Claustrofobia

Claustrofobia

La claustrofobia es la fobia al confinamiento. Puede representar una discapacidad real, por lo que es importante tratarla. Las terapias cognitivas y conductuales son eficaces.

Claustrofobia, ¿qué es?

Definición

La claustrofobia es una fobia que consiste en un pánico, miedo al encierro, a los espacios cerrados: ascensor, metro, tren, pero también habitaciones pequeñas o sin ventanas ...

Causas 

La claustrofobia comienza en un momento en que la persona se encuentra en un estado de fragilidad. Un suceso en la infancia (haber estado encerrado por ejemplo) o un suceso traumático en un espacio cerrado (haber sido agredido en el metro por ejemplo puede explicar la claustrofobia. Los científicos los ven en fobias en general temores transmitidos genéticamente. 

Diagnóstico 

El diagnóstico es clínico. El miedo a estar encerrado debe cumplir 5 criterios para que un psiquiatra diagnostique una fobia: un miedo persistente e intenso de estar en un lugar cerrado (o de anticiparse a esta situación) con la imposibilidad de razonar, una reacción inmediata y sistemática tan pronto como la persona se encuentra en una situación de encierro, la conciencia de la naturaleza excesiva e irracional de su miedo, las situaciones en las que la persona se encontrará en un lugar cerrado se evitan a toda costa o se experimentan con mucha ansiedad, claustrofobia interrumpe en gran medida las actividades de una persona. Además, estos trastornos no deben explicarse por otro trastorno (agorafobia, estrés postraumático)

La gente interesada 

4 a 5% de la población adulta padece claustrofobia. Es una de las fobias más frecuentes. 

4 a 10% de los pacientes radiólogos no pueden soportar someterse a exploraciones o resonancias magnéticas. Los niños también pueden sufrir claustrofobia. 

Los factores de riesgo 

Las personas con trastornos de ansiedad, depresión y uso excesivo de medicamentos, drogas o alcohol tienen un mayor riesgo de desarrollar fobias.

Los síntomas de la claustrofobia.

Como ocurre con todas las fobias, el primer síntoma es el miedo intenso e irracional: miedo a estar en un espacio cerrado o miedo a anticipar un espacio cerrado. Esto puede estar relacionado con la respiración. Las personas claustrofóbicas tienen miedo de quedarse sin aire. 

Las manifestaciones físicas de la claustrofobia. 

  • El miedo puede provocar un verdadero ataque de pánico con sus signos:
  • Palpitaciones, latidos cardíacos o latidos cardíacos rápidos.
  • Sensación de falta de aire o sensación de asfixia.
  • Sentirse mareado, con la cabeza vacía o desmayarse
  • Sudoración, sofocos, malestar en el pecho,
  • Miedo de morir, de perder el control

Tratamiento de la claustrofobia

La terapia cognitivo-conductual (TCC) funciona bien para las fobias. Esta terapia tiene como objetivo exponer a la persona a lo que le causa su fobia, desde lejos y en un entorno tranquilizador, para luego acercarlo cada vez más para hacer desaparecer el miedo. El hecho de enfrentarse al objeto fobogénico de forma regular y progresiva en lugar de evitarlo permite hacer desaparecer el miedo. El psicoanálisis también puede ser una solución para tratar la claustrofobia. 

Los tratamientos farmacológicos se pueden prescribir temporalmente: ansiolíticos, antidepresivos. 

La relajación y la práctica del yoga también pueden ayudar a las personas que sufren de claustrofobia. 

Fobia: tratamientos naturales

Los aceites esenciales con propiedades calmantes y relajantes pueden ayudar a prevenir los ataques de ansiedad. Puede utilizar por ejemplo de forma cutánea u olfativa aceites esenciales de naranja dulce, neroli, bigarade de grano pequeño.

Prevención de la claustrofobia

La claustrofobia, como otras fobias, no se puede prevenir. Por otro lado, cuando se desarrolla una fobia, es importante cuidarla antes de que se convierta en un impedimento en la vida cotidiana.

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