¿Podría la expansión del veganismo afectar el idioma?

Durante siglos, la carne se ha considerado el componente más importante de cualquier comida. La carne era más que comida, era el alimento más importante y costoso. Debido a esto, fue visto como un símbolo del poder público.

Históricamente, la carne estaba reservada para las mesas de las clases altas, mientras que el campesinado comía principalmente alimentos vegetales. Como resultado, el consumo de carne se asoció con las estructuras de poder dominantes en la sociedad, y su ausencia en el plato indicaba que una persona pertenece al segmento desfavorecido de la población. Controlar el suministro de carne era como controlar a la gente.

Al mismo tiempo, la carne empezó a tener un papel destacado en nuestro idioma. ¿Has notado que nuestro discurso cotidiano está lleno de metáforas alimentarias, a menudo basadas en la carne?

La influencia de la carne no ha pasado por alto la literatura. Por ejemplo, la escritora inglesa Janet Winterson utiliza la carne como símbolo en sus obras. En su novela La Pasión, la producción, distribución y consumo de carne simboliza la desigualdad de poder en la era napoleónica. El personaje principal, Villanelle, se vende a los soldados rusos para obtener un suministro de carne valiosa de la corte. También hay una metáfora de que el cuerpo femenino es solo otro tipo de carne para estos hombres, y están regidos por el deseo carnívoro. Y la obsesión de Napoleón por comer carne simboliza su deseo de conquistar el mundo.

Por supuesto, Winterson no es el único autor que muestra en la ficción que la carne puede significar algo más que comida. La escritora Virginia Woolf, en su novela To the Lighthouse, describe la escena de preparar un estofado de ternera que lleva tres días. Este proceso requiere mucho esfuerzo por parte de la chef Matilda. Cuando la carne finalmente está lista para ser servida, lo primero que piensa la Sra. Ramsay es que "necesita elegir cuidadosamente un corte particularmente tierno para William Banks". Se ve la idea de que el derecho de una persona importante a comer la mejor carne es innegable. El significado es el mismo que el de Winterson: la carne es fuerza.

En las realidades de hoy, la carne se ha convertido repetidamente en el tema de numerosas discusiones sociales y políticas, incluida la forma en que la producción y el consumo de carne contribuyen al cambio climático y la degradación ambiental. Además, los estudios muestran el impacto negativo del consumo de carne en el cuerpo humano. Mucha gente se vuelve vegana y se convierte en parte de un movimiento que busca cambiar la jerarquía de los alimentos y derrocar a la carne de su pináculo.

Dado que la ficción a menudo refleja hechos reales y problemas sociales, es posible que las metáforas de la carne dejen de aparecer en ella. Por supuesto, es poco probable que los idiomas cambien drásticamente, pero algunos cambios en el vocabulario y las expresiones a las que estamos acostumbrados son inevitables.

Cuanto más se extienda el tema del veganismo por el mundo, más expresiones nuevas aparecerán. Al mismo tiempo, las metáforas de la carne pueden empezar a percibirse como más poderosas e imponentes si matar animales para comer se vuelve socialmente inaceptable.

Para comprender cómo el veganismo puede afectar el idioma, recuerde que debido a la lucha activa de la sociedad moderna con fenómenos como el racismo, el sexismo, la homofobia, se ha vuelto socialmente inaceptable usar ciertas palabras. El veganismo puede tener el mismo efecto en el idioma. Por ejemplo, como sugiere PETA, en lugar de la expresión establecida “mata dos pájaros de un tiro”, podemos empezar por la frase “alimentar dos pájaros con una tortilla”.

Sin embargo, esto no significa que las referencias a la carne en nuestro idioma vayan a desaparecer de golpe; después de todo, estos cambios pueden llevar mucho tiempo. ¿Y cómo sabes qué tan dispuesta estará la gente a renunciar a las declaraciones certeras a las que todo el mundo está tan acostumbrado?

Es interesante notar que algunos fabricantes de carne artificial están tratando de aplicar técnicas por las cuales "sangrará" como la carne real. Aunque los componentes animales de dichos alimentos han sido reemplazados, los hábitos carnívoros de la humanidad no se han abandonado por completo.

Pero al mismo tiempo, muchas personas a base de plantas se oponen a los sustitutos llamados "bistecs", "carne picada" y similares porque no quieren comer algo que está hecho para parecerse a la carne real.

De una forma u otra, ¡solo el tiempo dirá cuánto podemos excluir la carne y sus recuerdos de la vida de la sociedad!

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