Practicar el mindfulness para disfrutar de la maternidad

¿No sería fantástico si pudiera comenzar cada día solo, mirando el océano con una taza de café, meditando en silencio en su jardín, o tal vez leyendo una revista, acurrucándose en la cama con una taza de té? Si eres madre, tus horas de la mañana probablemente no comiencen así. En lugar de calma, caos, en lugar de paz, fatiga, en lugar de regularidad, prisa. Y aunque no es fácil, puedes tomar conciencia de tu día y practicar el arte de estar presente.

Fíjate la meta de ser consciente hoy y durante esta semana. Observe (sin juzgar) cómo se siente su cuerpo cuando se despierta. ¿Está cansado o le duele? ¿Se siente bien? Inhala y exhala profundamente varias veces antes de que tus pies toquen el suelo. Recuerda que un nuevo día está por comenzar. No importa cuán abrumado esté y cuán larga sea su lista de tareas pendientes, puede tomarse unos minutos para observar su vida y ser consciente de lo que está sucediendo.

Preste atención a la expresión de la primera mañana en el rostro de su hijo. Nota la calidez del primer sorbo de café o té. Preste atención a la sensación del cuerpo y el peso de su bebé en sus brazos. Siente el agua tibia y el jabón en tu piel mientras te lavas las manos.

Cuando entre en modo mamá durante el día, observe a su bebé a través de la lente de la curiosidad. ¿Quiere estar más cerca de ti o jugar solo? ¿Está intentando algo nuevo o está esperando tu apoyo? ¿Cambia su expresión facial cuando realmente se enfoca en algo? ¿Sus ojos se estrechan cuando pasa las páginas cuando leen libros juntos? ¿Su voz cambia cuando está muy emocionado por algo?

Como madres, necesitamos estas habilidades de atención plena para poder redirigir nuestra atención hacia donde más se necesita. En tiempos difíciles, deténgase y pregúntese: “¿Estoy aquí? ¿Estoy viviendo este momento? Por supuesto, algunos de estos momentos incluirán montañas de platos sucios y tareas sin terminar en el trabajo, pero cuando experimentes tu vida por completo, la verás en un nuevo nivel de profundidad y conciencia.

Meditación de los padres

Su atención puede divagar y puede olvidar esta práctica, pero es por eso que se llama . En cualquier momento del día, puedes volver al presente y tener una nueva oportunidad de pasar conscientemente momentos preciosos de tu vida con tus hijos. Tómate 15 minutos al día para hacer una pausa y disfrutar de esta experiencia, dándote cuenta del milagro que es tu vida.

Encuentre un lugar para sentarse o acostarse donde pueda sentirse relajado. Cálmate por un segundo y luego comienza con tres o cuatro respiraciones profundas. Cierra los ojos si quieres. Permítete apreciar el silencio. Aprecia lo bueno que es estar solo. Ahora lidia con los recuerdos. Vuelva al momento en que vio por primera vez la cara de su hijo. Permítete volver a sentir este milagro. Recuerda cómo te dijiste a ti mismo: “¿Es esto real?”. Piense en la primera vez que escuchó a su hijo decir "mamá". Estos momentos se quedarán contigo para siempre.

Mientras medita, reflexione sobre las maravillas y la magia de su vida y simplemente respire. Con cada respiración, respira la belleza de los dulces recuerdos y aguanta la respiración por otro momento, saboreándolos. Con cada exhalación, sonría suavemente y permita que estos preciosos momentos lo calmen. Repita, inhalando y exhalando lentamente.

Vuelve a esta meditación cada vez que sientas que estás perdiendo la magia de la maternidad. Recupera recuerdos llenos de alegría y abre los ojos a los momentos cotidianos de asombro que te rodean. La magia siempre está aquí y ahora.

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