¿Puede el frío afectarnos psicológicamente?

¿Puede el frío afectarnos psicológicamente?

Psicología

Los expertos revelan si, más allá de la incomodidad y el malestar causado por las condiciones climáticas adversas, el descenso repentino de la temperatura puede influir en el estado de ánimo.

¿Puede el frío afectarnos psicológicamente?

Una persona "meteorosensible" es aquella que puede experimentar molestias o síntomas relacionados con Cambios de clima, ya sean descensos bruscos de temperatura o fenómenos meteorológicos adversos como fuertes nevadas o heladas que ha traído Filomena a España. Algunos de estos signos de “meteorosensibilidad” pueden manifestarse en forma de dolores de cabeza, cambios de humor o problemas musculares y articulares, según explica la meteoróloga y médica física de eltiempo.es, Mar Gómez. Sin embargo, desde el punto de vista psicológico, más allá de esos cambios de humor antes mencionados que en realidad pueden ocurrir más por el malestar que puede generar la tormenta, el frío no tiene por qué influir en nosotros a nivel psicológico, como aclara Jesús Matos, psicólogo.

 de "En equilibrio mental".

Lo que realmente sucede y lo que podemos percibir a nivel psicológico, según Matos, es que el cuerpo está intentando adaptarse a las nuevas condiciones climáticas. Por lo tanto, como animales que somos, es normal que la mente y el cuerpo concentren energía en mantener el calor y en la búsqueda del bienestar. Nos ponemos en “modo supervivencia” y esto significa que “no estamos aquí para otras cosas” como querer interactuar con otras personas o querer dar rienda suelta a la creatividad, por ejemplo. ¿Significa que el frío nos hace menos sociables y menos creativos? “No tiene por qué, pero es cierto que cuando el cuerpo intenta adaptarse al entorno, lo que hace es movilizar y concentrar sus recursos en buscar refugio, calor y bienestar”, dice.

Según los expertos de Avance Psicólogos, lo que puede ocurrir en un contexto de frío extremo es que esas capacidades que tienen que ver con la pensamiento lateral, con formas de razonamiento poco convencionales y con la búsqueda de asociaciones entre conceptos, pueden verse mermadas. Y, aunque eso no significa que no se pueda ser creativo en lugares donde prevalecen el hielo y la nieve, sí enfatiza que es importante que la persona que realiza esa actividad creativa esté completamente aclimatada a ese contexto y al frío.

También sugieren que, con el frío, aparece una ligera tendencia psicológica a mostrarnos más cerrado+ suspicaz con los demas. Una actitud distante que solemos plasmar incluso en el lenguaje, ya que asociamos el carácter frío a la forma de comportarse de alguien que no expresa muestras de cariño o carácter amistoso en general. “Se desconoce la razón por la que ocurre este efecto psicológico, pero puede que tenga que ver con una estrategia para ahorrar energía y preservar la temperatura corporal (manteniendo las extremidades relativamente cerca del tronco)”, dicen en Advance Psychologists.

Las consecuencias del frío afectan más

Lo que nos puede afectar a nivel mental, como señala Matos, son las consecuencias derivadas de ese frío extremo (calles cerradas, nieve, hielo…) o de las inclemencias del tiempo como no poder ir a trabajar, no poder circular. con normalidad en la calle, no poder ir de compras o incluso no poder llevar a los niños al colegio es lo que puede crear un incomodidad, pero no tiene por qué crear un problema psicológico porque, como aclara, es algo que se solucionará en un plazo razonable. «Más preocupante a nivel psicológico es lo que las personas que han tenido que turnos dobles en estos días, como ha ocurrido en el caso de algunos médicos y enfermeras, personas de los servicios de urgencias u otras profesiones que no pudieron ser relevados durante horas y que debieron realizar su labor al más alto nivel durante ese tiempo. Que puede generar EstrésÉl dice.

El psicólogo cree que existe una tendencia a llevar cualquier circunstancia que vivamos a lo patológico y que, así como en un momento determinado las alergias al calor o primaverales pueden causarnos molestias, también puede ser provocada por el frío o incluso por el hecho de tener la calefacción a tope estos días en casa, ya que es algo que puede llegar a ser abrumador, molesto o incómodo. Quizás lo que se está viviendo estos días, según los análisis de Matos, es la Falta de pautas claras sobre cómo comportarse frente a lo desconocido o lo "inusual".. El efecto “sorpresa” o el efecto “novedad” o el no saber actuar ante algo que no se vive a menudo o que no se sabe cómo lidiar, puede causar cierta preocupación.

La solución es tener hábitos saludables

Pero también, en los días que hace frío, podemos caer en un “círculo vicioso”, según afirma Blanca Tejero Claver, doctora en Psicología y directora del Máster en Educación Especial de la UNIR: “Cuando pasamos más horas en casa, hacemos menos ejercicio. Es más perezoso salir a correr o hacer deporte al aire libre en la oscuridad o con mal tiempo. Esto nos hace ganar peso y también reduce nuestro nivel de La serotonina, la hormona que nos da la felicidad. Entramos en un bucle en el que nos sentimos peor con nosotros mismos y más desanimados.

Es por eso que en general la mejor fórmula para los efectos negativos de los cambios climáticos es tener un estilo de vida saludable: comer sano, hacer ejercicio, incluir alimentos ricos en vitamina D en la dieta (para contrarrestar la menor cantidad de exposición al sol) como el queso. , yemas de huevo o pescados grasos como el salmón o el atún y tratar de aprovechar las horas del día: salir cuando tengamos sol, y si no podemos salir, al menos a la terraza oa la ventana.

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