de 90 dB: sordera profunda;
  • no medible: sordera total.

Dependiendo de la zona del oído que se vea afectada, podemos definir el tipo de sordera:

  • La pérdida auditiva conductiva afecta al oído medio y externo. Es transitorio y está causado por la inflamación, la presencia de un tapón de cerumen, etc.
  • la pérdida auditiva neurosensorial afecta el oído profundo y es irreversible;
  • sordera mixta.

¿Cómo se usa un audiómetro?

Las etapas de operación

A pesar de su aparente sencillez de realización, las pruebas de audición tienen la particularidad de ser subjetivas.

Por lo tanto, deben prepararse cuidadosamente para que sean reproducibles y, sobre todo, requieren la plena cooperación del paciente:

  • el paciente está instalado en un ambiente tranquilo, idealmente en una cabina acústica;
  • los sonidos se difunden primero por aire (a través de auriculares o altavoces) y luego, en caso de pérdida auditiva, a través del hueso gracias a un vibrador aplicado directamente en el cráneo;
  • el paciente tiene una pera que aprieta para indicar que ha escuchado el sonido;
  • para la prueba de voz, las palabras de 1 a 2 sílabas se transmiten por el aire y el paciente tiene que repetirlas.

Precauciones a tomar

Para asegurarse de que la pérdida auditiva no se deba a la oclusión del oído por un tapón de cerumen o debido a una inflamación, es recomendable realizar una otoscopia previamente.

En determinados casos, se recomienda realizar una acumetría preliminar para “desbastar” el terreno. Este examen consta de varias pruebas: prueba de susurro fuerte, prueba de obstrucción, pruebas de diapasón.

Para los bebés y niños menores de 4 años, en los que el uso de un audiómetro es imposible, los cribados se realizan con el test de Moatti (juego de 4 cajas moo) y el test de Boel (dispositivo que reproduce sonidos de campanas).

¿Cómo elegir el audiómetro adecuado?

Los criterios para elegir bien

  • Tamaño y peso: para uso ambulatorio, se prefieren audiómetros livianos que quepan en la mano, tipo Colson, mientras que para uso estático, se privilegiarán audiómetros más grandes, posiblemente acoplados a computadoras y que ofrezcan más funciones.
  • Fuente de alimentación: red, batería recargable o baterías.
  • Funciones: todos los modelos de audiómetros comparten las mismas funciones básicas, pero los modelos más avanzados ofrecen más capacidades: espectro más amplio de frecuencias y volúmenes de sonido con espacios más pequeños entre dos medidas, pantalla de lectura más intuitiva, etc.
  • Los accesorios: auriculares audiométricos más o menos cómodos, bombilla de respuesta, bolsa de transporte, cables, etc.
  • El precio: el rango de precios oscila entre 500 a 10 euros.
  • Normas: garantizan el marcado CE y la garantía.

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