Bull terrier

Bull terrier

Características físicas

La forma ovoide de su cabeza llama la atención a primera vista. Es pequeño, muy rechoncho y tiene dos grandes orejas triangulares en la parte superior. Otra originalidad: el estándar de la raza estipula que “no hay límite de peso ni de tamaño”, siempre que el animal “esté siempre bien proporcionado”.

poil : corto y duro al tacto, blanco, negro, atigrado, leonado o tricolor.

Tamaño (altura a la cruz): 50-60 cm. Menos de 35 cm para el Bull Terrier en miniatura.

Peso : 20-35 kilogramos.

Clasificación FCI : N ° 11.

Orígenes

El Bull Terrier es el resultado del cruce de razas ahora extintas de Bulldogs (el Old English Bulldog) y Terriers (el English White Terrier, el Manchester Terrier…). Se realizaron cruces con otras razas como el Greyhound Greyhound con el fin de obtener la actual cabeza en forma de huevo. Fue durante la primera mitad del siglo XNUMX en Inglaterra y entonces se trató de crear un perro de pelea e incluso el “gladiador de raza canina”. Finalmente, se asignó al Bull Terrier a vigilar misiones y cazar ratas en lugar de pelear, que eran muy populares en ese momento.

Carácter y comportamiento

El Bull Terrier es un animal valiente y alegre. Pero este no es un perro para todos. El Bull Terrier no se recomienda para hogares con niños, ancianos u otras mascotas. Para estar equilibrado, el Bull Terrier debe recibir una buena dosis diaria de ejercicio físico y mental. Solo así será el excelente perro de compañía que sabe ser: obediente, agradable, leal y cariñoso. Hay que tener en cuenta que este animal es ante todo un terrier y, por tanto, necesita una ocupación.

Patologías y enfermedades comunes del Bull Terrier

La mitad de los 215 perros Bull Terrier estudiados por el Kennel Club británico tenían una o más enfermedades. (1) Los principales problemas de salud que enfrenta la raza Bull Terrier son las enfermedades del corazón (enfermedades de la válvula mitral y estenosis subaórtica), los riñones, la piel y los trastornos neurológicos.

Piodermita: el Bull Terrier está muy expuesto a problemas dermatológicos, como la pioderma. Esta es una infección bacteriana común de la piel, causada con mayor frecuencia por un brote de estafilococos y se combate con antibióticos. (2)

Trastorno obsesivo compulsivo (TOC): Las enfermedades neurológicas son una de las principales preocupaciones de los criadores de Bull Terrier. Estos últimos son propensos a la epilepsia (muchos perros de muchas razas diferentes lo son), pero también son, junto con el Doberman, la raza más afectada por el trastorno obsesivo-compulsivo. Este mal, por ejemplo, hace que un perro dé vueltas en círculos tras su cola o golpee frenéticamente su cabeza contra las paredes. Esto podría deberse a la mala asimilación del zinc por parte del cuerpo del Bull Terrier y relacionarse con un mecanismo hereditario. El Bull Terrier es sensible al estrés y su amo debe combatirlo ofreciendo a su perro una vida tan estimulante como equilibrada. (3)

Acrodermatitis letal de Bull Terrier: una enfermedad metabólica mortal de origen genético que está ligada a la falta de asimilación del zinc, provocando retraso del crecimiento, dificultades para comer y especialmente lesiones cutáneas, respiratorias y digestivas. (4) (5)

 

Condiciones de vida y consejos

Es impensable dejarlo solo encerrado todo el día mientras el resto de la familia está en el trabajo, ya que eso lo haría destructivo. El Bull Terrier está muy apegado a su amo, debe enseñarle desde muy pequeño a gestionar los momentos de ausencia y soledad. Este terco y testarudo animal debe recibir una educación sin darse por vencido, especialmente durante los primeros meses de su vida.

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